FUI LA AMANTE

Judith

El departamento que compro está muy bonito, él dice que es para mí, pero yo no pienso irme a vivir ahí, es mejor utilizarlo para nuestros encuentros, que al final de cuentas, es para lo que lo adquirió.

No niego que me emocionó mucho la idea de vivir ahí, pero no lo quiero hacer sola, y sé que por más que yo lo deseé, él no se vendrá a vivir conmigo, no hasta que por lo menos planteé el asunto del divorcio.

Tengo que volver a tocar ese tema con él, ya ha pasado más de un año y aún no lo ha resuelto, hoy al llegar a la oficina es lo primero que voy a hacer

Llegó y él aún no se ha presentado, todo esté asunto va a tener que esperar, me dispongo a hacer mi trabajo, de pronto se abren las puertas del ascensor, siento como la sangre sube a mi cara, sí, es vergüenza lo que siento al ver quién está frente a mi

-Buenos días señora, puedo ayudarla en algo?

Le saludó lo más tranquila posible a la señora Lucia, se ve muy hermosa, muy segura de sí misma, tan elegante.

-Buenos días, vengo a buscar a Josué, está en su oficina?

-El señor aún no ha llegado

-Sabes si va a tardar?

-No tengo la más mínima idea, no se ha reportado

-Tendré que esperarlo, lo voy a hacer en su oficina

Me pongo de pie y le abro la puerta de la oficina de mi jefe, mis manos tiemblan, por más que actuó con normalidad, no deja de intimidarme esta mujer

-Gusta que le traiga algo de beber?

-No, así estoy bien, gracias, no te quiero dar molestias, tú sigue con lo tuyo

-Esta bien, si necesita algo, hágamelo saber

-Sí, lo haré

Ella se queda de pie, solo observa de un lado a otro el lugar, como si quisiera encontrar algo o a alguien

Salgo de ahí y vuelvo a lo mío, el timbre del ascensor vuelve a sonar, baja un chico con un arreglo de flores hermoso, también trae unos chocolates, me sonríe, poniendo el pesado ramo sobre mi escritorio

-Buenos días, la señorita Judith

-Sí soy yo

-Firme aquí porfavor

Hago lo que me dice, no hago preguntas, no quiero hacerlas, estando la señora Lucia a pocos metros de mí, busco la tarjeta.

"Después te explico, te amo"

No es necesario indagar quien las envía, sé a la perfección que es Josué, guardo su tarjeta en mi bolsa y abro la caja, el aroma de las flores ha inundado todo el espacio

-Pensé que ya había llegado Josué

La señora Lucia está parada al borde de la puerta, viendo mis flores

-No, era el mensajero

-Ya veo

Se acerca y absorbe el aroma de una flor

-Tienes novio?

Su pregunta me toma desprevenida, "novio?, no, creo que no alcanzo ese privilegio".

-Sí

Contesto de manera automática, le extiendo la caja de chocolates y le invito a que tome uno, pero ella se niega

-No, gracias, no como chocolate

-Perdón, no lo sabía

Me vuelvo a sonrojar

-No te disculpes, soy una obsesa con las dietas, Josué siempre me está insistiendo en que no es necesario, pero no puedo dejar ese mal hábito

Yo estoy comiendo mi chocolate, está delicioso, ahora entiendo porqué ella nunca lo acompaña a ninguna cena de negocios

-Por eso mantiene esa figura estupenda

No responde, en sus ojos veo tristeza.

-Creo que es algo que no me importa, mejor sigo con lo mío.

Ella en silencio regresa a la oficina, cierra la puerta y yo suelto un suspiro

Después de una hora llega Josué, se ve muy tranquilo, me sonríe y me guiña un ojo, al parecer está enterado de que su esposa lo está esperando adentro

-Señorita, buenos días, me puede traer un café a la oficina, por favor

-Sí señor, pero...

Antes de que le pueda decir de la señora Lucia, la puerta se abre

-Cariño que haces aquí?

Le dice él, acercándose a ella y dándole un beso fugaz en los labios

-Te vine a invitar a almorzar, te quise dar una sorpresa, pero la sorpresa me la llevé yo, al llegar y darme cuenta de que no estabas.

-Oh!, que mal, tuve que arreglar unos asuntos antes de venir aquí, pero no te pongas triste, para compensarte te invito al cine, que dices?

Los ojos de la señora brillan de alegría, yo agachó la cabeza, cuanto daría por estar en su lugar

-Esta bien, aceptó

-Bien, paso por ti cuando salga de acá

-Te parece si mejor yo vengo por ti?

-Perfecto, aquí te espero

Se despide y de inmediato entro a la oficina de mi jefe, él me quiere besar, pero está vez no lo permito, su esposa puede regresar y eso sería un desastre, le entrego todos los contratos pendientes de firma y su café.

-Gracias por las flores y los chocolates

-Te gustaron?

-Estan deliciosos, pero no entiendo que me tienes que explicar

-Sin intención escuché una conversación de Lucia con su hermana, en la que le decía que vendría a la oficina de sorpresa, así verificaría si tú eres mi amante

-Ella lo sabe?

-Creo que lo sospecha, por eso llegué tarde, al estar tú aquí y no tener una idea de dónde estaba yo, ella dejara de pensar que eres tú

-Debemos tener más cuidado, por lo menos hasta que puedas hablar con ella sobre el divorcio.

Aprovecho la oportunidad para sacar el tema, él me asegura que ya pronto le dirá lo que quiere, solo espero que sea verdad y no siga demorando más