"Me cruce por su camino una vez... Solo una vez. ¿Suerte, casualidad o destino?. No lo sé. Pero desde que eso ocurrió conocí al hombre que cambio mí vida..."
Renzo Leone (27 años) es un poderoso mafioso de Grecia: Inteligente, despiadado, sin corazón y frío asesino, todo eso se oculta detrás su fachada de ángel hermoso. No dudo el matar a sus enemigos con sus manos. Inmensamente temido en el mundo de la mafia y aún peor que no portaba debilidades por dónde atacar, logro poner su apellido por encima de todo el mundo tanto así que cualquiera temblaba la oírlo.
Melina Brown (20 años) una dulce joven introvertida de EE.UU que vive bajo la maldad de su mamá, quien la odia por ser hija de una infidelidad de su parte hacia su marido. Con la culpabilidad de haber arruinado la vida y el matrimonio de su madre, jamás presto atención al hecho que estaba siendo vigilada sino hasta muy tarde. Su verdadero padre hará su aparición cuando intenta rehacer su vida.
NovelToon tiene autorización de Thais Perdida para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
20. VIVO
RENZO
Arreglamos el jardín con toda la paciencia del mundo. A Melina no le importa tener que ensuciarse las manos en esto... Es asombrosa.
–. Bien está parte ya está terminada –dice.
–. Tienes talento para esto –le digo–. Ahora hay que regar.
–. Me quedaron las manos llenas de barro –se ríe.
Se limpia las manos lentamente y luego las sacude, todo el lodo de sus manos me salpica en la cara.
–. ¿Esto lo hiciste a propósito? –pregunto–. ¿Verdad?.
Ella se gira hacia mí con cara de sorpresa y empieza a reírse con ganas.
–. Ay perdón... –dice riendo a carcajadas–. No fue intencional, lo juro.
–. ¿No lo fue? ¿Eh? –asiento.
Me agacha hacia el suelo y tomo una bola de lodo entre mis manos para luego levantarme.
–. ¡No, Renzo, no! –se ríe–. No sé te ocurra, fue sin intención, lo juro.
–. Esto también va a ser sin intención –sonrio maquiavélico.
¡PUAJ!. Le lanzó la bola de lodo en plena cara, la cual quita con sus manos. Me echo a reír como niño.
–. ¡RENZO! –grita–. Creo que esa parte tenía un gusano.
–. Ay perdón, amor –me río–. Es que me vi obligado a tomar venganza.
–. Venganza. ¿Eh? –se agacha–. Pues yo también puedo.
Empezamos una guerra de lodo entre nosotros, corremos de un lado al otro me sorprendió ver la buena puntería que tiene ella. Melina toma la manguera del jardín.
–. Sigue tirándome barro y te baño aquí mismo –dice amenazante.
–. ¿Ahora me amenazas? –pregunto haciéndome el sorprendido–. Ya vas a ver.
Me acerco a ella pero enciende el regador y me da justo en la cabeza, me empapa.
Me acerco lentamente y la tomo de la cintura con una mano, con la otra tomo la manguera y la mojo a ella.
–. ¡BASTA! –grita riendo–. Renzo...
–. ¡RENZO! –gritan.
Detenemos nuestro juego y me giro hacia la puerta, donde veo a Mitchel y Silas.
Mitchel se ríe a carcajadas mientras Silas permanece con expresión sería.
–. Hola –Melina los saluda–. ¿Cómo estás?.
–. Bien, pero... –dice Mitchel–. ¿Que están haciendo?.
–. Aunque no nos crean –digo dejando a Melina en el piso–. Estábamos arreglando el jardín hace cinco minutos.
–. No es importante –dice Silas–. Tenemos que hablar, Renzo. Vamos es importante.
–. Está bien –miro a Melina–. Vamos te prestaré algo de mí ropa.
Volvemos a la mansión, Edna nos mira con diversión y sorpresa. Se lleva a Melina a mí habitación y nosotros vamos a mí oficina.
–. ¿Que ha pasado? –pregunto secandome con una toalla–. ¿Por qué tan seria la cosa, Silas?.
–. Dijiste que no tenías debilidad –me reclama–. Ahora resulta que te has enamorado.
–. Son cosas que no pueden evitarse, amigo –sonrío–. ¿Que ha pasado?.
–. Averiguamos algo importante –Mitchel suspira–. Ríos si mando a matar a tu hermana... Pero... Por orden de alguien más.
–. ¡DESGRACIADO! –golpeo mí escritorio–. ¿¡Quien lo envío!? ¿¡IVANOV!?.
–. No él, no creemos que el no fue –Silas se acerca–. Es quien menos noesperamos... Renzo... Tu padre está vivo.
Me quedo en shock. ¿¡QUE RAYOS ESTAN DICIENDO!? ¡YO MATE A MI PADRE! ¡LE DISPARE JUSTO EN EL CORAZÓN!.
–. ¿¡QUE MIERDA ESTÁN DICIENDO!? –grito–. Yo mismo mate a mí padre.
–. Al parecer sobrevivió y alguien lo ayudo –dice Mitchel–. Hay evidencia.
Me dejan en el escritorio una foto donde se va claramente a mí padre conversando con Ríos. No... no puede ser.
–. ¿Mando a matar...? –cierro los ojos–. ¿... A su propia hija?.
–. Así es tampoco podemos creerlo en estos momentos pero... –Mitchel suspira–. Conocíamos a tu padre, sabes de lo que es capaz.
–. ¡ERA SU HIJA! –grito–. ¡TENÍA QUINCE AÑOS! ¡QUINCE AÑOS CON UN DEMONIO!.
...****************...
En otra parte de la ciudad el temido y poderoso Federico Leone, el demonio que volvió del infierno preparaba su venganza contra su hijo Renzo.
Antonio Ríos lo ayudaba en ello.
–. Entonces... –dijo sentado en su sillón–. ¿Mí hijo se ha enamorado?.
–. Si, señor. Tiene una hermosa novia –Antonio le respondió–. ¿Que quiere que hagamos señor? ¿Lo mismo que a su hija?.
–. No –niega.
Este miraba la foto de Melina junto a su madre.
–. No nos conviene meternos con ella... –dejo la foto en su escritorio–. Yo conozco a esta mujer.
–. ¿La conoce? –pregunta Ríos–. ¿A su madre? ¿De dónde?.
–. Es la amante de Beliath Ivanov... Y la chica –dice–. Imagino que debe ser la hija de ambos.
–. ¿Cómo sabe eso, señor? –pregunto confundido.
–. Tengo mis contactos en la mafia rusa –se apoya en el respaldo–. Incluso supe mucho antes que él la existencia de está chica.
–. Entonces –lo mira–. ¿Ahora que?.
–. Tenemos que alejarlo de esa muchacha –suspira–. Obligarlo quizás... Se volverá débil sin ella.
Federico Leone estaba obsesionado con la venganza contra su hijo. Pensó que después de la muerte de su hermana se debilitaría pero no... Se hizo más fuerte e inteligente llevado por venganza. Y el amor...
El amor es una debilidad y su fortaleza. Renzo no se rendirá hasta mantenerla a salvo y esa es su fortaleza, pero... Si algo le pasará a la chica se debilitaría hasta dejarlo sin defensa y ahí... Sería el momento justo para atacarlo. Tenía que hacer algo.
