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Reticiencias De Un Amor

Reticiencias De Un Amor

Status: En proceso
Genre:Amor-odio / Pareja destinada
Popularitas:4.3k
Nilai: 5
nombre de autor: KeliindA RojanO C.

Ava es una joven a punto de graduarse de doctora el cual siempre ha sido su sueño, al conocer a maximiliano un hombre multimillonario quien queda hipnotizado por su belleza, su amor se basa en romance hasta que el tuvo un terrible accidente quedando en coma, ella se ve obligada a tomar decisiones si el, cuando el despierta el caos llega y ella descubre lo despiadado que es, ¿podrá Ava salir a tiempo de ese amor sin remedio?

NovelToon tiene autorización de KeliindA RojanO C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Una Ronda

Salí de la habitación y me senté en una silla en el pasillo, sintiendo que mi mundo se derrumbaba.

Me permití llorar y dejar salir toda la frustración y el dolor que había estado acumulando. Pero después de un rato, me di cuenta de que no merecía que llorara por alguien que no me recordaba ni me valoraba.

Me sequé los ojos y tomé aire profundamente para calmarme.

Me levanté y me dirigí hacia la salida del hospital, decidida a irme a casa y olvidar el dolor que había sentido.

Al salir del hospital, me encontré a Elías, que acababa de llegar en su auto. Al verme, se bajó rápidamente y se acercó a mí.

—¿Qué pasa, Ava? ¿Estás bien?—, me preguntó con preocupación. Le respondí con un simple —Sí, estoy bien— y le dije que me iba a casa.

Elías me miró con escepticismo y me preguntó si había discutido con Maximiliano. Asentí con la cabeza y seguí caminando hacia la calle.

Elías me ofreció llevarme a casa, pero le dije que no era necesario, que iba a tomar un taxi. Insistió, pero no le hice caso. Afortunadamente, un taxi llegó en ese momento y me subí sin mirar atrás. Elías me llamó, pero cerré la puerta y le dije al taxista que me llevara a casa. El taxi se alejó del hospital, dejándome sola con mis pensamientos.

Llegué a casa y subí a mi habitación,

me dejé caer en la cama y marqué el número de mi amiga Alice. Después de unos cuantos tonos, respondió con su voz alegre y cálida.

—Hola, Ava! ¿Cómo estás?—, me preguntó, notando algo en mi voz.

Me sentí un poco aliviada al escuchar su voz y decidí no contarle todo lo que había pasado con Maximiliano. —Hola, Alice. Estoy bien, solo un poco cansada—, le dije, tratando de sonar normal.

Alice no pareció convencida, pero no insistió. —¿Qué has estado haciendo hoy?—, me preguntó, cambiando de tema.

Me sentí agradecida por el cambio de tema y le conté sobre mi día, omitiendo los detalles sobre Maximiliano.

Charlamos durante un rato, y me sentí un poco mejor después de hablar con ella. La conversación con Alice me hizo olvidar un poco mis problemas y me recordó que había personas que se preocupaban por mí.

—¿Quieres venir este fin de semana a salir y despejarnos un poco?—, le pregunté a Alice, esperando que aceptara mi invitación.

Alice se rió al otro lado de la línea. —¡Claro que sí! Me encantaría. ¿Qué tienes en mente?—, me preguntó, su voz llena de entusiasmo.

Me sentí un poco más animada al pensar en pasar el fin de semana con mi amiga. —Podemos ir a cenar, ver una película o simplemente salir a caminar—, le sugerí. —Lo que tú quieras—.

—Suena perfecto—, dijo Alice. —¿Qué día te viene mejor?—

—Lo más pronto posible,—le respondí.

—Genial—, dijo Alice. —Allí estaré voy a reservar el boleto. ¿Estás segura de que estás bien, Ava? Te noto un poco...distinta—.

Me sentí un poco culpable por no contarle todo a Alice, pero no quería hablar sobre Maximiliano en ese momento.

—Sí, estoy bien—, le aseguré. —Solo un poco estresada. Pero verte me hará sentir mejor—.

Alice aceptó mi explicación y nos despedimos, quedando en vernos el sábado. Colgué el teléfono sintiéndome un poco más aliviada y emocionada por pasar el fin de semana con mi amiga.

Me dirigí a la cocina, donde la señora Ana, la encargada de la casa, estaba preparando la comida. Me ofreció un plato caliente y apetitoso, y acepté con gusto. Mientras comía, conversamos un poco sobre la salud de maximiliano y algo más.

Después de terminar de comer, subí y al llegar a mi habitación, me di cuenta de que tendría que ir al hospital a cumplir con mis horas de prácticas, ya que Maximiliano había despertado.

Me sentí un poco nerviosa al pensar en volver a verlo después de nuestra discusión, pero sabía que tenía que hacerlo en algún momento.

Me tomé un momento para prepararme mentalmente y recordarme a mí misma que debía mantener la profesionalidad y no dejar que mis sentimientos personales interfieran con mi trabajo. Respiré profundamente y me dirigí hacia la puerta, lista para enfrentar lo que fuera que me esperara en el hospital.

Me puse la bata blanca y me preparé para la ronda de pacientes con el doctor Álvaro. Mientras él nos daba una breve charla sobre el plan del día, noté que dos chicas a mi lado estaban murmurando sobre lo guapo que era el doctor. También las escuché decir que no dejaba de mirarme, pero las ignoré y me concentré en lo que el doctor estaba diciendo.

Cuando terminamos la charla, todos nos pusimos de pie y salimos de la oficina hacia las habitaciones de los pacientes. Después de unos minutos de rondas, llegó el momento de entrar en la habitación privada de Maximiliano. Me sentí un poco nerviosa al saber que iba a verlo de nuevo, pero me recordé a mí misma que debía mantener la profesionalidad y enfocarme en mi trabajo.

Respiré profundamente y seguí al doctor Álvaro y al resto del equipo hacia la habitación de Maximiliano. Al entrar, lo vi acostado en la cama, con una expresión seria en su rostro. Me preparé para lo que fuera que sucediera a continuación.

Entramos en la habitación y era mi turno de dar las indicaciones del paciente.

—Buenas tardes—, dije, tratando de sonar profesional. —El paciente es Maximiliano McConell, de 34 años. Fue ingresado porque despertó de un coma de 5 meses y lo trajeron para realizar los respectivos exámenes para saber el estado de su salud, ya que al parecer presenta una amnesia temporal—.

El doctor Álvaro me miró atentamente, y yo me sentí nerviosa bajo la mirada penetrante de Maximiliano. El doctor me habló con voz suave y me preguntó:

—¿Cómo salieron los exámenes?—.

Miré la planilla y respondí: —Los exámenes todos han salido perfectos. De hecho, ya le han dado de alta—.

El doctor me tocó el hombro y me dijo:

—Muy bien, Ava. Eso es todo—.

Luego, se volvió hacia Maximiliano y le dijo: —Espero que se recupere, señor. Ya en un momento podrá irse a casa—.

Todos asentimos y salimos de la habitación en silencio. Una vez fuera, el doctor Álvaro nos dio algunas instrucciones adicionales antes de que nos dirigiéramos a la siguiente habitación. Yo seguí al grupo, todavía sintiendo la mirada de Maximiliano en mi espalda.

Minutos después ya habíamos acabado todas las rondas, los demás practicantes se fueron ha realizar sus labores y yo las mías

Entré en la habitación con la Orden de salida de Maximiliano en mano. La señora Paulina estaba allí, sonriendo y saludándome amablemente.

—Hola—, respondí con una sonrisa, y le entregué la Orden de salida. —Ya se pueden ir—, dije.

Me acerqué a Maximiliano, quien me miró con atención. —Me permites, por favor—, le dije, mirando su mano y estirando las mias para poder retirar el catéter que tenía.

Él asintió con la cabeza, y tomé su mano con delicadeza. Retiré el catéter con cuidado, y cuando terminé, le dije: —Ya está—.

En ese momento, la puerta de la habitación se abrió y entraron Elías y Arnold. Me vieron y me saludaron con cálidas sonrisas. —Hola, Ava—, dijeron al unísono, y yo les respondí con una sonrisa. Elías se acercó a Maximiliano y le dio un abrazo, mientras que Arnold se dirigió a la señora Paulina y la besó en la mejilla. La habitación se llenó de un ambiente cálido y familiar, y yo me sentí un poco fuera de lugar, pero contenta de ver a Maximiliano rodeado de personas que se preocupaban por él...

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olga esperidioni
falta la terminacion de la novela ,ai termina en el capitulo 28,se leyo al cohete
KeliindA RojanO C.: Hola, Gracias por tu comentario, la novela se actualiza diario, agradezco su paciencia.
total 1 replies
KeliindA RojanO C.
Emocionante
Ana Gonzalez
exelente novela ❤️
KeliindA RojanO C.: Gracias, es para mí un orgullo que mi novela sea de tu agrado 😊 esperamos que siga siendo así.
total 1 replies
Miraval 💃🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴
Creo que aún, si Maximiliano no hubiera sufrido ese accidente, ese matrimonio estaba destinado al fracaso, parece que no la amaba como decía, la amnesia no es motivo para que la trate tan mal, parece que la odiara . Si bien es cierto que ella no debió dejarse manipular por la suegra y el cuñado para casarse y menos para embarazarse , él está actuando como todo un patán y la que está llevando las culpas es Ava, la suegra debería ayudar., ella fue la de la idea. 🧐🤔🇨🇴
KeliindA RojanO C.: Hola, Gracias por tu opinión, estoy totalmente de acuerdo contigo, al parecer maximiliano mostró su verdadero rostro, Pero recuerda que entre el odio y el amor solo hay un paso...
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KeliindA RojanO C.
me alegro que sea de tu agrado, te invito a seguir leyendo
KeliindA RojanO C.: Muchas gracias, 😊
Magdalena Flores: la felicito por su por sus libros sos un hermoso lo estoy leyendo los tres chiquitito como el dicho en los comentarios anteriores con otra escritoras le doy las gracias por escribir lindas historias a usted y a sus colegas
total 2 replies
Luis Carlos Ortiz
waooo que interesante 🥰
MARCE
excelente relato
MARCE
muy buen relato 🥰
Yessica Gutierrez Mamani
Quiero saber qué pasa a continuación 😮
Akira
Enganchada completamente
KeliindA RojanO C.: Me alegro que sea de tu agrado, te invito a seguir leyendo 😊 muchas gracias
total 1 replies
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