Contrato Sellado

La miro fijamente con esos ojos que a ella le encantaba mirar, pero aún así eran intimidantes, ella lo soltó y se volvió a sentar enfrente de el.

Comenzó a decirle que Saori no era nada buena porque a su anterior prometido lo trataba muy mal y salía con muchos chicos, que nada más se casaba con el porque el compromiso ya estaba arreglado. Ren sólo la escucho y espero a que terminara, pero era ridículo lo que decía, era mejor interrumpir su sarta de mentiras.

- Tengo entendido que su compromiso se canceló porque usted salió embarazada de el.-

- Eh!?.-

Ginebra no esperaba que él supiera eso, pero era cierto que todos sabían lo que realmente paso, era estúpido fingir otra cosa. Así que agachó la mirada y fingió llorar, era mejor ser la víctima siempre.

- Lo siento, yo también soy una víctima en todo esto, tuve que casarme por el bebé que esperaba, yo... Yo no quería.-

- No quería, qué?. Robar al novio de su hermana o intentar algo con su prometido?.-

- Yo jamás haría eso.-

Dijo levantándose y exaltada, el era tan cruel como lo recordaba, sus palabras siempre la herían, no recordaba porque le gustaba el, pero no quería perder ante su hermana, no le dejaría las cosas fáciles, ella la quería humillar.

- Lo lamento, yo soy una molestia.-

Derramo unas lágrimas, era sorprendente su nivel de actuación, no cualquiera puede llorar de esa manera. Pero para Ren eran solo molestias, tenía mucho trabajo y ahora está estupidez, hubo un largo silencio ella agachada fingiendo llorar y Ren tratando de ignorar todo esto. Era una completa perdida de su tiempo, se preguntaba cuándo aparecería Saori, sabía que ella iba a llegar y no se equivocó. De repente se abrió la puerta y Saori entro con una sonrisa en su rostro y se acercó a Ren.

- Cariño~ Estoy aquiiii.-

Se sentó encima de el, le rodeo el cuello con sus manos y lo beso, un beso muy largo y provocativo para el. Ren sólo se dejó llevar y la tomo de la cintura disfrutando del intercambio de saliva.

Mientras tanto Ginebra se quedó pasmada observando aquello, iba a estallar pero se controlo, debía controlar su carácter y darle buena impresión a Ren, no podía hacer un escándalo, no otra vez.

Apretó los dientes miro a Saori con mucho rencor pero en ese momento se dió cuenta que Saori también la miraba mientras aún se besaba con Ren, eso le dió más rabia se levantó para enfrentar a esa maldita hermana que tenía pero ella se separó de Ren y la miró asombrada.

- Qué?, qué haces aquí Ginebra?.-

- Hermana... Yo.-

Desvío la mirada como si se sintiera culpable, quería que ella viera que Ren no era exclusivo.

- No es lo que crees, solo vine a hablar con Ren porque nos conocemos hace mucho tiempo y... Bueno... Eso.-

Saori se levanto y dejo la bolsa que traía en la mano en el escritorio, miro a Ren y luego a su hermanastra y volvió a mirar a Ren, hizo una cara de decepción y se dirigió a la puerta, esto sorprendió a Ren, ella era también muy buena actuando. Creyó realmente que ella estaba desilusionada con todo lo que hizo pero sabía que estaba actuando, aún así se levantó para tomarla de la mano y de su boca salieron palabras que realmente ni el mismo se espero, pero lo hizo.

- Yo jamás te voy a traicionar.-

Eso sorprendió a ambos, pues uno no esperaba decir esa tontería y el otro no esperaba escuchar esa tontería. Aún así Saori tenía un objetivo.

- Eso tienes que demostrarlo.-

Safo su mano del agarre de Ren y siguió caminando ahí estaban algunas de las chicas con las que antes se juntaba, viendo todo lo que pasó, Ginebra sabía quiénes eran y se conmocionó, esas arpías irían a contar el chisme que ella estaba reuniéndose con el prometido de su hermana en privado y la tacharían de oportunista o algo peor. Estaba en una mala situación, cómo llegaron todas esas arpías hasta alli. Si decía algo más seria perjudicial para ella por eso prefirió callar. Todas solo observaron y cuando Saori salió la siguieron hasta la salida.

Desde el momento en que Saori le dijo a Romel que dejara que su hermanastra entrara quedó en una salida con ciertas chicas que solía frecuentar antes, sabía que ellas eran indicadas para ese plan que tenía, cuando dos de ellas aceptaron también invito a la única amiga que le ayudo cuando salió de aquella casa, no hizo mucho por ella pero eso fue una ayuda enorme para Saori. Les dijo que las pasaría a recoger, como ella no tenía coche le pidió al abuelo que le prestará un chófer para llevarla a salir con sus amigas, el gustoso lo hizo y salieron a un restaurante pero llevaba con ella un poco de comida de la mansión para pasar dejarla a Ren. Les comento a las chicas que irán a su oficina a dejarle la comida y luego irían a comer. Ellas aceptaron gustosas, les encantaría ver a Ren de cerca.

Al llegar al edificio Saori se bajó y les dijo que la esperarán que no se tardaría, pero dos de ellas la miraban con sus grandes ojos suplicantes. Ellas querían entrar pero lo sabía, eso es lo que quería.

- Chicas, quisieran acompañarme para que saluden a Ren.-

- Si por supuesto.-

- Claro que no podemos irnos sin al menos saludarlo jeje.-

- Para mi no hay problema.-

- Bien vamos.-

Se bajaron del auto y se dirigieron al edificio, al entrar Romel las esperaba en la recepción, las guío hasta al ascensor y subieron.

- Saori , has de venir muy a menudo aquí.-

- Eh!?, Bueno no, Ren ha estado muy ocupado con el trabajo y yo con la boda así que prefiero no molestarlo jejeje, solo nos vemos en casa del abuelo.-

- Eeeehhh!! Que lindos.-

- Quien lo diría jajaja.-

Así siguieron parloteando hasta llegar al último piso. Caminaron hasta la oficina y Saori ni siquiera se molestó en tocar, entro directamente. Así fue como se suscito todo el problema.