Cayleen, una chica dulce, pura y con un corazón muy bueno, se ve obligada a casarse con un príncipe testarudo, narcisista, que la tratará muy mal, pero ella deberá mantener la promesa que su padre le hizo al Rey
NovelToon tiene autorización de Pパオラ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap. 19 Propuesta
—Cayleen, puedo saber por qué te casaste con el príncipe? —preguntó Astrid sin educación alguna.
—Creo que usted sabe la razón princesa, nuestro matrimonio es debido a la promesa del Rey con mi padre..
—Mm eso lo sé.
—Y entonces?
—Te pregunto a ti por qué te casaste, no cualquiera que tenga una increíble vida va a aceptar casarse con un desconocido.
—Usted... talves no lo entienda pero esa promesa es muy importante para mi.
Astrid rió mucho y dijo —que estúpida.
Cayleen solo se quedó callada y no respondió mientras apretaba sus puños y Astrid volvió hablar.
—Te casas sin amor y te acuestas con un hombre al que no amas por una promesa? eso es absurdo.
—Princesa ese no es su asunto más bien es el mío —respondió Cayleen educadamente.
—Pero el hombre con el que te casaste es Felipe —dijo muy furiosa.
—Y es su amigo nada más—respondió Cayleen tranquilamente.
—¡Es mi hombre! —dijo gritando.
—Que.. Está tratando de decir? acaso usted y felipe...
—No, pero has visto la forma en la que me trata? el siempre ha sido muy dulce conmigo, me ha cuidado mucho desde que era una niña, me ha comprado lo que yo quería siempre me dice que soy su dulce princesa, estaba segura de que me casaría con él y me quería como su esposa. —dijo entre lágrimas.
—Talves todo lo interpretó mal princesa, talves el la quiere como una hermana. —dijo brindándole un pañuelo.
—No no es cierto acaso Felipe te ha tratado así?
Cayleen solo agachó su mirada, pues con ella había sido muy amable muchas veces pero la mayoría demostraba su odio.
—Ya has estado con Felipe? —preguntó Astrid sabiendo que Cayleen entendería su referencia.
—Princesa, creo que esa es una pregunta personal.
—Lo sé pero quería saber si debo alejarme o no, tienes que ayudarme, tú no lo amas, solo divórciate de él, te prometo que te ayudaré economicamente con lo que desees.
—No funciona así princesa, sabe que ante mucha gente nos casamos, además hice un contrato con el Rey y yo no puedo divorciarme antes de los 5 años por lo menos.
Después de que Astrid llorara por mucho tiempo finalmente dijo.
—Podríamos ser amigas?, como te dije antes nosotros con Felipe somos muy amigos desde niños y por la razón que se casaron quisiera ser tu amiga también.
—Claro que si —respondió fingiendo una sonrisa mientras se alejaba para pasar por la sala de espera en dónde se encontraba Felipe y Enrique.
—Felipe piense esto, enamoro a la princesa entonces ella se irá conmigo y usted quedará completamente libre otra vez y quedará como el bueno ante su padre, por que ella lo dejará, a cambio de eso yo recibiré a la princesa y la trataré muy bien, nos beneficiamos los dos no lo cree?, propuso Enrique mientras Cayleen escuchaba todo tras el pilar pero no se quedó a escuchar la respuesta de Felipe solo lo vio sonreír a gusto , asi que asimiló que era una sonrisa de aceptación y se fué, Astrid la veía desde atrás y sonreía con mucha maldad al terminar de escuchar todo.
—Enrique, qué clase de príncipe es? Que me propone algo así, la princesa es mía y no voy a dársela a nadie, a lo demás conociéndola, ella nunca se enamoraría de un príncipe así y mucho menos me dejaría, lo que me ofrece es algo tan miserable, desde cuando cae tan bajo su alteza?.
—Desde que me interesó su princesa! Y aunque esté casada con usted, lograré conquistarla de igual manera, ella no lo ama.
—No se atreva a meterse conmigo.. —respondió Felipe muy enojado.
— Bueno me terminé el té —dijo Enrique levantándose con una gran sonrisa y saliendo de aquella sala.
—Piense muy bien mi querido príncipe —dijo con su gran sonrisa que resaltaba en su cara mientras Felipe se moría de tantas iras que lo carcomía, ni siquiera él mismo sabía lo que lo enojaba.
—Furioso? —preguntó Astrid sonriendo amablemente cuando por dentro ella lloraba llena de enojo.
—Por qué lo estaría princesa?.
—Mm déjeme decirle su alteza que escuché parte de su conversación, será que el príncipe se está enamorando de esa dulce niña?.
—No diga estupideces Astrid, simplemente no quiero dejarme ganar de Enrique..
—Pero.. Creo que Enrique tiene razón.
—Razón?
—Si él la enamora, mi alteza estará libre, no es lo que quiere?.
—Si princesa, pero él ganará y no quiero eso.
—No quiere que la princesa se vaya?,talves está agarrándole un cariño en tan poco tiempo.
—Astrid no hable así, simplemente digo que si Cayleen se va con Enrique el ganará.
—Pero usted ganará contra el Rey y además no será su esposa.
—Si pero Enrique ganará y no quiero a lo demás estoy seguro de que Cayleen no se enamorará de él.
—Ya la conoce tan bien?, solo va un mes con usted como puede asegurarlo.
Felipe se quedó en silencio.
—Si ella se casó con el príncipe por dinero, entonces será fácil que se enamore de otro príncipe que le ofrezca mucho más..
—Astrid no hables así le ofrecí dinero y no se fue..
—Su alteza, las mujeres somos astutas, cuánto dinero obtiene ella con ser la Reina de esta nación? Ella quiere todo, no solo una pequeña cantidad.
—Por esa misma razón no se irá con Enrique.
—Y con el divorcio de usted cuánto cree que se llevará.
—Astrid creo que es mejor que vaya a casa, ahora tengo algo que hacer y estoy un poco ocupado —dijo Felipe evadiendo la conversación, pues el poco tiempo que conocía a Cayleen sabía que ella no era así pero las sisañosas palabras de Astrid le hacían dudar.
—Bien, entonces vendré otro día, piense muy bien en aceptar la propuesta de Enrique —y se despidió haciendo la referencia.