Ravenna y Dorian, el duo perfecto de la mafia italiana mas peligrosa del mundo liderada por su familia.
Son conocidos como:
”Lobos sanguinarios”
Ella es astuta, manipuladora y su belleza es la perdición de muchos.
El es cauteloso y controlador.
Ambos indomables, también consiglieres de su padre el lider.
No les gustan los menores, siempre con mayores, Pero no les importará cuando se encuentran con los menores que les volcaran el mundo de cabeza y los pondrán a su merced.
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INFIERNO
RAVENNA
Camino entre la oscuridad sin saber a dónde me dirijo, de repente una luz se alza a lo lejos, corro como nunca siento que persiguen, debo correr o me alcanzaran pero son mas rapido que yo, termino entre sus manos. estoy en el túnel de hace años donde yacen mis dos únicas desgracias.
Estoy atrapada, el aire es denso y frío es casi como que el lugar intentará asfixiarme, las paredes están húmedas cubiertas de moho, el eco de las risas resuenan en mi mente como un eco de mi propio dolor cada risa es un recordatorio cruel de mi impotencia, una burla que corta más profundo que cualquier herida físico.
Mis ojos se ajustan a la poca luz que caí y puedo ver a helena tendida en el suelo su rostro refleja sufrimiento y desesperación, rodeada de sombras que amenazan con hacerle daño mientras se preguntan…
¿Quién va primero?. Que comentarios lujuriosos que no puedo soportar escuchar, era como si el tiempo se hubiera detenido y cada segundo se convirtiera en una eternidad de angustia.
Me intento mover, pero de repente siento cadenas pesadas y frías que me sujetan a la pared sin poder moverme.
—No te preocupes, ahora soy más fuerte puedo salvarte—le digo mirándola a los ojos tratando de liberarme.
Ella me mira con una sonrisa dolorosa…
—¡¡No lo hagas!! —grito después de ver que una sombra levanta un bate para pegarle en la cabeza. Pero no pude salvarla, le pego robándole su último aliento. —!!!No!!! —grito y me despierto de la pesadilla. Me voy a la cocina saco de los cajones una pastilla que al echarla en el agua se deshace emitiendo un ruido relajante de burbujeo que me tranquiliza.
Este es mi infierno, sigo atrapada en ese lugar, no hay una sola noche que pueda dormir sin soñar con lo que paso ese día, si no ella soy yo la zufre y asi.
Solo con estas pastillas puedo tener un momento de relajación. Saco un yogurt y lo bebo mientras sigo dejando caer las pastillas en el agua. Pensé en llamar a Dorian y contarle que vi a esa chica, pero no soportamos hablar de helena, cada vez que veíamos algo que nos la recordaba intenta vamos hablar pero solo terminamos sintiendo culpa y rabia.
Aún así fue agradable verla aunque en estos momento helena tendría 22 años y esa niña tiene como unos 16 o 17 por eso aun tiene la cara tierna, pero es sorprendente su parecido, es un recordatorio de que nosotros somos los únicos que creímos mientras ella se quedó en ese tiempo para siempre.
🌸Dorian🌸
—Eran muchos, la limpieza llegará en 15 minutos. —hablo por teléfono el padre de la mocosa.
—Buen trabajo, acabo de cerrar un trato con los dientes de león—una organización mafiosa, de Irlanda—tendré que trabajar con ellos un tiempo por lo que tu trabajo se podría extender un poco más.
—Te doy 15 días no puedo demorarme más, ¿Crees que estoy muy desocupado para seguir siendo la niñera de tu hija?.
—No te pongas así y cumple con tu deuda conmigo sino fuera por mi estarías muerto. Además te permiti el sexo en mi casa, pero asegúrate de cerrar la puerta, mi pobre e inocente hija tuvo que verte en acción.
—¿Inocente?. —rio con sarcasmo.
—¡Oye! ¿Que insinuas?.
—Olvidalo—cuelgo. Casi me devora con su mirada y me dice que es ¿inocente?, emito una risita burlona.
—Ya es tarde, los niños deberían estar en cama—le dice Susana a la mocosa.
—¿Y tú quién eres? —le dice la comosa con una mirada juzgona.
—Susana, la guardaespaldas del señor.
—¿Guardaespaldas? —se rie con sarcasmo. —soy Samara. —con que asi se llama menos mal y no se llama helena o me hubiera vuelto loco.
—¿Cuántos años tienes Samara 14? —pregunta con una mirada juzgona mientras se ríe con desdén.
—17 ¿Y tú cuántos tienes 40? —le devuelve la risa, me quedo asombrado, físicamente es muy parecida a Helena pero su personalidad está lejos de ser comprada con la de helena, ella era más tranquila, no le gustaba y no era grosera como esta mocosa.
—Que grosera—musita Susana mirándome y yo solo observo su comportamiento infantil.
—Me voy a la cama, señora ya es tarde sus hijos tienen escuela mañana—dice después levantarse y aguanto las ganas de reírme. Que rapido se recupera, hace unos minutos estaba metida en el armario, muy asustada. Ahora que lo pienso parece que le dio un ataque de pánico.
—Oye mocosa, ¡yo no tengo hijos! —se enoja, Samara hace una expresión de preocupada.
—Y me temo que nunca los tendrá ya es demasiado tarde para usted—sonrie falsamente y sube las escaleras dejando a Susana enojada.
—Esa maldita mocosa, ¡¡tengo 30!! —grita sacando el dedo del medio.
—Calmate, ya se fue —le digo, voy al lava manos de la cocina y me lavo las manos ensangrentadas.
—Apenas la conozco y ya es mi rival.
—¿Rival?.
—¿Crees que no note cómo la mirabas?, estabas que reías por lo que me decía.
—¿Estás loca?, es una niña.
—Si aja.
—Aunque así fuera no sería tu rival, no somos nada, y no puedes competir por mi, porque nunca estaré con alguien en serio y menos con una mocosa. —me acerco a ella y la beso—Terminemos lo que no pudimos antes.
🌸Ravenna🌸
Lunes, 23 de febrero del 2020
Recorro los pasillos de la escuela en busca de pistas pero aún no veo nada,
¿Dónde debería buscar?
Pero entonces veo a través de la ventana un edificio que hace parte de la escuela, ya está en ruinas. Es mi bisabuelo y fue hace muchos años, debería estar en los lugares más viejos de la escuela…empezaré por ese edificio.
—Miss, ¿Dara la clase? —pregunta una chica, miro la hora y resulta que es hora de dar la clase.
—Ah! si claro entren—digo con una sonrisa que desaparece lentamente cuando me alejo de la venta.
Mi rostro se ilumina cuando veo un yogurt de fresa en mi escritorio, estos niños son un amor, que casualidad más bella. Lo abro y me concentro en el.
—Ah si!, Sonia ven aqui—le hablo a una estudiante—Reapartelo con tus compañeros, realicen este trabajo, les expliqué la clase pasada, tienen hora y media. —La clase dura dos horas, les daré más de la mitad así solo tendré que calificar e irme rápidamente.
Me acerco a la ventana del salón, puedo ver unos chicos jugando futbol, muchos recuerdos viajan a mi mente y sonrió solamente mientras sigo con mi yogurt me doy vuelta para ver a los estudiantes y noto que el chico del puente me mira con una sonrisa que se desvanece apenas lo miro y se concentra en el exámen.
Recuerdo ese día en el puente, ¿Estará pasando un mal momento?, ¿Por qué quería morir?. Como sea eso no me importa, vuelvo a sentarme en mi asiento. Y vuelvo a pensar su mirada se me hace conocida, pero estoy segura de nunca lo vi antes…
Pero ya en serio ¿qué le pasa? ¿Por qué me mira así? —pienso cuando vuelve a mirarme, sus ojos iluminados y su expresión… es como si quisiera ocultar que está feliz…Ja! Quien lo ve así y quiso morir ¿Por qué el cambio repentino?