Sueños De Amor

Sergio iba camino a la cocina a buscar a Alexa, pero en su camino se encontró con Ágata quien había entrado a la casa a pedir bebidas para sus invitados.

"Hijo, que gusto verte", saludo, la mujer, muy emotiva.

"Igual mamá, ¿tienes invitados?", pregunto Sergio viendo a las personas en el jardín.

"Los Ferrer vinieron a visitarnos, creo que quieren emparentar con nosotros", comento Ágata rodando los ojos.

"Qué sigan creyendo, a mi no me interesa nadie", respondió Sergio viendo a Alexa.

Sus ojos se suavizaron al ver a Alexa y una sonrisa apareció en su rostro, está acción fue notada por Ágata quien sonrió al ver el brillo en los ojos de su hijo.

"Ya veo que no te interesa nadie", expuso Ágata con una mirada cómplice.

"No imagines cosas mamá, Alexa y yo somos de mundos diferentes y no podríamos estar juntos", indico Sergio con cierta nostalgia en su voz.

"Eso es del siglo pasado, eso de las clases sociales es pura estupidez, si ella te gusta entonces lucha por conquistarla", aconsejo Ágata decepcionada de la manera de pensar de su hijo.

"Miranda nunca permitirá que me acerque a su hija", respondió Sergio entristecido.

"¿Te gusta Alexa o Miranda?", pregunto Ágata rodando los ojos.

"A ti no puedo mentirte, Alexa me gusta mucho, creo que siempre me gustó y por eso era tan idiota con ella", confesó Sergio mirando fijamente a Alexa.

Ágata necesitaba darle un empujón a su hijo, ya que por si solo nunca se atrevería a nada con Alexa, tenía que apurar sus planes si quería un nieto. Mientras tanto, debía lidiar con la familia Ferrer, esa hija de ellos era una pesada, superficial y frívola, no había dicho nada interesante en la hora que tenía hablando.

"Alexa, cariño acércate por favor", dijo Ágata.

"Si, señora, ¿se le ofrece algo?", pregunto Alexa yendo hasta donde estaba Ágata.

"Hola Alexa", saludo Sergio besando la mejilla de la joven.

"Hola Sergio, no sabía que ibas a venir", respondió Alexa sorprendida.

"Vine a hablar contigo, mañana tenemos la reunión con Miguel López y debemos finiquitar algunas cosas", explico Sergio.

"Ok, entonces arreglemos lo que hace falta", respondió Alexa confundida.

"Debemos ir a la oficina, espero no tengas problema con tu mamá", comento Sergio guiñando un ojo.

"No creo, igual vamos a trabajar", respondió Alexa con complicidad.

Aunque era cierto que Sergio tenía ciertas dudas en cuanto a sus sentimientos por Alexa, no podía evitar querer estar a su lado todo el tiempo.

"Ve y le avisas a Miranda, mientras yo te espero aquí", dijo Sergio sintiendo su corazón latir a mil por hora y una sensación extraña en el estómago.

Alexa fue con su mamá a informarle que tenía trabajo y que su contrato especificaba que si Sergio la requería en cualquier momento ella debía ir con él sin excusas. Miranda no quedó muy feliz con la idea, pero había decidido confiar en su hija, así que no le puso muchos obstáculos para dejarla salir. Después de hablar con su mamá Alexa fue a cambiar su ropa, tampoco era que iba a ir en ropa de oficina, ya que el domingo igual no había nadie en la empresa. Se puso un vestido fresco estampado en flores combinado con unos tenis, pocos accesorios y prácticamente sin maquillaje. Recogió su cabello en una cola alta ondulada en las puntas. Se vio por última vez al espejo y luego bajo las escaleras emocionada. Al llegar a la sala se encontró con una escena que la hizo sentir como una tonta, ahí estaba Sergio besándose con Irene. El pecho le dolía y las palabras de su mamá resonaban en su cabeza una y otra vez. Sergio solo se burla de las mujeres, él nunca iba a cambiar.

"Disculpen que los interrumpa, señor ya estoy lista", dijo Alexa sin mostrar sus sentimientos.

"Amiga, perdón no debiste ver esto", comento Irene con voz triunfal.

"No vi nada, igual no me interesa lo que ustedes estén haciendo", respondió Alexa indiferente.

Sergio se sintió un traidor, como pudo dejar que esto pasará, ahora había perdido la confianza de Alexa para siempre, además Irene es su amiga y por la manera de ser de ella nunca se interpondrá en ninguna de las relaciones de sus amigas.

"Vamos Alexa", ordeno Sergio saliendo de la casa molesto.

Alexa lo siguió no sin antes despedirse de Irene, ella era una mujer muy digna y no iba a permitir que nadie la hiciera sentir mal de nuevo. Aunque quería llorar y salir corriendo, dejarlo todo atrás tenía un deber con sus padres y no pensaba abandonarlos y menos por dos personas que no valían la pena, porque Irene había demostrado no ser una verdadera amiga.

Al llegar al auto Alexa subió como si nada, se puso el cinturón de seguridad y le pregunto a Sergio cuál era el problema que había surgido.

"Tenemos que dejar todo listo para la reunión de mañana con Miguel", respondió Sergio distante.

"Ok, imagino que se resuelve rápido", dijo Alexa en el mismo tono que usaba siempre con Sergio, no quería demostrarle que lo ocurrido hace unos minutos le había afectado.

"Aún no lo sé, ¿acaso tienes algo mejor que hacer?", pregunto Sergio molesto.

"Es domingo, cualquier cosa puede surgir".

Cuando Sergio iba a contestar, Alexa recibió una llamada del extranjero, era su mejor amigo, cuando ella vio de quién se trataba una sonrisa se dibujó en su rostro. Sin dudarlo contesto la llamada.

📱"Cariño, ¿cómo estás?, me tienes en el olvido", saludo Alexa alegremente.

📱"Princesa estoy en el país, vine solamente para verte a ti", respondió Diego.

📱"Qué emoción, tenemos que vernos lo antes posible", respondió Alexa olvidándose que a su lado estaba Sergio.

📱"Por supuesto que sí mi princesa, si quieres voy por ti está noche y vamos a cenar", dijo Diego con tono seductor.

📱"Si, claro, me encantaría, yo te aviso para que pases por mí", respondió Alexa sonriendo.

Después de colgar la llamada, fue que Alexa se volteó a. era a Sergio quien tenia una expresión seria y sus ojos parecían agujeros negros.