Entregando Vidas... Misión Nostradamus.

Abrí la puerta lentamente, empujé un poco entrando. El hombre se dio la media vuelta con una sonrisa de lujuria. Entré cerrando la puerta con seguro.

Fedor: Se lució señorita Bella.

Caminé hacia el hombre que bebía de su trago, le sonreí asintiendo con la cabeza.

Nahir: Le agradezco el cumplido.

Fedor: veo que tiene prioridad de este lugar.

Nahir: Claro, soy la dueña junto con Ivano.

Negó con la cabeza, le dio un sorbo a su bebida, la bajó dejando en la mesa, él se acercaba poco a poco, pasó por alrededor de mí acercándose, lo seguía con la mirada… sus manos sostuvieron con una suavidad mis brazos, di unos pasos hacia adelante apartándome de él.

Fedor: Quería verte a solas.

Nahir: igual yo.

Fedor: ¿Me bailarás?

Sonreí negando con la cabeza, me senté en el sillón sin apartar la mirada de él, feo no era, le calculaba una edad entre sus 45 a 50 años.

Nahir: Fedor, agente secreto de la élite de Lestad Petrov.

Entreabrió sus labios sorprendido de mis palabras, dio varios pasos dando media vuelta caminando hacia la puerta. Me levanté a toda prisa, él sostuvo la perilla de la puerta, levanté el látigo dando un fuerte golpe sobre su mano.

Fedor: aaaaahhhhh….

Se giró mirándome, le sonreí con malicia, la misma malicia que representaba ser enemigo de Santino.

Nahir: No me conoces.

Fedor: ¿Quién… ¿Quién eres?

Nahir: Bella, una bailarina que ha venido a tu petición.

Fedor: Estas loca. No sé por que dices que tengo tratos con Lestad Petrov.

Nahir: Señor Fedor, vamos, no me haga decirle lo que sé. Por que usted dijo aliado, yo digo de su élite que no es lo mismo.

Negó con la cabeza, con su otra mano intentó de nuevo abrir, corrí arrojándome hacia él donde los dos caímos al piso, pasé mis piernas por encima de su cuerpo, enredé el látigo de metal en su cuello, él sujetaba mis manos tratando de apartarlas.

Nahir: Me llamo Nahir Belov, la rusa que quiere y necesita llegar a Lestad.

Fedor: Yo.. yo… yo no sé.

Apreté con fuerza, oprimí un botón, sintiendo un poco de la descarga eléctrica que el látigo estaba liberando. Se removía de un lado y del otro tratando de golpearme.

Nahir: SOY LA ESPOSA DE SANTINO CARLUCCI, QUE AUNQUE ÉL ESTÉ MUERTO, VOY A COBRARME SU VIDA POCO A POCO CON CADA UNO DE USTEDE… EN ESTA VIDA O EN LA OTRA.

El hombre bajó su mano intentó golpearme con su codo, apreté más el látigo viendo como iba saliendo un poco de sangre, lo empujé manteniendo el látigo en su cuello, él desesperado estaba batallando con sus manos… estiré a un más.

Nahir: HARÉ QUE ME CONOSCAN POR SER QUIEN ENTREGUE VIDAS…

Fedor: No… no… no…

Su mano se fue hacia su pantalón, sacó su arma, le solté una patada viendo como dejó caer su arma. Me fui poniendo de pie quedando frente a él. Sus ojos estaban demasiado rojos, sonreí jalando el látigo dejando una buena cortada en su cuello, sus manos se reposaron en el tratando de detener la sangre.

Caminé hacia su arma, la tomé mirándola fijamente, levanté mi mirada hacia él.

Fedor: No… sabes… ajjj, con quien… te…

Nahir: NO ME INTERESA, LOS RUSOS LE HICIERON DAÑO A MI ESPOSO, UNO DE USTEDES LE QUITÓ LA VIDA. MÍRAMEEEEE, SERÉ YO QUIEN SE LAS QUITARÉ A TODOS…

Pum!!! Pum!! Pum!!!...

El cuerpo de Fedor cayó sobre el piso dejando cubrirse por un charco de sangre que salía de su cabeza y su corazón. Me acerqué sigilosamente, soplé por encima de la boquilla del arma, la arrojé encima de su cuerpo.

Levanté mi mirada hacia la puerta. Solté un gran respiro, sabía que me faltaba mucho por conocer mucho en el arte de pelea, me había quedado en el entrenamiento de Valentina y Beida con lo básico. Ahora era el momento donde esto tendría cosechas… No me importaba arriesgarme en lo poco o mucho que pudiera tener.

Me puse de cuclillas revisando el cuerpo del hombre, sentí unas llaves y su móvil, lo tomé mirándolo, negué con la cabeza, del tipo del de Lestad… Me incorporé caminando hacia el sillón. Mes senté sacando la portátil, lo conecté, entrando a su sistema operativo. Empezaba a desplegarse gran información de todo lo que Lestad y este hombre tenían entre si.

Nahir: Ahora entiendo por que grandes alianzas con este tipo de personas Lestad.

Decidí transferir toda la información posible, todo lo que tenía este hombre era de sumo interés, así que este es mi primer paso.

La barra de transferencia marcaba un 30%, sonreí imaginando lo que pudimos hacer juntos Santino y yo atrapando a estas personas.

Nahir: Si tan solo estuvieras con vida, escucharía tu voz.

Miré el móvil de este hombre, entré al teclado para hacer llamadas, conocía los números de cada uno de los integrantes de Nostradamus, pero me bastaba con escuchar solo uno. Tragué saliva. Marqué al número… me daba tono, levanté mi mirada viendo que eran las 2: 25 am, con suerte ni tendría respuesta.

Llamada:

- Di.. ga…

Entreabrí los labios al escuchar la voz de Bastian, la misma voz de Santino, mis ojos se llenaron de lagrimas.

- ¿Quién llama?

Me bastaba con escuchar su voz por un momento imaginando que fuera Santino, mis lagrimas empezaron a caer.

- ¿Nahir? Dime… ¿eres tú?

La puerta se abrió entrando Dalila, ella se llevó sus manos hacia su boca de ver al hombre sin vida. Le hice seña que se acercara. Negó con la cabeza, le hice la seña nuevamente… cubrí la bocina.

Nahir: (susurrando) Ven…

Ella miraba el cuerpo, pasaba a su lado sin dejar de mirarlo, rodé los ojos le entregué el móvil.

- Hola. ¿Nahir?

Nahir: (susurrando) dirás esto que te escribiré.

Negó con la cabeza sosteniendo el móvil. Sujeté la portátil empezando a escribir. Le mostré lo que había escrito.

- ¿Nahir? ¿eres tú? Solo di Si.

- TODOS LOS ITALIANOS VAN A CAER. VERÁN ARDER FUEGO Y SUS VIDAS SE HUNDIRÁN.

Me entregó el móvil, lo miré terminando la llamada. Dejé el móvil mientras terminaba de transferirse la llamada.

Dalila: ¿Quién era?

Nahir: Una persona que he puesto sobre advertencia.

Dalila: ¿Quién?

Nahir: Nadie…

Empecé a escribir en la portátil, tenía que poner códigos codificados, en este instante ya debería estar rastreando la llamada y como la tengo conectada al portátil, pudiera dar con la ubicación. Lo hacía a una velocidad que no me importaba pasar toda la noche bloqueando cualquier emisor de información.

Dalila: Nahir… este es uno de los rusos de la Lista.

Nahir: si, estoy transfiriendo toda la información…

Pavel entró mirando al hombre, levantó su mirada negando con la cabeza, con él venía Ivano, me miró un poco sorprendido.

Ivano: Bella, si este será tu punto de trabajo, no puedes asesinarlos aquí. Se supone que debes atraerlos, no ahuyentarlos.

Nahir: Lo sé, solo que se puso difícil.

Le sonreí juguetona, tampoco es que pudiera regañarme, tampoco teníamos ni un solo trato, solo me adueñé por las buenas de su centro, pero quien sino yo para hacerle ganar dinero.

(…)

El tiempo empezó a transcurrir como agua, todas las noches me dedicaba a venir al centro e ir conociendo un poco más a los rusos, no podía quedarme en solo mirar, tuve que entrar a su negocio de la droga, tanto que hasta se vendía como pan caliente a las afueras.

Mi nombre artístico como “Bella” ya empezaba a sonar, claro no como la asesina por que de eso si tenía que cuidarme, pero había acabado como unos 15 hombres de la lista de Santino, toda su información recaudada hablaba siempre de los relojes de Santino y de la Pendrive Central. Tuve que tratar de mantener activos los códigos que nos iban a llevar de una o de otra manera hacia ellos.

Ivano y sus hombres junto con Pavel y Dalila, me ayudaban a entrenar con el debido cuidado por mi embarazo que ya estaba cada día más notorio, Pavel me revisaba cada mes diciendo que mi embarazo iba demasiado bien, agradecía mucho que por el entrenamiento que hacía sin poner en riesgo a mi hijo era de lo más tranquilo pero lograba no hacer mucha pancita.

Dalila aprendía demasiado junto con Pavel que le di lo necesario en conocimiento de todo lo que Dimitri sabía, quizá no era un Dimitri, pero él sabía hacer muy bien su trabajo.

El laboratorio donde habíamos hecho grandes armas y grandes cosas para nuestra creación estaba repleto de todo lo que me habían subestimado por hacer.

Pavel: Tu bebé ya está por nacer Nahir.

Nahir: Lo sé.

Pavel: Prácticamente tenemos todo listo para dar los siguientes pasos.

Nahir: Dalila que sabes del rastreo de los Italianos.

Dalila: Tengo entendido que no hay nada que nos lleve hasta ahora a ellos.

Nahir: De acuerdo. Habrá…

Cerré los ojos con fuerza, sentí un fuerte dolor en la espalda.

Dalila: ¿Qué tienes?

Nahir: Nada, solo me dio una fuerte patada.

Pavel: Nahir, te he dicho que tus semanas ya están contempladas, que todo vaya bien, no significa que no se te pueda adelantar.

Negué con la cabeza, respiraba con un poco de dificultad, tragué saliva, me levanté llevando mi mano hacia mi espalda. Me costaba un poco en dar mis pasos, Pavel me sostuvo, le sonreí agradeciendo que él estuviera como médico.

Me acerqué a Dalila, ella me mostró los puntos donde los Italianos se habían presentando tratando de juntar varias listas de los códigos que necesitaban para tratar de activar la Pendrive Central.

Abrí y cerré mis ojos con fuerza. Los leía lentamente.

Nahir: en tres meses habrá un evento de la noche de Gala de los rusos.

Pavel: No pensarás ir…

Levanté mi mirada sonriendo, asentí con la cabeza.

Nahir: Nos hemos preparado para esto, allí debe haber más personas que reconozca en la lista, son 55 los que forman la élite de Lestad para su iniciativa Leviatan. Solo he logrado dar con 15. Además puedo decirte que me falta un verdadero traidor en esta lista.

Dalila: Preston.

Asentí con la cabeza, no se me olvida que fue quien le dijo a Lestad sobre mi padre y todo lo que había estudiado redes avanzadas. Reposé una mano en la mesa… Dalila y Pavel me miraron con angustia.

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Nahir

Dalila

Pavel