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Corazón De Cristal

Corazón De Cristal

Status: Terminada
Genre:Completas / Contratadas / Ascenso de clase social / Matrimonio entre clanes / Amantes del rey / Secretos de la alta sociedad
Popularitas:493.2k
Nilai: 4.9
nombre de autor: thailyng nazaret bernal rangel

Después de que el Rey Evans se llevara a la fuerza a Liliam, la vida de su hermana Sandra cambió bruscamente, su padre le ha dejado a cargo de las obligaciones de la hacienda, su vida deja de tener sentido para ella, pero comienza a tener un poco de luz cuando el General Itans llega a la hacienda para cumplir con la misión que el encomendó el rey, pero sin esperar lo que le tenía deparado el destino. Segundo libro de Corazón de Piedra.

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REENCUENTRO Y DESPEDIDA

...SANDRA:...

Me aparté de Liliam y no podía creer que estuviera frente, se le llenaron los ojos de lágrimas al igual que a mí. Estaba tan diferente, más bonita, más sonriente e incluso había ganado peso, llevaba un vestido vinotinto y me sorprendió tanto ya que jamás la había visto con una ropa tan femenina, le quedaba tan bonita, se veía preciosa y me sentí tan felíz.

— Liliam... ¿ Cómo? — Dije desconcertada mientras seguía observándola — Estás... Diferente... No usas pantalones.

— Lo hago por obligación... Sandra... Me alegra verte.

La obligaban a vestir así pero no parecía triste.

— ¿ Qué haces aquí hermana? — Pregunté, imaginándome lo peor.

Se quedó en silencio, debatiéndose ¿ Se escapó? Me abrazó de nuevo y respondí, alguien se acercó y supe que mi hermana no estaba sola, me aparté y observé hacia un hombre alto y fornido que se acercó, abrí mis ojos de par en par.

¡ Era el Rey Evans! Vestido como un simple civil pero igual de imponente y hermoso, me sentí como una hormiga insegura, todo parecía drenarse con su presencia, era tan intimidante. Sus ojos dorados eran severos y llenos de una seriedad que haría que cualquier chiste no diera gracia.

¿ Debía inclinarme ? Hice ademán de hacerlo pero me detuvo con un gesto.

— Señorita Sandra, no es necesario... No quiero que nadie se entere de mi presencia, no vine aquí como rey — Dijo con esa severidad, asentí con la cabeza y los evalué a ambos. No sabía que decir.

— ¿ Vinieron a pasear ? — Pregunté, ambos caminaron a la orilla de la calle y los seguí como si me fueran a contar un secreto, nos detuvimos a la sombra de un árbol.

— Sí, quería mostrarle el pueblo a mi prometido — Dijo ella, eso sonó tan diferente, le sonrió a Evans, lo observó tan perdida y enamorada, jamás había visto a Liliam así, era tan extraño verla con un hombre y tan ilusionada.

— Me alegra... Ustedes se ven felices... — Dije tensa pero muy aliviada de ver que Liliam no estaba sufriendo.

— No esperaba encontrarte aquí hermana, dime ¿ A que haz venido? — Me preguntó.

Me relajé un poco — Mi padre me ha dejado a cargo los asuntos de la hacienda desde que te fuiste — Se quedó desconcertada y un poco molesta.

La mirada del rey estaba sobre ambas y me costaba sentirme a gusto con su presencia.

— ¿ Cómo va mi padre con eso ? — Preguntó ella.

Sonreí emocionada — Vine a vender algunas especias... Mi padre por fin a cultivado su primera cosecha después de tanto tiempo... Y eso no es todo, los comerciantes nos han comprado todo porque saben que tú eres la prometida del rey y quieren adquirir nuestros productos... Nos ha dado prestigio — Observé al Rey Evans — Gracias majestad, por ayudarnos con esas piezas, de no ser por eso no se estaría recuperando la hacienda.

Él inclinó su cabeza a un lado— Es mi deber ayudar a la familia de mi prometida — Le tomó la mano a mi hermana y ella no pareció incómoda, más bien se sonrojó bajo el sombrero.

— Si todo sigue en viento en papá, en unos meses estaremos como antes — Dije pero extrañamente mi hermana sonrió de forma tensa, su prometido le soltó la mano, ambos parecían tensos ¿ Dije algo malo ?

— ¿ Qué hay de Clara ?

Se me borró un poco la sonrisa.

— Temo que Clara no ha tomado bien la noticia de tu compromiso, le ha afectado tu partida... Se mantiene encerrada en su habitación... Come pero no sale casi... Estoy preocupada.

La verdad es que Clara parecía mejorar pero yo sabía muy bien que solo estaba ocultando lo que sentía.

— Mi pequeña Clara... — Murmuró preocupada — La noté muy afectada cuando recibí la carta.

— Deberías ir a visitarnos, le alegrará mucho verte, tal vez así se anime — Propuse y asintió con la cabeza.

— La haré... Es lo que más quiero.

Yo asentí aunque lo dijo como si el rey no la dejara salir, él se veía de un carácter fuerte, solo su mirada era suficiente para sentirme regañada.

— Aún no puedo creer que vaya ser la cuñada del rey.

El General Itans detuvo la carreta frente a nosotros, me torné erguida.

— Señorita Sandra... Ya deberíamos marcharnos... — Guardó silencio cuando notó la mirada del rey, bajó del caballo rápidamente como si una alarma se hubiese activado en su interior y procedió a saludar al rey — Majestad...

— No haga ningún gesto que delate mi presencia, he venido aquí en calidad de viajero, no de rey — Lo interrumpió severamente.

— Estoy en la misma calidad — Dijo él y tomó una postura firme de soldado.

Observó a mi hermana y sonrió de forma amable — Lady Liliam ¿ Cómo se encuentra?

Mi hermana ahora era una lady, comprobé que si eran amigos, Liliam lo observó con calidez.

— Muy bien, es una sorpresa verlo aquí y con mi hermana — También estaba sorprendida, me observó y yo me acerqué al General Itans, me sonrojé.

— Necesitaba alguien que me ayudara con la mercancía y el General Itans se ofreció — Traté de explicar, el general se tornó serio.

— Siempre tan caballero con las damas, General Itans — Dijo el rey con un sarcasmo evidente, se me heló la sangre.

— Estoy aprovechando mi estadía en la hacienda para ayudar en lo que se pueda — Dijo él, estaba tan tenso ante la mirada del rey — También quería conocer al pueblo.

— Debe recordar que estás no son vacaciones General Itans — Le advirtió el rey.

No quería que se ganara un problema con el Rey Evans por ayudarme.

Entrelacé mi brazo con el de él y mi hermana abrió sus ojos de par en par al igual que su prometido.

El General Itans se incómodo y sus mejillas se sonrojaron, no era mi intención incomodar.

— Majestad, el General Itans está haciendo su trabajo, no se preocupe — Dije y sonreí, el General Itans se apartó de mí, dejando que la incomodidad también me recorriera.

— Espero que eso sea así y que éste supervisando correctamente que las piezas estén siendo usadas para lo que fueron destinada — Gruñó el rey.

— Por supuesto Majestad... El pres... Presente está siendo muy bien usado.

Pareciera que iba decir préstamo.

— Espero sus reportes — El rey elevó una ceja con arrogancia.

— Apenas llegue a la hacienda se los enviaré.

— Ahora, mi prometida y yo debemos volver — El rey parecía afanado por irse pero mi hermana no se movió cuando la sujeto del brazo con posesión y demanda.

— Debo despedirme de mi hermana.

— Tengo una mejor idea, nosotros también vamos de salida, podemos irnos juntos — Dije y el Rey Evans hizo un gesto de desaprobación, como si fuera una molestia la idea.

— Si, me parece bien — Mi hermana se adelantó — Así aprovechas y me cuentas los avances de la hacienda.

El rey no objetó, subió a su caballo al igual que Liliam, llevaban monturas igual de imponentes como Josefino.

El General Itans se subió a la carreta, parecía molesto de nuevo pero aún así me tendió la mano para ayudarme a subir, la tomé con sutileza y me subí. El gesto me hizo sonreír.

Salimos del pueblo y en el camino le fuí contando a Liliam todo sobre los cambios. Mis trabajos del día, mencioné detalles como hacerle la comida a los campesinos pero no le dije la clase de sujetos que eran. Mencioné los quehaceres del hogar y también los animales que debía atender.

Se me hizo tan corto el camino que me di cuenta que ya íbamos cruzando el puente de piedra.

— ¿ Qué hay de tus pinturas? — Preguntó.

Le dí una expresión de pena.

— No he tenido tiempo — Dije, normalmente pintaba todos los días, a duras penas había pintado dos en meses, el retrato del General Itans y a Josefino en su corral, pero no iba mencionar nada sobre ese retrato teniéndolo al lado, aunque él iba hablando con el rey, ese hombre montaba su caballo de una forma tan elegante y con gracia, supe de inmediato la razón por la que el caballo del General Itans no quería llevar a nadie más.

— Debería decirle a mi padre que contrate a alguna sirvienta para que no tengas que hacer todo sola — Me ordenó y asentí con la cabeza — También deberías decirle a Clara que ponga de su parte, no debería dejarte todo el trabajo, dile que coopere o sino no iré a visitarla.

Lo iba ser tal cual, se iba poner contenta cuando le dijera que había visto a Liliam.

— ¿ Qué hay de ti, tienes un cultivo en el palacio? — Pregunté y soltó una carcajada.

— Hay un amplio jardín, me gusta mantenerlo.

— Es difícil imaginarte entre la realeza pero me alegra que te sientas bien — Dije con un poco de pesar.

— Tengo tan cosas que contarte pero son demasiadas para hacerlo ahora.

— Yo también pero podremos hacerlo luego — Dije, pensando en el General Itans, no podía hablarle a Liliam de él teniéndolo al lado.

Me enrojecí y Liliam tocó mi hombro, comprendí de inmediato su señal, hasta ella se había percatado de lo que me ocurría, quería saber si sucedía algo, si el General Itans me correspondía.

Negué con la cabeza y se quedó confundida, parpadeó varias veces y dejó de insistir.

— Te escribiré otra carta — Dije, por supuesto que lo haría, me moría por contarle todo con lujo de detalle, eso era lo bueno de las cartas, eran privadas y me sentía más libre al relatar con la pluma.

Lamentablemente llegamos a los caminos contrarios.

Liliam se despidió mientras tomaba la dirección a Urla. El General Itans hizo una reverencia al rey y luego un saludo militar, yo también me incliné pero solo recibí un gesto leve de la cabeza como respuesta, ¡ Qué amargado !

Liliam no se conformó con la despedida y bajó de su caballo para abrazarme, la apreté en mis brazos mientras me ganaba la emoción de nuevo, me despedí a la fuerza.

La carreta avanzó y observé hacia atrás al igual que ella, ondeé mi mano como último adiós y volví mi vista al frente.

Me sentí tan triste de nuevo y solté un par de lágrimas que el viento rápidamente arrastró. El General Itans solo me observó pero no dijo nada al respecto.

Un aire de lluvia nos envolvió y las nubes grises se fueron agrupando.

El General Itans aprovechó de apurar al caballo cuando se percató de que la lluvia estaba por llegar.

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Mara
me suena a q la cuñada quería ser la vieja del nuevo duque/CoolGuy/
Ameiry Peña perez
Excelente
Cecilia Hidalgo
Wow hermosa historia me encantó, una muy bella narración y de trama excelente, ame a los protagonistas, te deseo mucho éxito en todo, muchas bendiciones, nos vemos en la próxima.
Isabel Peña
Excelente muy buena!!!!!!!!!!!
Bea Tastro
Excelente
Norma Garcia De Barros
excelente!!!!!!!✍️🫶👏👏👏👏👏
Mara
ahora él si muy digno no busca a una mujer por interés 🙄 quizá de puro amor se vive/CoolGuy/
Lorena Itriago
Excelente
Lorena Itriago
excelente
Jharumy Liviapoma manchay
Excelente
Lorena Itriago
clara es mayor o menor?
Nellys Bericote
Excelente
Anonymous
Hermosa la historia me fascinó
Yesica López
Muy beya/Smile//Smile//Smile//Smile/
Yesica López
Por el amor a Dios clara es mi favorita espero que no me desepcione al leer su novela
Yesica López
Haaa a que emoción
Yesica López
Hasta que dijo algo censato el viejo este /Shy//Shy/
Delfina Sánchez
Que difícil perdonar lo que hizo Itans 😢 y tener que verlo
Delfina Sánchez
Que paso con Itans 😢 😢
Delfina Sánchez
Es tan lindo Itans, lo amo
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