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Corazón De Piedra

Corazón De Piedra

Status: Terminada
Genre:Completas / Contratadas / Dominación / Malentendidos / Viaje a un mundo de fantasía
Popularitas:1.9M
Nilai: 4.7
nombre de autor: thailyng nazaret bernal rangel

Liliam es una chica campesina cuya vida cambiará cuando el Rey Evans se presente en la hacienda de su padre a cobrar una antigua deuda. A partir de allí empezará una historia de odio, romance y pasión entre ambos.

NovelToon tiene autorización de thailyng nazaret bernal rangel para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

ENFRENTAMIENTO Y ARREBATO

...LILIAM:...

Después de mi supuesto accidente en la fuente, estaba en mi habitación ya seca y cambiada. Observé la chaqueta tendida en el espaldar de uno de los sofá. Aproveché la soledad para escribir una carta a mis hermanas, las puse al tanto de mi situación, exceptuando las injusticias del rey, no quería preocuparlas. Les pregunté cómo estaban y cómo estaba mi padre, no podía contarles nada sobre el trato, tal vez a ellas les inventaron otra mentira para que no supieran nada.

Coloqué la carta en un sobre y la sellé con esperma de vela. Adelaida entró a la habitación con mi almuerzo.

— Señorita Liliam, debe comer — Colocó la bandeja en la mesa pequeña.

— Muchas gracias Adelaida, pero no me gusta que me traigas la comida, yo puedo ir a buscarla a la cocina, no soy una inútil — La regañé.

— No estoy diciendo que lo fuera pero es la costumbre, es usted la primera en quejarse de que le traiga la comida — Se queja como si fuera absurdo lo que le pedí.

— Adelaida ¿ Cómo puedo hacer para enviar una carta ? — Pregunté mientras le mostraba el sobre.

Se acercó al escritorio y lo observó.

— Todas las cartas deben ser entregadas al Rey Evans, él es quién decide si enviarla o no, la oficina de correos está en la ciudad pero se necesita el sello real para que pueda ser enviada y sólo el rey puede sellarla — Dijo y fruncí el ceño.

— Esto es increíble, pero claro tiene que tener su mano metida en todos lados.

— Si quiere puede llevarle la carta personalmente, en este momento está en su estudio y seguro no se negará.

— No... No, se que se negará y no deseo hablar con él en estos momentos — Dije de inmediato con indignación.

Adelaida sonrió.

— Se que a veces puede ser muy severo, pero lo conozco desde niño... Él es una buena persona, tarde o temprano se podrán entender — Dijo pero seguí negando con la cabeza, era la segunda persona que me decía algo como eso.

— Ya veré como enviarla.

— No podrá, de todas forma tendrá que ir al estudio, él me ha ordenado que le dijera que quiere hablar con usted, que se dirija al estudio... Yo la puedo guiar...

Se me heló la sangre, me dió dolor de estómago, me sentí nerviosa de inmediato. ¿ Qué quería hablar conmigo?

...****************...

Toqué la puerta después de quedarme un momento calmando mi respiración. Tenía el sobre en una mano y en la otra la chaqueta negra, mis piernas temblaban. Me daba miedo, pero también nervios.

Por un momento solo hubo silencio, estaba por marcharme cuando su voz profunda se oyó del otro lado.

— ¿ Quién rayos es ? — Preguntó y supe que estaba de mal humor.

— ¡ Soy... La Señorita Liliam! — Traté de que mi voz sonara firme.

— ¡ Adelante !

Abrí la puerta mientras temblaba y me encontré con un pequeño pero ostentosos estudio. El Rey Evans estaba sentado detrás de un escritorio, había muchos papeles allí y estaba observando unos que tenía en las manos, llevaba unas gafas rectangulares de lectura reposando sobre su nariz, eso y su cabello despeinado, con mechones negros rozando su frente.

Me sonrojé, paralizada como si nunca hubiera visto a un hombre, bueno, no uno tan hermoso. Le quedaban sexy esas gafas, parecía un genio.

Parpadeé varias veces y avancé lentamente hasta detenerme al frente de su escritorio.

— Señor... Le traje la chaqueta...

— No he dicho que hable, estoy ocupado — Cortó con un tono grosero sin observarme, tenía la mirada fija en el documento — Tome asiento, me estorba.

Me tragué un insulto, coloqué la chaqueta en uno de los dos asientos que habían y me senté en el otro frente a su escritorio.

Pasó mucho tiempo allí sin hablar, sus ojos se movían sobre la hoja, tanto así que empecé a bostezar, cubriendo mi boca.

Cuando repentinamente su mirada viajó hacia mí y me tensé. Volviendo a mi postura erguida. Se quedó observando fijamente, tanto así que no soporté y aparté mis ojos de los suyos, rayos, no podía con su presencia, era demasiado intimidante, me sudaban las manos.

Apreté el sobre en mi mano.

Dejó de observarme de esa forma y colocó el papel sobre el escritorio.

— Aún no me explico cómo usted terminó dentro de una fuente — Dijo y casi suelto que Anabella lo hizo pero era inútil, él no iba creerme.

— Fue una accidente, resbalé, estaba sentada al borde.

— ¿ Estaba pescando ? — Se burló y lo fulminé con la mirada — Ya no está en el campo señorita Liliam, no es necesario buscar el almuerzo en el jardín.

— No vine aquí para que se burlara de mí.

— ¿ Qué es lo que trae en la mano ? — Preguntó mientras apoyaba sus codos de la mesa.

Tragué de nuevo, asegurando que mi voz no se oyera débil.

— Es... Es una carta que le escribí a mis hermanas.

— ¿ Para qué?

— ¿ Cómo qué para qué? — Dije indignada — Quiero saber de ellas y hacerles saber que estoy bien dentro de lo que cabe.

— Exagera, solo han pasado unos pocos días.

— Es mi familia, es normal que quiera saber de ellas, al parecer usted no tiene ningún tipo de sentimiento — Gruñí y se tensó, evaluando como si le hubiese dolido.

— Eso a usted no le importa.

— Entonces envíe esa carta — Demandé mientras la colocaba sobre el escritorio.

Soltó una risa sarcástica.

— No dice por favor, no dice gracias, pretende imponer como si fuese la que manda... Claramente no está en posición de exigir nada.

Decidí bajar mi tono demandante.

— Tengo derecho a saber de mis hermanas.

— Diga por favor y tal vez me decida a hacerlo — Me observó con arrogancia.

Apreté mis dientes y me quedé pensando por un momento.

— Por favor — Murmuré, se colocó la mano en la oreja.

— Lo siento, no oí nada.

— ¡ Por favor ! — Alcé la voz.

Apoyó la cabeza en su puño, noté lo gruesos que eran sus brazos, tanto que la camiseta estaba ajustada.

— Un poco más cortés.

— Por favor podría tener la cortesía de enviar la carta a mis hermanas, le agradecería mucho su gentileza — Dije con el rostro sonrojado.

— Con eso basta — Sonrió con arrogancia y tomó el sobre de la mesa con brusquedad, me sobresalté cuando hizo un ruido fuerte.

Abrió el sobre.

— ¿ Qué hace ? No puede hacer eso — Gruñí mientras abría mi boca asombrada.

— Claro que puedo, debo leer el contenido antes de dar la autorización para enviarlas — Cortó y empezó a leer mi escrito — Me sorprende, tiene muy buena caligrafía.

Puse los ojos en blanco mientras se ajustaba las gafas. Se veía tan sexy que no podía dejar de observarlo.

— Leer las cartas de los demás es descortés — Me quejé mientras golpeaba mi palma contra el escritorio.

— Debo prevenir señorita Liliam, las cartas son objeto de conspiraciones sino se tiene un control, claro, si hay alguna que pase desapercibida la oficina de correos se encargará de abrirlas y notificarme cualquier imprevisto — Dijo mientras seguía leyendo, no estaba asustada, no había motivo, ya que no nombré nada respecto a él, alejó sus ojos de la carta — Todo está en orden.

— ¿ La enviará ?

— Para que vea que no soy tan malo — Dijo mientras volvía a doblarla y colocarla dentro del sobre, la selló con el sello real — Será enviada a la oficina de correo y luego a la dirección de su familia.

La colocó junto con otros sobre que habían en la mesa.

— Gracias — Dije, estaba por levantarme cuando me detuvo con la mirada.

— Aún no hemos terminado.

Su expresión se volvió sólida, se quitó las gafas y mi estómago se ahuecó.

— Olvidaba que quería decirme algo.

— Debe estar al tanto de que mi hermano se entrometió en mis asuntos e invitó a todos los magnates a una fiesta de compromiso que supuestamente yo había programado para mañana, lo cuál por supuesto es mentira — La indignación en su tono me dejó en claro que le pareció una buena idea.

— Si... Pensé que era muy mala idea...

— ¿ En serio ? — Frunció el ceño, noté como apretaba sus manos en puño — ¿ Por qué no lo detuvo?

— Lo intenté pero él no me prestó la mínima atención, no le di importancia, pero seguía diciendo lo mismo en todos... Todos los lugares... — Bajé la voz al ver su expresión intimidante.

— ¿ No le dió importancia? — Estaba indignado.

Me encogí en la silla.

— Estaba distraída... Y él me aseguró que usted no iba oponerse.

— ¿ Es una bruta o qué? — Me insultó, empecé a temblar de la furia — ¿ Acaso no se da cuenta que si nos comprometemos en público eso complicaría todo ?

— ¡ Sí, si lo pensé pero... Entienda, no podía decirle a su hermano que esto es una farsa para cubrir el verdadero motivo por el que trajo aquí! — Gruñí y me sobresalté cuando se levantó.

— ¿ Esa es su única razón? — Demandó, estando yo sentada y él de pie parecía más imponente y eso no me estaba tranquilizando.

— Si, por supuesto, no tengo otra.

Soltó una risa irónica mientras caminaba de un lado al otro como si estuviera perdiendo la serenidad.

— Miente, por supuesto que hay otra razón, es más calculadora de lo que parece, no es ninguna inocente, no es para nada decente — Gruñe mientras entierra las manos en su cabello, sus ojos brillan con fuerza.

— ¿ Por qué dice eso ?

— ¿ Qué es lo que pretende ? — Se detiene y me amedrenta con la mirada.

— No comprendo, usted está loco.

Rodea el escritorio y me levanto rápidamente, poniendo distancia entre el rey y yo.

— ¡ Seguramente se percató de que es muy conveniente para usted que la mentira se haga realidad!

Me quedo confundida.

— ¿ Qué rayos dice ? — Jadee indignada.

Por un momento había pensado que me citó para pedirme disculpas por la bofetada.

— ¡ No se haga la tonta, no le importó que mi hermano ayudara a adelantar la fiesta de compromiso porque quiere quedarse aquí para siempre, rodeada de lujos y con oro en los bolsillos, no soy tonto, por algo estoy donde estoy y por algo tengo veinte años en el trono, usted pretende llegar a ser reina de ese modo !

Me quedé sin asimilar nada, eso era estúpido, nunca se me ocurrió esa tontería y tampoco quería quedarme en el palacio para siempre, nunca, mucho menos tener que soportar a ese hombre todo el tiempo, jamás me había interesado en el oro, ni el poder. Sólo quería volver a mi casa y ahora esto, sus acusaciones y calumnias.

Me quedé en silencio y cerré mis ojos por unos segundos.

— ¡ Eso es una estupidez, yo no pretendo nada de eso, jamás me interesó el lujo, ni el oro, ni mucho menos ser reina, en primer lugar fue usted quién inventó esa tontería de ser su prometida, yo no lo obligué a eso !

Sonrió de forma afilada y se acercó como un lobo.

— De seguro antes no le interesaba pero al estar aquí y ver tanta abundancia probablemente su ambición despertó, conozco las de su clase, trepadoras que solo quieren riquezas, aprovechó la circunstancia, no me delató y ahora pretende hacer realidad...

Le dí una bofetada, se quedó observando con furia mientras se llevaba la mano a la mejilla. Mi palma quedó ardiendo.

— ¡ Lo menos que deseo es permanecer un solo segundo cerca de usted, lo odio profundamente, no soportaría estar a su lado toda la vida antes me suicidaría, lo que sí deseo es que mi padre pueda resolver su situación económica para que yo me large de aquí y no volver a ver su desagradable rostro en toda mi vida !

Se acercó rápidamente y no tuve tiempo de escapar cuando me tomó fuertemente del brazo y me acercó a su cuerpo. Intenté zafarme pero rodeó mi espalda y me empujó contra su pecho. Mi corazón empezó a latir con fuerza, su cuerpo era cálido y firme.

Empecé a temblar cuando me tomó de ambas muñecas y me empujó contra la pared.

— Se hace la ofendida pero es una fácil, cree que no me percaté, dice ser despreciada por los hombres pero es todo lo contrario.

Ya no estaba peleando por lo de la mala idea de la celebración.

— ¡ Usted a mí no me ofende, no importa que sea el rey, no voy a permitir que me trate como le dé la gana, es un abusivo! — Gruñí mientras forcejeaba, me puso ambos brazos inmóviles en lo alto de mi cabeza, utilizando una sola mano para sostenerlas y se acercó lo suficiente.

Me sentí débil, yo era tan pequeña y delgada frente a él.

— ¿ Ofendida ? Una mujer como usted no se puede ofender, cree que no me dí cuenta, en la mañana de ayer estaba abrazando al General Itans como si ya él hubiera estado dentro de usted y en la tarde estaba retozando con mi hermano, comportándose con una zorra ante mi presencia, no voy a permitir que ensucie mi integridad con sus actos — Gruñó mientras bajaba su rostro al mío.

Bajé mi barbilla, temblando mientras se me salían las lágrimas de la indignación.

— ¡ Suelteme piense lo que quiera! — Alcé mi rostro mientras seguía llorando y estaba tan cerca que sentí su respiración cálida y entre cortada — ¡ No me importa lo que crea, yo tengo mi consciencia limpia !

Se rió — No voy a permitir que siga actuando como lo hace, tan libertina y rebelde, está en mi palacio... Así que no quiero verla cerca de otro hombre, si quiere abrirle las piernas a un hombre del palacio será únicamente a mí... Es mía, me pertenece.

— Jamás, no soy suya, ni lo seré... Usted me da asco, me da asco — Enfaticé en la última frase mientras le daba una mirada desdeñosa.

Me observó con indignación y tomó mi mandíbula rápidamente, inmovilizando mi cabeza contra la pared y atrapó mi boca con la suya.

Me quedé inmóvil sin asimilar lo que me estaba haciendo, movió sus labios con fuerza. Era un beso tosco y agresivo, ni siquiera podía mover la boca. Solté un gruñido mientras intentaba zafarme y las lágrimas llenaban mis ojos, está no era mi idea del primer beso, no era cariñoso.

Aunque empecé a conocer sus labios, eran cálidos y carnosos. Rozaron los míos, quise permanecer indiferente pero mi cuerpo temblaba a la cercanía del suyo, algo me estaba sucediendo, respirar se hizo difícil, el beso produjo algo ansioso entre mis piernas, más cuando pegó sus caderas a mi abdomen. Me dió un escalofrío intenso.

Cerré mis ojos y moví mi boca como pude, soltó un gruñido en lo profundo de su garganta y me abrió la boca. Metió su lengua y sentí como mis vellos se erizaron, mis muslos hormiguearon ¿ Qué me sucedía? Acerqué tímidamente mi lengua a la suya y la rozó con lujuria mientras su boca succionaba.

Sentí algo firme contra mi abdomen ¿ Qué era ? ¿ Su arma? No, él no estaba armado.

Seguía sin soltarme, seguía besándome, mis labios se sentían adoloridos de tanto ser mordidos y chupados. Cada vez más la necesidad entre mis piernas aumentaba. No sabía que esa parte de mí podía despertar con la cercanía del rey, de ningún hombre.

Me soltó bruscamente y se alejó alterado, me quedé jadeando rápidamente.

Me aparté de la pared y toqué mi boca mientras lo observaba.

Sus ojos se encontraron con los míos. Se quedó evaluando mientras su semblante volvía a la serenidad, su respiración se calmó.

— ¿ Qué hizo ? — Jadeé, me sentía extraña, como si me fuera robado la energía.

— Salga de aquí — Gruñó mientras volvía a su escritorio.

— No... No va decirme...

— Lo hice porque no soporto su altanería, no porque me gustara, no sea ilusa, usted no es de mi tipo — Gruñó sin molestarse en volverme a observar.

Lo fulminé con la mirada.

— Su hermano tuvo razón al decir que no tiene corazón.

Salí rápidamente del estudio mientras soltaba lágrimas por el camino. Me detuve, apoyándome de una pared.

Solo lo hizo para humillarme, lo odiaba tanto.

1
el amor de mi vida
sin comentarios
Erika Suarez
vamos bien. está entretenida la historia
Erika Suarez
jajajaja. le sacará canas verdes jjajaja
Myleidi Yoselli Papel Sosa
Excelente
Ceci del Castillo
yo los detesto a ambos
Ceci del Castillo
🤮🤮
Ceci del Castillo
es una estúpida masoquista sin valores,ni dignidad,es una calenturienta
Ceci del Castillo
como quiere que lo trate,si es una porquería de persona,el rey apesta!
Ceci del Castillo
otra idiota que le gusta el maltrato,ya se enamoró del abusador,una estúpida sin dignidad,pensé que iba hacer diferente,pero no
Natalia Beatriz Leguizamon
decepsionada con los protagonistas
Natalia Beatriz Leguizamon
ayyyyy nooo q facil se la hizo
Natalia Beatriz Leguizamon
ya caiste de nuevo idiota
Natalia Beatriz Leguizamon
queeeeeee????? es imperdonable ...un hdp q pensó en lo material antes q en su hija...
Natalia Beatriz Leguizamon
tipico...él llega te rescata y le perdonas todo
Natalia Beatriz Leguizamon
decidite entonces nena
Natalia Beatriz Leguizamon
y bueee...al fin se lo dijiste...
Natalia Beatriz Leguizamon
y despues te quejas cuando él no ve un futuro juntos
Natalia Beatriz Leguizamon
es boba?
Natalia Beatriz Leguizamon
que boluda echarse la culpa de todo el mal humor del idiota
Natalia Beatriz Leguizamon
ayyyy nooo que triste
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