Cuatro años después. Un carruaje llega al ducado de Vertron donde en el patio de la mansión hay un gran escándalo. Una joven de cabellos plateados, baja del carruaje elegantemente.
Nadie esperaba esta repentina e inesperada visita. Antes la creían muerta pero ahora ¿Qué pasará cuando la vean?
Segunda Temporada de: La Villana Desea decir Adiós
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Capítulo XVIII
^^^___En Algún Lugar de la Ciudad___^^^
Tres jóvenes Señoritas yacían caminado por las calles de la gran Ciudad. Una de ellas, la joven de cabellos plateados grisáceos se detuvo de repente.
Sintió que alguien las seguía, pero prosiguió al recordar que se encontraba con su leal caballero que había pulido sus habilidades con su tía Ariadne. Por supuesto, Hans también se había dado cuanta de ello y estaba alerta en cada segundo.
—¿Es aquí, Señorita Vertron?— Preguntó Elena al detenerse frente a una puerta que le daba recuerdos a la joven Villana.
Anya asintió y entró en la tienda junto con las otras dos señoritas. Hans se quedó afuera para no intervenir en sus compras.
Un joven de cabellos castaños que se encontraba arreglando un ramo, se percató de la presencia de más personas.
—¿Deseaban algo, Señoritas?— Preguntó el joven con una sonrisa.
—Sí, ¿está el señor Miracle?— Responde con una pregunta la joven Villana.
El joven expresa sorpresa por su pregunta. Deposita con cuidado el ramo en el escritorio y canina hacia ellas.
—Oh, debe ser una clienta habitual. Permítame, llamaré a mi padre para que venga. Pueden tomar asiento mientras tanto.— Ofrece el joven mientras se retira hacia otro lugar de la tienda.
En unos pocos minutos, el joven regresa con un señor ya canoso, con un rostro amable. El señor al ver a la joven de cabellos plateados le sonríe encantado.
—Hace mucho que no pasa por aquí, joven Señorita. Me hace feliz volver a verla.—
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^^^___Casa Barnes___^^^
En casa de la joven Señorita Inés Barnes. Había mucho movimiento por parte de la servidumbre.
—Informa al sastre que los haga de oro. Tengo que ganar este reto.— Exclamó Inés sentada en el sofá mientras toma un té.
Una sirvienta se va para cumplir con la orden de su Señorita y las demás realizan un montón de decoraciones con oro.
La joven rubia se sobresalta de su asiento con una expresión de sorpresa. —¡Las INVITACIONES! Se me han olvidado, tendré que hacer las cartas para enviárselas. Encárguense de eso, que sean con sobre dorado.— Ordenó la joven.
—¿O mejor las llamó? Sería más rápido y la Señorita Anya no tendrá oportunidad contra mí.— Se preguntó.
—Mi Señorita. Considero que no sería la mejor opción pues seguramente no todas las jóvenes Señoritas disponen de un teléfono. Son muy raros para muchas personas.— Aconseja una sirvienta que parecía la más cercana a ella.
La joven Inés asiente en acuerdo a su comentario. Se sienta nuevamente en el sofá y toma un sorbo de té.
—Oh, ¡Tengo una Idea! Manda a todas las Señoritas de la Academia, un teléfono. Así podre llamarles rápidamente. JAJAAJAJA.— Ordenó la joven despreocupada.
—Pero Señorita...— Dijo afligida la pobre sirvienta. —Jajajajja, está bien. No lo haré, sigue con las cartas y envíales de una vez.— Dice Inés riendo.
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^^^___En Algún Lugar de la Ciudad___^^^
Las jóvenes Señoritas salieron de la tienda después de haber encargado lo que querían. Ya había oscurecido y ya debían irse a sus respectivos hogares.
—Entonces... aquí nos despedimos, Señorita Vertron. Gracias por aceptar que la acompañemos.— Dice la joven Rebeca despidiéndose de la joven Villana.
—No... Gracias a usted por sugerirlo. Adiós Señoritas. —Se despide la joven de cabellos plateados.
Rebeca y Elena al despedirse, entran a un carruaje y se van. La joven Villana observa como se alejan de ella.
—Hans, ya puedes hacerlo.— Da permiso la joven al ver que el carruaje ya se había alejado lo suficiente.
Hans asiente y rápidamente se acerca atrás de la tienda y noquea a todos los ladrones de un golpe a excepción de la única mujer que se encontraba con ellos pues ella tenía el cabello ¿plateado?, casi igual a su joven Señorita Anya.
La joven Villana camina hacia ellos luego de saber que todo estaba bajo control. Mira fríamente a cada uno de los ladrones que se atrevieron a verla como presa y luego se percata de la joven quien yacía acostada en el piso sin un rasguño.
Observa a su caballero que la mira con una expresión neutra, pero que seguramente se sentía apenado por no haberlos tratado todos por igual.
La joven ladrona yace con una expresión de terror en su pálido rostro. Parecía que había visto a un demonio en el rostro de Anya.
—Los... los del Norte están aquí. No, no ¡No!—
Forzando a Artemisa ha tener una deuda de honor por su vida, haciendose el imprescindible hasta el último momento.😤🙎♀️😒
🎉💐🥂🍾🎊
Me encantó la historia y los dos libros, pero se hubiera ahorrado el segundo "viaje" y de jar que cada uno recibiera lo que sembró en su camino y dejar de intentar arreglar la vida de los demás y concentrarse en la suya y de sus hermanos. Ya que siempre fueron inocentes en esta dos vidas.🤷♀️😮💨