Soyla Mujer Valiente

— Tranquila, todo va a estar bien, ¿Qué pasó aquí?

Viviana entre sollozos le contó todo lo que había pasado esa noche, desde que escuchó ruidos, hasta que vio a alguien que parecía ser su hermano pero que no lo era. Adrián escuchó atentamente y luego se acercó a Vicente, revisándolo detenidamente.

— Vivi, creo que sabes lo que está pasando, pero no quieres aceptarlo. Lo lamento de verdad, pero tengo que decirte esto, tu hermano parece estar poseído.

Viviana se quedó sin palabras, no sabía cómo procesar esa información, era algo que solo veía en las películas de terror.

— ¿Poseído? ¿Estás seguro de eso? ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos ayudarlo?

— Seguro del todo no estoy, y es por eso que necesitamos llamar a un experto en este tema, un exorcista. No sé cuánto tiempo le quede a Vicente antes de que el espíritu tome completo control de su cuerpo, por eso necesitamos actuar rápido.

Viviana asintió, confiando en la decisión de Adrián, ya que ella confiaba ciegamente en él. Adrián hizo un par de llamadas, y tranquilizó a Viviana diciéndole que alguien ya iba para allá a revisar a su hermano.

Mientras eso pasaba, el preparó un té para ella, quien cuidaba de su hermano que seguía sin sentido en el piso, ya ella y Adrián le habían acomodado una colcha y una buena almohada, así esperaban que llegara la persona y lo revisara.

Mientras tanto, en otro lugar, Rafael finalmente había encontrado una pista importante sobre sus dos hijos perdidos, cada vez más se acercaba a ellos con una mezcla de emoción y ansiedad. Su intención era encontrarlos antes y tener un poco de ventaja.

Todo estaba en juego, y aquí todos estaban dispuestos a luchar hasta el final.

Un hombre con apariencia rara llegó casi al amanecer, Viviana se sintió bastante inquieta con la presencia de ese tipo, pero Adrián estaba allí y eso la hacía sentir segura.

— ¿Es el?

Pregunto el desconocido refiriéndose a Vicente, ellos asintieron y Adrián pidió a Viviana que narrará los hechos, entonces ella contó con detalles las cosas que había observado en su hermano.

El hombre escucho con atención y luego se dispuso a revisar a Vicente, hizo unas maniobras extrañas y luego de un rato hablo.

— Este joven no está poseído, se podría decir que el poseedor es él.

Ni Adrián ni Viviana entendieron, así que pidieron que fuera más específico.

— Vicente, o mejor dicho su alma, está habitando este cuerpo, lamento decírtelo así niña, pero tu hermano, su cuerpo, ya no está, en otras palabras, tu hermano murió, y su alma se ha aferrado a este cuerpo, y los episodios como el que viste esta noche, son la guerra que el libra con el dueño de este cuerpo, quien quiere volver, pero Vicente se lo impide.

Para Adrián y Viviana lo que aquel hombre decía parecía una locura, sobre todo para ella, ¿Como que su hermano muerto? Definitivamente este tipo era un charlatán, eso pensaba ella.

— Con todo el respeto que usted se merece, no diga bobadas, mi hermano no está muerto, ni ha poseído el cuerpo de nadie, así que deje de estar diciendo ese tipo de cosas.

Viviana respondió algo agresiva, pero Adrián manejo la situación.

— ¿Que sugiere usted que nosotros hagamos? Si es así como usted dice... ¿Que es lo que se debe hacer?

— Debe haber una razón muy poderosa que hace que este muchacho quiera estar aquí, está aferrado a la vida y me imagino que la razón eres tú niña, una vez el haya cumplido su misión, entonces podra irse y descansar en paz, pero te aclaro, tu hermano tendrá que irse tarde que temprano, no puede quedarse en ese cuerpo.

El hombre aconsejó, pero Viviana estaba ahora muy afectada por lo que oía.

— Mentiras, ud miente, mi hermano está vivo, está allí, él no está muerto como usted dice.

Adrián.

La abracé, para ella esto era muy difícil, si lo era para mí, es obvio que para ella muchísimo más. Pero no podía dejarla sufrir, y tampoco la dejaría sola en esto, no sabía cómo iban a terminar las cosas, pero me quedaría a su lado y juntos superaríamos lo que sea.

Esperamos un par de horas hasta que Vicente despertó, lo hizo muy confundido, no entendía por qué estaba en la sala y menos que hacíamos nosotros allí.

— ¿Qué pasa?

Él pregunto y yo le hice señas de bajar la voz, Viviana estaba dormida. Así que lentamente la acomode en el sillón y luego fui con Vicente a hablar a la cocina, seguidos de aquel profesional.

— Doctor, ¿Me puede explicar qué pasa?

— ¿Vicente? ¿Eres Vicente Alvarado?

El hombre le pregunto y Vicente lo miró con algo de confusión.

— Claro que soy Vicente Alvarado ¿Quién más podría ser?

En ese momento pareció recordar algo, y se quedó callado y pensativo.

— Muchacho, yo soy parapsicólogo y mentalista.

Vicente ahora se veía preocupado y no pude evitar preguntarle.

— ¿Pasa algo? ¿Te sientes bien?

Él me miró con esa cara de angustia.

— ¿Qué sucedió? Díganme que pasó por favor ¿Hice algo verdad? Por eso es que uds están aquí.

Trate de tranquilizarlo y le expliqué lo que había sucedido la noche anterior, me interesaba mucho tener alguna claridad para cuando Viviana se despertara, ella necesitaba una respuesta.

— Entonces ¿No son sueños? Entonces eso me pasa en realidad, yo un día solo me desperté en la orilla del río, me levanté y camine hasta mi casa cuando llegué, todos estaban dormidos, y fui al baño y entonces me mire, no me veía igual, todo me había cambiado, el color de los ojos y el cabello, lo tenía rojo y estas pecas en mi cara y mi cuerpo. Creí que era una pesadilla, y me asusté, todo era muy complejo para mí, y decidí que lo mejor era mejor huir de la casa.

Vicente nos narró lo que recordaba que sucedió.

— Vicente, ¿No recuerdas nada antes de despertar en ese lugar?

— No, no recuerdo nada, pero desde ese momento hay una voz que me persigue, siempre está diciéndome que le devuelva lo que es suyo, que le regrese lo suyo, y nunca me dice que es, tengo pesadillas de que un chico me golpea y me grita cosas, creo que me estoy volviendo loco.

— Vicente, tengo que hacerte una regresión, necesitamos saber que ocurrió contigo y como terminaste en ese cuerpo.

El hombre se lo dijo así y el chico era solo una confusión.

— ¿Cómo que termine en este cuerpo? ¿De qué habla?

— Hijo, tu alma migró a este cuerpo, la voz que tú escuchas y el chico con el cual tienes ciertos episodios de lucha, es el dueño de este cuerpo, por eso necesitamos saber qué pasó con el tuyo.

— ¿Que?