Tu indiferencia me hizo fuerte. Siempre te dije la verdad y no me creíste. Ahora que lo sabes es tarde, no vengas a pedir una oportunidad porque no la habrá. Los papeles se han invertido, ahora yo soy la indiferente, la poderosa. Ya no soy más LA HIJA DEL JARDINERO
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CAPÍTULO DÉCIMO SÉPTIMO
Al llegar al aeropuerto de Múnich, ya Marcus me esperaba. Nos abrazamos. Le pedí que me llevara a un sitio donde pudiéramos beber algo y poder conversar privadamente. —No sé por qué, pero presiento que quieres hablar algo conmigo que no me va a gustar, me dijo.
—Marcus, mi querido Marcus. ¡No sé por dónde empezar! ¿Recuerdas que te conté que había decidido regresar a Londres por una llamada del Dr Peter? Bueno, esa llamada le acaba de dar un cambio brusco a mis planes.
—Palabras más, palabras menos, me ha pedido ayuda para recuperar su clínica la cual va en caída hacia una inminente ruina total. Eso no sería ningún problema, si no fuera por lo que he tenido que aceptar para conseguir detener el desastre.
—¿Qué tuviste que aceptar?
—Casarme con David. ¡Déjame explicarte! Para tener poder me cedió el 50% de lo que queda de la clínica. Pero para tener autoridad me dio la mano del hijo del mayor accionista y fundador del centro médico. Él considera que sola me va a ser muy difícil imponer los cambios necesarios, por ser mujer y por estar recién graduada.
—Este matrimonio Marcus, no es entre un hombre y una mujer. Este matrimonio es entre un mal médico y mal administrador y una profesional que le quiere echar las ganas que a otros les faltó. Hace dos días llegué a París con mi flamante esposo para disfrutar de la luna de miel. Esto fue idea de mi suegro pensando que así podía unir al hombre y a la mujer.
—Pero en la propia salida del aeropuerto, le dejé clara la situación a David por si no la había entendido. Luego de hablar, él se fue a la habitación reservada para los recién casados y yo a mi apartamento. Estos dos días antes de venir a verte los aproveché para ir a las casas de moda para luego trabajar en mis diseños. Esa es la historia Marcus. Ahora quiero escucharte.
—Mi hermosa Sabrina, lo primero que me viene a la mente es una red. Te la lanzaron y te atraparon. Me parece muy egoísta la forma de actuar del Dr Peter. No está actuando como un profesional sino como un padre sobre protector con su hijo. No soy nadie en este asunto pero me duele pensar que te engatusaron, para sacar provecho de ti.
—Ahora, ¡si tú querías ser atrapada es otra cosa! . Siempre he tenido el temor de enamorarme cada día más de ti, porque se que David ocupa un lugar muy importante en tu corazón. Querida Sabrina, ya estás casada, cumple con lo que prometiste. Por mi no te preocupes, al igual que tú, amo mi trabajo. Me concentraré en esa otra pasión que tengo y bueno, la vida continúa...
—¡Cómo no estar orgullosa de ti Marcus! Y quisiera decirte muchas cosas, pero te las iré diciendo poco a poco. Por ahora entiende Marcus que eres muy especial para mi. Tal vez si ahorita te dijera lo que estoy pensando, no lo entenderías. Pero lo iras captando con el paso del tiempo.
—Te propongo algo. Dos cosas: La primera, nuestra amistad, nuestra relación no debe verse afectada por este impasse. Hagamos un paréntesis, una pausa. Esto de mi matrimonio sabemos que es temporal, tiene fecha de caducidad. Es como si estuviera contratada por tres años para concluir una obra.
—Segunda cosa: Marcus, tanto tú como yo, fuimos marcados por nuestro primer amor. Tú en este momento, no tienes claro tus sentimientos por ella porque no has querido escucharla. Aunque ustedes eran muy niños, se amaban. Búscala, hablen. No sabes qué te puedes encontrar.
—Yo, en lo poco que he podido compartir con David, sé que preferiría haber enrumbado mi vida por otro lado. Estar a su lado es recordar episodios que me hicieron sufrir. No me siento valorada ni amada a su lado. Por esto te pido Marcus, no des por sentado que si me casé, no hay un JUNTOS en el futuro.
—Pienso que en la vida nada está escrito Marcus. Quizás el creer amar a alguien del pasado, nos ha impedido amar a alguien en el presente. Esta pausa que te pido, debe darle claridad a nuestros sentimientos. Busca a Hanna y ve si aún la amas. Así los dos estaremos en el mismo juego por nuestra felicidad. ¿Qué me dices?
—Totalmente de acuerdo contigo Sabrina. Tenemos tres años para darle oportunidad al amor verdadero llegar a nuestras vidas. Mientras tanto, intentemos nosotros dos construir una relación más sólida y que el tiempo decida.
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Feliz y satisfecha regresé a mi apartamento en París. Mañana voy por David al hotel y luego regresaremos a Londres. Esta conversación con Marcus fue excelente. ¡Qué hombre tan maduro! Ya había escuchado que los alemanes son así, fuertes de carácter y muy seguros.
Al salir del aeropuerto de Londres, David me preguntó con ironía cuáles eran mis órdenes. Le dije que no había ninguna orden, iríamos juntos a la mansión. No quería que él se enterara que también tenía un apartamento en Londres. Una vez que hablara con mi padre y sin que nadie me viera, saldría para mi apartamento.
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Las semanas siguientes a nuestro regreso de "la luna de miel", fui con mi padre y con Olivia a conocer mi nueva casa. La casa donde viviría con David por tres años. Es la casa más hermosa que mis ojos habían visto. Lástima el estado de abandono. Realmente el Dr Peter hizo una buena adquisición hace algunos años.
Jardines marchitos, una piscina que quizás nunca se usó, una cancha de tenis, cerca hay un lago. La casa tiene grandes ventanales, lámparas antiguas impresionantemente hermosas, varias habitaciones, baños, una cocina propia de reyes, una inmensa sala, un gran comedor. Todo en mármol, griferia de lujo. Y sin hablar de los hermosos cuadros que adornan las altas paredes. ¡Me encanta!
—Padre, ni te imaginas cómo va a quedar esta casa después que yo meta la mano. —No dudo hija que será un palacio digno de mi reina. —Padre, adivina quién será el jardinero encargado de embellecer los alrededores de esta casa. —¿Me darás el privilegio? —¿Quieres comenzar ya? Dime pronto todo lo que necesites para que empieces lo más pronto posible, no me preguntes nada. Hazlo todo a tu gusto padre mio.
De inmediato llamé a la empresa constructora que ha hecho otros trabajos para mi y quedaron en venir al día siguiente. Expliqué todo lo que quería. El ala izquierda de la casa sería para David y la derecha para mi.
David tendría una habitación principal en colores negro y rojo, qué son sus preferidos. Un despacho, habitaciones adicionales con baño para invitados. Jacuzzi y un sauna. Para mi sería igual pero en colores pastel. Cambiaré el mobiliario por uno moderno, aunque conservaré algunas poltronas antiguas muy cómodas.
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Mientras en la casa se iniciaban velozmente las labores de restauración, también se iniciaba mi presencia en la clínica. Tal y como había dicho el Dr Peter, las miradas de desagrado de la mayoría del personal tanto médico como de mantenimiento, no se hicieron esperar.
Todos me miraban con curiosidad y desprecio al verme recorrer con ojo crítico las instalaciones y de la mano de David. Yo iba mentalmente tomando nota de la desorganización tan atroz que se percibía. Médicos irresponsables fumando dentro de la clínica, enfermeras cuchichiando, sin oficio por los pasillos. Pacientes o familiares haciendo preguntas y nadie respondía. Pisos, ascensores, ventanales y paredes sucias.
—David por favor, reúne a todo el personal que trabaja en este centro médico. La reunión será hoy a las 6pm. El que no asista será despedido inmediatamente. Llamé a Lukas y le pedí urgente venir a hablar conmigo. Necesitaba asesoría urgente para hacer los cambios a nivel administrativo. Los demás cambios ya los tenía claros.