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Nacido Para Reinar Destinado A Morir

Nacido Para Reinar Destinado A Morir

Status: Terminada
Genre:Completas / Batalla por el trono / Viaje a un mundo de fantasía / Reencarnación
Popularitas:3.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Gabrielcandelario

En un reino sumido en la incertidumbre, el inesperado fallecimiento del rey desata una sucesión al trono llena de intrigas y peligros. En medio de este caos, nace un príncipe, cuyo destino está marcado por la tragedia. Desde el momento de su nacimiento, el joven príncipe es reconocido como el legítimo heredero al trono. Criado en la sombra del poder, su vida transcurre entre los muros del palacio, donde aprende el arte de gobernar y se prepara para asumir el manto de la corona. Sin embargo, su destino está irremediablemente sellado. Una antigua profecía dicta que el nuevo rey deberá pagar un precio aún más alto: su propia vida. Cuando la amenaza se cierne sobre el reino, el príncipe se encuentra ante una disyuntiva inquietante: aceptar su inevitable muerte o luchar por la supervivencia de su pueblo. En una trama trepidante, que combina la alta fantasía con la intriga política, el príncipe se enfrenta a la encrucijada de su vida. Deberá tomar una decisión que determinará el futuro del reino y su propia existencia, enfrentándose a fuerzas oscuras, traidores y a su propio miedo a la muerte. "Nacido para Reinar, Destinado a Morir" es una épica historia de sacrificio, lealtad y el poder transformador del amor, que cautivará a los amantes de la ficción heroica y los relatos sobre el destino. ¿Qué le parece esta sinopsis? Espero haber capturado adecuadamente los elementos clave de la trama que ha planteado. Estoy abierto a cualquier comentario o sugerencia que quiera hacer.

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Las Sombras del Pasado

Capítulo 17 - "La Sombra del Pasado"

El joven monarca la miró con expresión dubitativa, aún sintiéndose abrumado por las responsabilidades que pesaban sobre sus hombros.

—Madre, ¿crees que realmente estoy a la altura? —preguntó, con tono inseguro—. A veces siento que cometo errores, que no logro anticipar todas las consecuencias de mis decisiones.

Elisa lo miró con gesto sereno, sin dejarse llevar por la inquietud de su hijo.

—Damián, todos cometemos errores —dijo, con tono comprensivo—. Pero lo que importa es que tengas la fortaleza y la sabiduría para enfrentarlos y aprender de ellos.

El joven rey asintió, sintiéndose un poco más tranquilo.

—Tienes razón, madre —respondió, con un suspiro—. Supongo que, a veces, me cuesta trabajo mantener la confianza en mí mismo.

Elisa lo abrazó con cariño, buscando reconfortarlo.

—Eres un gran rey, Damián —dijo, con firmeza—. Y sé que, con el tiempo, llegarás a entender que tu valor no se mide por la perfección, sino por tu determinación y tu compromiso con nuestro pueblo.

Damián correspondió al abrazo de su madre, sintiendo cómo poco a poco la tensión abandonaba su cuerpo.

—Gracias, madre —respondió, con tono sincero—. No sé qué haría sin tu apoyo y tus sabios consejos.

En ese momento, la puerta del despacho se abrió y entró lord Víctor, con gesto preocupado.

—Majestad, disculpad la interrupción —dijo, inclinándose respetuosamente—, pero tengo noticias que creo que deberíais conocer de inmediato.

Damián y Elisa intercambiaron una mirada de inquietud, intuyendo que se trataba de algo grave.

—Adelante, lord Víctor —respondió el rey, con tono grave—. ¿Qué ha sucedido?

El anciano consejero carraspeó levemente antes de continuar.

—Temo que tengo malas noticias, majestad —dijo, con gesto sombrío—. Nuestros agentes han descubierto que uno de los nobles que se sometió a vuestra autoridad recientemente ha estado tramando un nuevo complot en secreto.

Damián sintió cómo la ira y la frustración se apoderaban de él una vez más.

—¿Otro complot? —espetó, con tono airado—. ¿Acaso esos traidores no pueden conformarse con la clemencia que les he otorgado?

Lord Víctor asintió, con gesto grave.

—Me temo que no, majestad —respondió, con tono preocupado—. Al parecer, este noble ha estado reclutando a antiguos rebeldes y mercenarios con el objetivo de organizar un atentado en contra de vuestra vida.

Elisa ahogó un grito de horror, llevándose las manos al pecho.

—¡Dios mío! —exclamó, con expresión consternada—. ¿Acaso ese hombre pretende asesinar a mi hijo?

Damián apretó los puños, sintiendo cómo la rabia ardía en su interior.

—Esto es inaceptable —dijo, con tono grave—. No puedo permitir que esos traidores vuelvan a poner en peligro mi reino y mi propia vida.

Lord Víctor asintió, con gesto resuelto.

—Entiendo vuestra inquietud, majestad —respondió—. Por eso he venido a informaros de inmediato, para que podamos tomar las medidas necesarias para detener a ese noble traidor antes de que logre concretar sus planes.

Damián se quedó en silencio por unos instantes, reflexionando sobre la mejor manera de proceder.

—Bien, lord Víctor —dijo, finalmente—. Quiero que envíes a tus mejores agentes a capturar a ese noble de inmediato. Y asegúrate de que sea juzgado por traición, sin importar las consecuencias.

El anciano consejero asintió, con gesto solemne.

—Así se hará, majestad —respondió—. Me encargaré personalmente de que ese traidor pague por su osadía.

Elisa intervino, con tono preocupado.

—Majestad —dijo, dirigiéndose a Damián—, ¿estáis seguro de que la pena de muerte es la mejor opción en este caso? Quizás deberíamos considerar una alternativa que nos permita obtener más información sobre sus cómplices y sus planes.

Damián la miró con gesto serio, sin dejarse convencer por su argumento.

—Madre —respondió, con tono firme—, no puedo arriesgarme a que ese noble vuelva a traicionarnos. Después de todo lo que hemos luchado por mantener la estabilidad de mi reino, no puedo permitir que esos traidores pongan todo en peligro una vez más.

Elisa lo miró con expresión preocupada, pero finalmente asintió, consciente de que su hijo era el rey y que la decisión final le correspondía a él.

—Muy bien, Damián —dijo, con tono resignado—. Confío en que sabrás hacer lo correcto.

Lord Víctor intervino, con gesto resuelto.

—Majestad, si me permitís, creo que sería prudente enviar un destacamento de guardias para proteger vuestra persona de inmediato —dijo, con tono grave—. No podemos subestimar la amenaza que representa ese traidor.

Damián asintió, consciente de que su consejero tenía razón.

—Haced los arreglos necesarios, lord Víctor —respondió—. Quiero que mis aposentos y los de mi familia sean vigilados las 24 horas del día hasta que ese noble sea capturado.

El anciano consejero volvió a inclinar la cabeza con respeto.

—Así se hará, majestad —dijo, antes de salir apresuradamente del despacho.

Elisa se acercó a Damián y lo miró con expresión preocupada.

—Hijo mío —dijo, con tono suave—, sé que es una decisión difícil, pero confío en que hagas lo que crees que es mejor para nuestro reino.

Damián la miró con gesto sereno, aunque en su interior aún bullía la ira y la frustración.

—No puedo permitir que esos traidores vuelvan a amenazar la estabilidad de Aetheria, madre —respondió, con tono firme—. Haré lo que sea necesario para proteger a mi pueblo y a mi familia.

Elisa asintió, apretando suavemente su mano en señal de apoyo.

—Lo sé, Damián —dijo, con tono suave—. Y sé que tomarás la decisión correcta.

En los días siguientes, los agentes de lord Víctor trabajaron incansablemente para dar con el paradero del noble traidor. Finalmente, lograron ubicarlo en una de sus propiedades rurales, donde se estaba reuniendo con sus cómplices.

Sin perder tiempo, un destacamento de guardias reales irrumpió en la propiedad y procedió a capturar a todos los implicados. El noble, al verse descubierto, intentó huir, pero fue alcanzado y herido de gravedad por los soldados.

Cuando Damián recibió la noticia de que el noble traidor había sido capturado, ordenó que lo llevaran de inmediato ante él.

El rey se encontraba en sus aposentos, acompañado por Elisa, cuando los guardias hicieron su aparición, escoltando al noble herido.

Damián lo miró con gesto severo, sintiendo cómo la ira ardía en su interior.

—Así que tú eres el hombre que ha estado conspirando en mi contra —dijo, con tono cortante—. ¿Acaso no te bastó con la clemencia que te otorgué en el pasado?

El noble, a pesar de estar herido y débil, lo miró con desafío.

—Majestad —respondió, con voz entrecortada—, jamás aceptaré la autoridad de un rey que no sabe recompensar la lealtad de sus súbditos.

Damián apretó los puños, conteniéndose apenas para no abofetear al hombre.

—¿Recompensar la lealtad? —espetó, con tono airado—. ¡Tú has traicionado mi confianza, no una, sino dos veces! ¿Crees acaso que mereces algo más que la horca?

Elisa, que había permanecido en silencio hasta ese momento, intervino con tono sereno.

—Damián, hijo mío —dijo, dirigiéndose a él con suavidad—, entiendo vuestra ira, pero quizás sería prudente escuchar lo que este hombre tenga que decir antes de emitir un juicio final.

El joven rey la miró con gesto frustrado, pero finalmente asintió, consciente de que su madre tenía razón.

—Muy bien —dijo, con tono grave—. Habla, traidor. ¿Cuáles eran tus planes?

El noble, a pesar de su debilidad, esbozó una sonrisa burlona.

—Mis planes, majestad —respondió, con tono desafiante—, eran poner fin a vuestra tiranía y restablecer el verdadero orden en Aetheria.

Damián sintió cómo la furia lo consumía, y tuvo que hacer un gran esfuerzo por mantener la compostura.

—¿Tiranía? —espetó, con tono iracundo—. ¿Acaso olvidáis que fuisteis vosotros, los nobles, quienes desestabilizasteis mi reino con vuestras ambiciones y vuestras traiciones?

El hombre lo miró con desdén, sin dejarse intimidar.

—Vos sois el que ha olvidado cuál es nuestro lugar, majestad —replicó, con tono despectivo—. Nosotros, los nobles, somos los verdaderos líderes de este reino, no un simple campesino como vos.

Damián tuvo que hacer un gran esfuerzo para no lanzarse sobre él y estrangularlo con sus propias manos.

—¿Cómo te atreves? —espetó, con tono colérico—. ¡Yo soy el rey de Aetheria, elegido por derecho divino! ¡Y vosotros no sois más que unos traidores que merecen ser colgados por sus crímenes!

El noble lo miró con una sonrisa burlona, sin dejarse intimidar.

—Entonces, ¿por qué no lo hacéis, majestad? —lo desafió, con tono provocador—. ¿Acaso teméis que vuestro pueblo se subleve de nuevo si castigáis a uno de sus nobles favoritos?

Damián apretó los puños, sintiendo cómo la ira lo consumía por dentro. Estaba a punto de ordenar que lo ejecutaran en ese mismo momento, cuando Elisa intervino, con tono severo.

—¡Basta ya! —exclamó, mirando al noble con gesto de reprobación—. No permitiré que sigáis denigrando a mi hijo de esa manera.

El hombre la miró con desdén, sin inmutarse.

—Vos también deberíais ser castigada, reina Elisa —dijo, con tono venenoso—. Vuestro apoyo a este usurpador ha sido la mayor traición que este reino ha visto.

Damián estuvo a punto de lanzarse sobre él, pero Elisa lo detuvo, sujetándolo con firmeza.

—¡Guardias! —gritó la reina, con tono autoritario—. Lleváoslo de aquí y aseguraos de que sea juzgado por traición.

Los soldados obedecieron de inmediato, arrastrando al noble fuera de la habitación. Damián los observó marcharse, aún temblando de furia.

—Madre —dijo, con tono grave—, ese hombre merece la muerte. ¿Cómo es posible que hayáis intervenido para evitar que lo ejecutara?

Elisa lo miró con expresión serena, pero firme.

—Damián, entiendo vuestra ira —respondió, con tono calmado—. Pero no podemos dejar que la sed de venganza nuble nuestro juicio. Debemos actuar con justicia y saber perdonar a quienes se arrepienten de sus errores.

El joven rey la miró con gesto incrédulo, sin poder creer lo que acababa de escuchar.

—¿Perdonar? —espetó, con tono airado—. ¿Acaso no habéis escuchado lo que ese hombre ha dicho? ¡Pretendía asesinarme para tomar el trono!

Elisa lo miró con expresión comprensiva, sin dejarse intimidar por su reacción.

—Lo sé, Damián —dijo, con tono suave—. Pero también sé que la justicia no puede basarse únicamente en la venganza. Debemos actuar con prudencia y sabiduría, para evitar que nuestro reino siga siendo desgarrado por la discordia.

Damián la miró con gesto frustrado, sintiendo cómo la ira y la impotencia lo abrumaban.

—Madre —dijo, con tono desesperado—, ¿no entendéis que si no lo ejecuto, ese hombre volverá a conspirar en mi contra? ¿Acaso no veis que mi vida, y la de toda mi familia, corren peligro?

Elisa se acercó a él y lo miró con expresión serena.

—Entiendo tu temor, Damián —respondió, con tono conciliador—. Pero te aseguro que tomaremos todas las medidas necesarias para garantizar vuestra seguridad. Ese noble será encerrado de por vida, y jamás volverá a suponer una amenaza para ti o para nuestro reino.

Damián la miró con gesto dubitativo, sin estar del todo convencido.

—¿Y qué me asegura que no habrá otros que quieran vengarlo? —preguntó, con tono preocupado—. ¿Cómo sé que no volveremos a enfrentarnos a nuevas rebeliones y conspiraciones?

Elisa lo miró con expresión serena, pero decidida.

—Confía en mí, Damián —dijo, con firmeza—. Yo me encargaré personalmente de que ese noble y sus cómplices no vuelvan a representar un peligro para ti o para nuestro reino.

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Lía Thiago
Ay no, esto me recuerda ciertas negociaciones políticas donde las partes toman ventaja para traicionar.
Gabriel: ¡Me voy a reír!. Gracias por leer mi historia. Si hay faltas autografica me disculpo y también me disculpo por los párrafos repetidos.
total 1 replies
Lía Thiago
🤣🤣🤣 Pensé igual🤣🤣
Lía Thiago
Ese es el precio de la guerra, al menos es un rey valiente.
Milcaris
Difícil y muchas muertes pero se ganó y ahora debería reinar la paz..
Milcaris
Que lastima, cuántas muertes por no llegar a acuerdos.
Lía Thiago
Ya salió el peine.
Lía Thiago
¿Será qué Victor no es lo que parece?
Lía Thiago: estamos igual 🤣🤣🤣
Milcaris: Estoy confundida, primero dude de él y lo creí en contra del rey. Ahora estoy pensando que si está ayudando.
total 2 replies
Lía Thiago
Este bicho como que está alborotando a los señores feudales.😡
Lía Thiago
Victor es un rastrero 😡
Lía Thiago
No soy yo y ya estoy molesta🤣🤣🤣
Lía Thiago
Eso es de sabios.
Lía Thiago
Estaría alejado de las cuestiones políticas, pero tiene mucha agudeza al observar, eso le será beneficioso.
Lía Thiago
Excelente, atrapa desde un inicio, además del uso de un lenguaje culto y redacción impecable, Seguido a partir de este momento. Exitos 🌹
Milcaris: Pocas veces encontramos historia de hombres en esta app. Es una novela muy buena y como dices vale la pena seguir y apoyar, más cuando son escritores que están comenzando y su trabajo es bueno.
total 1 replies
Lacarvel
Mano dura y con eso aprenden las minorías 👌🏼
Lacarvel
ellos merman pero los rebeldes también
Lacarvel
eso pasó esta vez perooo en las demás provincias no será así por qué ya vieron hasta donde llegas.
Lacarvel
Ya era hora que pusiera mano dura
Lía Thiago: siiii una mezcla del tuyo con el de la uruguaya 🤣🤣🤣🤣
Milcaris: 🤣🤣🤣solo un poco 🤏🏻🤏🏻🤏🏻
total 3 replies
Milcaris
Damian con punto a favor. La guerra no se gana en una sola batalla.
Milcaris
Damian debería hablar con uno de ellos, quizás las órdenes del Rey para su pueblo no fueron llevadas a cabo y ahora la rebeldía.
Milcaris: Vale la pena apoyar a quien hace un buen trabajo.
Gabriel: Gracias por leer mi historia. “Si encuentras capitulo repetidos, me disculpo de ante mano”. Te quiero mucho
total 2 replies
Milcaris
Victor es definitivamente la piedra de tranca. Sabía que algo así iba a ocurrir.
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