El Mal Se Esconde En La Oscuridad

Tan pronto entraron la presencia del duende se hizo notoria como también su furia.

Allison sintió escalofríos que recorrían todo su cuerpo y un fuerte dolor en sus heridas que la hicieron gritar.

El duende corrió alrededor de ella haciendo presión en sus piernas.

Una parte de él estaba feliz de verla y otra muy molesta pues sentía algo diferente en ella, apenas podía tocarla pues sentía sus manos arder.

En Allison estaba él perfumen de Jeremy su olor su esencia lo que enfurecía al duende.

Los pequeños toques de manos, los roces al danzar y el momento en que la levanto para ayudarla a subir a la camioneta fueron los causantes de que el perfumen mezclado con el olor de su piel se impregnaran en ella.

La puerta que Javier dejo abierta para entrar las otras sillas, sé cerro con fuerza, haciendo que todos den un brinco del susto.

Por instinto Jeremy abrazo a Allison quien enterró su rostro en el pecho.

Esta aquí puedo sentirlo le dijo muy bajo temblando de miedo.

Yo también, pero estoy contigo y nada te pasará, acaricio su cabeza suavemente.

Diego tomó un bate que el abuelo dejo cerca de una mesa llena de fotos familiares.

El horrible duende rio con fuerza al ver que intentaba proteger a su hija.

La risa era la cosa más horrible y espeluznante que en sus vidas habían escuchando.

El abuelo quien dormía en el sofá despertó con la horrible risa, pero estaba como en trance y se le fue encima a Diego.

El duende con sus poderes distorsionaba la mente del anciano.

Maria y Patricia al escuchar los ruidos bajaron con cautela las escaleras encontrándose con el forcejeo por el bate.

Javier parecía inmóvil y lo único que movía eran sus ojos, el duende lo había privado y aunque Javier deseaba ayudar a Diego no podía.

Maria con un puño de sal en la mano, pues había oído que la sal aleja a las cosas malas, le lanzo el puño de Sal a su marido.

Jesús es la sal de esta tierra grito mientras lo hacía.

Víctor fijo su mirada en Diego, su labio superior sangraba pues entre el forcejeo lo había golpeado, soltó el bate y confundido retrocedió.

La sal no tuvo nada que ver, fue él nombre que Maria pronuncio.

Allison y Jeremy continuaban abrazados lo que ponía aun más furioso a la horrible creatura, que intentaba con todas sus fuerzas acercarse, pero ellos parecían protegidos por una barrera que impedía que el duende los alcanzara.

Debes ser valiente y enfrentarlo le decía Jeremy.

No puedo tengo miedo, creí que podría, pero al tenerlo cerca lo dudo dijo sacudiendo su cabeza.

Jeremy tomo su rostro con ambas manos inclinándose un poco la miro fijamente a los ojos.

Si puedes Allison y sabes por qué.

Allison negó con la cabeza.

Porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece contesto.

Que hago, pregunto aterrada.

Debes ponerle un alto, pero debes hacerlo con fuerza, con fe, sin dudas, respondió con convicción.

No sé si eso sea posible, toda mi valentía se quedó afuera de esa puerta, señaló la entrada

Eso no es cierto, tu valentía está en tu corazón.

El duende moria de coraje, otro hombre tocaba a quien consideraba su princesa eterna.

Para él eso era inaceptable, si o si debía tenerla, el tiempo se agotaba.

Allison y Jeremy seguian en la misma posicion, Jeremy sostenia su rostro con suavidad acunando su cara con ambas manos.

 La cercanía de sus rostros era tanta que sus alientos se mezclaban, las piernas de Allison temblaban como gelatina, pero esta vez no era por miedo, su corazón latía violentamente en su pecho.

No había recibido su primer beso y no tenía idea como besar, pero si esa sería su última noche, no dejaría pasar semejante oportunidad.

Tomo las manos de Jeremy, y las aparto lentamente de su rostro, se acerco más y estampo sus labios en los de él.

Jeremy abrió los ojos de la impresión.

Allison al no ser correspondida se apartó apenada.

Lo siento mucho, es mi primer beso le susurro suavemente.

Yo también lo lamento le dijo abrazándola y besando suavemente sus labios, dándole un lindo primer beso.

Diego apretó fuertemente sus puños, sabía que esa mirada no era de simple ayuda.

Patricia sonrió un amor bonito y puro en medio de tanta maldad era como una bocanada de oxígeno para un desahuciado.

El duende enfureció aun más y luchaba incansablemente por acercarse, chocaba una y otra vez con la barrera que impedía la cercanía de los dos.

Los corazones de ambos jóvenes latían a un mismo ritmo algo poco común, era la extraña sintonía del amor puro y genuino unido por el Dios altísimo que se hacía presente.

Con sus mejillas enrojecidas Allisonn sonrió avergonzada y susurro un gracias.

Los gruñidos terroríficos parecían ya no afectarle tanto.

El miedo que anteriormente sentía aumentaba las fuerza del duende, pero al este irse desvaneciendo las fuerzas de la creatura también menguaban.

El duende seguía invisible, se movía violentamente de un lugar a otro, chocando contra la barrera invisible que los protegía.

Javier logró salir del letargo que era sometido y se unió a su familia en un rincón apartado.

Patricia por primera vez en muchos años clamaba a Dios con lágrimas corriendo por sus mejillas y como la bondad de Jesucristo es tanta, él jamás desprecia un corazón contrito y humillado ante su presencia.

El duende podía sentir el respaldo de Dios y sabía que si no actuaba rápido estaría acabado.

El perfecto amor de Dios hecha fuera todo temor le repetía Jeremy a Allison y esta lo confirmaba.

Jeremy batallaba mentalmente.

"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” Efesios 6:12

Alentaba a Allison, mientras reprendía y oraba mentalmente.

Debes enfrentarlo con valentía sé que puedes lograrlo.