La Noble Señorita Se Divorcia

Susan y Aren son felices, es la vida que ella sonó, ahora preparan su primer aniversario, viajarán algunos días al ducado Graham, ahí se realiza un pequeño festival.

-Gracias, no fue tan largo el viaje

-No, solo un par de días.

Ambos van a su hotel y salen a conocer el lugar, ella compra algunos adornos para su cabello, cada vez que puede los usa, ya que en la cocina Eliana pide que tengan el cabello recogido.

En su paseo Susan ve a los niños jugar y se pregunta por qué no se ha embarazado, teme que no pueda concebir.

-No pienses tanto en eso

-Heee! Cómo sabes que pienso?

-Tu mirada cambia, sé que te preguntas por qué no llegan los hijos, solo los dioses saben cuándo lo mandarán.

-Pero y si no...

-Shhhh, aun así yo te amo a ti, eres valiosa y si el destino es así, yo estaré contigo.

-Pero tienes el derecho de tener familia.

-Mi familia eres tú, siempre serás tú, además no te has puesto a pensar que el del problema puedo ser yo, muchas mujeres son juzgadas e incluso repudiadas por sus maridos, luego se casan de nuevo y pueden convivir, el problema eran su ex esposo.

Aren consuela a Susan que se calma con las palabras de él, así pasan su viaje más tranquilos, disfrutan de sus días de vacaciones.

En ese viaje Aren también nota que Susan llama la atención y se siente orgulloso de su hermosa esposa, es bonita e inteligente.

Cuando regresan Arthur los espera ahora ya es más grande y muy inteligente, Aren conoce a su padre y sabe que cada día es más parecido a él.

-Les fue bien.

-Si, gracias. -Le dice Aren a Eliana -

-Eli traje algunos condimentos, espero que sirvan.

-Que bueno.

-Vamos a tomar limonada - Les decía el pequeño quien abría los brazos para que Aren lo cargará-

En el jardín de atrás entran también sus abuelos, ellos prepararon todo para comer ahí.

Susan solo va a cambiarse y al salir está la anciana en una banca afuera de su cabaña.

-Abuela no sabía que estabas aquí, que pasa?

-Hija ven siéntate al lado de esta anciana.

-Sucede algo?

-De que has estado triste, esa mirada la conozco.

-Sí, añoro ser madre, tener entre mis brazos a nuestro hijo, que sea como su padre, Pero ya pasó un año y yo...

-Calma, no debes pensar tanto en eso, pronto llegará y si no llega no pasa nada, Aren te ama.

-Y si deja de amarme.

-Él se casó contigo para amarte, no se casó contigo para tener hijos, eso déjalo para los nobles, a los grandes ducados dónde la línea de sangre es importante.

-Gracias.

-Yo no tuve hijos, pero mi vida junto a mi esposo no lo cambiaría por nada, tal vez en otra vida, ahora no te pongas triste.

-No lo haré, mi hijo llegará cuando sea el momento.

-Disfruta tu matrimonio, sean felices

Así Susan queda más tranquila, su corazón se calma, los días y semanas pasan, ahora Arthur pide conocer a su padre, es un niño muy amable y muy bonito.

Susan no puede creer cuando llega el momento de saber quién es el padre de Arthur, nada menos que uno de los cuatro duques más importante del reino, ella solo mira a Alen con sorpresa, ella jamás preguntó por qué es un asunto privado de Eliana, Sabe que Alen es caballero de Eliana y ese secreto no tenía permitido decirlo, pero de que es una sorpresa lo es.

-Tanto te sorprende, más le vale a ese idiota no lastimarla ni a ella ni a mi niño, no me va a importar que sea un duque.

-Te cae mal?

-Si, fue un idiota con ella, decía que el le hacía un favor en casarse con ella, ni siquiera le ofreció matrimonio, se que mi señora actuó mal, pero ella lo amaba, el no supo comportarse con ella, por eso ella decidió irse

-Y si se enoja por qué le oculto su embarazo?

-Tal vez quédate con Arthur, iré a hacer guardia cerca de su cabaña.

-Está bien.

Así Susan se queda con Arthur, Alen llega después para contarle que el Duque no está tan molesto, ambos hablaron calmadamente y él conocerá a Arthur formalmente al otro día.

Algo que la tranquiliza si el duque quisiera puede quitarle al niño, a pesar de todo no se ve tan mala persona, eso si, se ve que tiene un carácter fuerte, da miedo que esté con su seño fruncido.

Aren solo observa al duque ser cariñoso con el niño, eso lo tranquiliza, él no se separa de Arthur por órdenes de Eliana.

-Eres Aren verdad?

-Asi es.

-Dime eres caballero de Arthur, no voy a hacerle daño, es mi hijo.

-Mi deber es cuidarlo, realmente no lo conocemos, ni siquiera mi señora, lo siento si no está cómodo.

-Eres valiente al contestarme.

-Yo estuve a su lado cuando él nació, lo vi crecer, escuché sus primeras palabras y de mi mano aprendió a caminar, lo amo, espero que sea un padre para él.

El duque se molestó ante sus palabras, pero se contiene por Eliana, ella es capaz de golpearlo si pelea con su caballero.

-Yo soy su padre, él es del Ducado Carter.

-Le dará su apellido?

-Asi es, lo llevaré al templo, le harán la prueba de paternidad y podré registrarlo como mi primogénito.

-Duda que sea suyo.

-No, el es mío, basta con solo verlo, la prueba la hacen aunque no quiera, es requisito por qué no estoy casado con Eliana, ella está de acuerdo.

-Tío, él es mi padre, mira somos iguales, lo llevaré a conocer toda la posada

Aren lo abraza y está feliz de que el este emocionado.

-Llévalo a ver los animales, el te ayudará a recoger todo, ya verás -Le decía Aren al oído al pequeño, quien entendió a qué se refería, ese día el duque terminó todo sucio y lleno de plumas -

Aren solo veía de lejos como sufre el duque con su hijo y no puede negarse a nada de lo que le pide

-Que malo eres, pobre Duque.

-Jaja, que sufra un poco, además no es nada del otro mundo

-Estaré en la cocina.

-Si, ahí te busco en un rato.

Susan solo ve al duque y también ríe, el pobre no puede con el ritmo de Arthur.