Enamorada Del CEO

Sarah

Así como se lo prometí, no me aparté de él en ningún momento, estuve en cada mesa, saludando a todo mundo, la gente me daba cumplidos...

— Eres una mujer hermosa

— Demasiada hermosura para ti solo Alejandro

— La mujer de la noche

— Son ideas mías o los ángeles están cayendo del cielo

eran tantos comentarios tranquilos como algunos subidos de tono

— ¿de donde la sacaste?, ¿cobran bien?

— dame tu número, puedo pagar el triple

— si necesitas estaré por ahí

Alejandro solo se hizo el de la vista gorda, y me pidió que lo soportara solo por hoy, me estaba costando mucho no contestar

— iré un momento al baño, acompáñame a la habitación _ me ordenó, lo seguí.

Estando en la habitación me senté un momento en la cama estaba tan cansada, me dolían los pies...

— odio usar tacones _ murmuré

— te hacen ver más alta _ la voz de Alejandro sonó a mis espaldas

Me giré algo asustada, no había sentido salir

Nuestros rostros quedaron algo cerca, podía oler su olor a whisky, se notaba que estaba algo bebido

— soy alta, no soy tan baja

— para mí si lo eres, de hecho eres la primera mujer baja que he visto, cuando te vi por primera vez me impresionó que fueras baja _ confesó con una sonrisa, que me quedé observado tan hipnotizada

Su mirada estaba tan descontrolada, miraba mis ojos y no se a donde más, por último se apartó y se acomodó en la cama

— Estoy bien, solo que estoy cansado de saludar a las personas , he tomado mucho, necesito reposar un poco, no puedo seguir así _ mencionó acomodándose en la cama mirando al techo

— Le traeré un poco de agua con limón, le ayudará a sentirse mejor _ me levanté, pero él sostuvo mi mano para retenerme

— Ni un minuto lejos, que parte no entiendes _ mencionó levantándose de la cama _ iré contigo

Salimos de la habitación y justo saliendo estaba Paul esperando

— ¿Podemos hablar? _ me pregunto mirándome a los ojos

— Lo siento, ahora estoy en él trabajo, tengo prohibido hablarte _ mencioné tomando de nuevo el brazo del Alejandro

— solo será un momento

— ya te dijo que no, ahora danos permiso _ Alejandro lo ha hecho aún lado y continuó nuestro camino directo a la cocina de la casa

Al llegar le preparé un vaso con agua y limón, se lo tomó y se quedó mirando la ventana de la cocina

—¿Qué te gusta de ese hombre? _ pregunta mirándome

— Su capacidad para entenderme, no es alguien con paciencia, pero logra tenerla cuando se trata de mi _ le contesté

— ¿te gusta por eso?

— no me gusta _ negué de inmediato

— me da la impresión de que si _ dijo sin apartar sus ojos de los míos

No sé qué estaba pasando, pero la tensión en nosotros era diferente, se había vuelto palpable, cada mirada era con alguna intención...

— Creo que ha tenido una mala impresión, porque no es para nada mi tipo, hubo un tiempo en el que pensé que si, pero al pasar los años me di cuenta de que solo sería mi amigo _ confesé sin apartar la vista de esos ojos que parecían devorarme

— ¿Has tenido sexo Sarah?_ pregunta de la nada sacándome del encanto de sus ojos

— ¿que? _ eso era algo íntimo y personal

— solo es una pregunta, ¿la puedes responder? _ pregunta con tanta calma

— no, no he tenido sexo _ mi cara debió ponerse roja de la vergüenza

— Eso es lo que quiere de ti _ concluyó _ Paul es conocido por su interés en las mujeres primerizas _ su tono de voz era... frío

Lo miré con detenimiento, estaba intentando descifrar su expresión

— Paul, es solo mi amigo, nada más, dudo que pase algo entre él y yo.

Se levantó y salió de la cocina lo seguí

— Ya es hora de recibir el proyecto _ comentó y se detuvo para sostener mi mano, la envolvió en su brazo

la gente comenzó a aplaudir, me sorprendió tanto que el supiera cuando exactamente esto sucedería.

Él subió a un pequeño escenario y yo me quedé sentada en una de las mesas, él comenzó a dar un pequeño discurso...

Me quedé en mi asiento al verlo bajar del escenario, me dió sed miré la copa de champagne en la mesa, estaba intacta, olfatee para que no haya nada malo y bebí un poco, sabía distinto a la otra, está sabía delicioso

Me la bebí toda, luego tomé otra también, me quedé en mi puesto hasta que Alejandro se dignó en aparecer, me levanté para estar con él...

La noche se acabó con un gran espectáculo de fuegos artificiales, lo estaba viendo tan concentrada, Alejandro había desaparecido de mi lado, yo me quedé viendo cada detalle de aquel gran espectáculo, la luces en el cielo siempre han sido algo que amo...

Sentí las manos de alguien en mi espalda, por un momento pensé que era Alejandro, pero ese no era su perfume, miré a la persona a mi lado y me sorprendí

Me tomó por sorpresa por qué no me lo esperaba, Paul sonrió yo quise alejarme, pero este me tomo de las caderas y me acercó a él, sin previo aviso su boca beso la mía, la calidez con la que sus labios tocaron la mía me hizo soltar un suspiro...

Era el momento indicado, ¿no?, Los fuegos artificiales, el beso, pero no el chico, no era él, y él no quería entender eso...

Me aparté de él, él se me quedó viendo fijamente con una sonrisa, esa sonrisa que durante años había visto y nunca antes sentí tanta ira en mi como ahora

— ¿que has hecho? _ le pregunté molesta

— Cumpliendo tu sueño, acabo de darte tu primer beso, como lo querías, juegos artificiales, una noche tranquila...

Me aparté de él lo suficiente

— Estás loco, hay personas aquí, estoy aquí por trabajo, no sabes lo que has hecho _ le mencioné con mí rabia interna, no quería hacer un escándalo

Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo cuando mi mirada se fijó en el hombre que traía en su mano dos copas de champaña, Alejandro me mira y deja las copas en la mesa, fui tras él

— señor _ intenté detenerlo

Él se detuvo después de salir de la multitud

— Te pedí una sola cosa _ estaba molesto

— no fui yo... él...

— no me importa quién haya sido, eras mía está noche, que acaso no lo entiendes _ casi me gritó, entiendo su enojo, vino conmigo y yo me estaba besando con otro

— lo siento _ dije intentando calmarlo

— vete al hotel _ dijo frío y se adentro a la fiesta de nuevo

Me quedé allí de pie, un joven se me acercó con la bandeja de copas, me tomé dos.

Esto no era suficiente, estaba enojada, muy enojada.

Me fui en busca del auto, al llegar el chófer me abrió la puerta, iba a entrar cuando la voz de Paul me hizo detener

— Sarah, solo fue un beso no es para tanto _ dijo sonriente

Me acerqué a él y con la rabia a mil le di una bofetada

— no te quiero cerca, sabes perfectamente que detesto el contacto físico sin mi permiso _ le recordé mi mirada hacia él era fría

— no es para tanto, no hice nada inapropiado, no te falte el respeto

— no, no lo hiciste, pero besarme sin que yo te lo pida me molesta mucho, ¿por qué lo hiciste?

— pensé que te gustaría, era uno de tus sueños ¿no?

— si, de cuando tenía 15 años, ya no soy una niña _ lo dije tan cruel que él me miró molesto

— no, no eres una niña, eres una mujer, mujer que ahora es mi prometida, te guste o no, tu padre estuvo de acuerdo

— pues fíjate que estamos en el siglo XXI, yo elijo con quién casarme, y por más que mi padre esté de acuerdo, yo no lo estoy

— no me hagas hacer las cosas mal, solo quiero que aceptes mi amor, siempre he estado enamorado de ti, por que te niegas, tú también estabas enamorada

— te equivocas, no me gustas en ese sentido, solo eres mi amigo, nada más, años de amistad se están viendo afectados por tu soberbia y ambición

— no es ambición, es inteligencia, quiero un mejor futuro para los dos , ¿qué es lo que está mal?

— tú estás mal, no quiero esto, no quiero vivir mi vida contigo, atada a ti solo por qué es mi deber, no quiero...

Su mirada cambio de ser tierna a ser fría

— nunca te obligaría, te voy convencer, pero estas poniendo las cosas difíciles, solo quiero que correspondas a mis sentimientos hacia ti, hace años que me gustas mucho

— pero tú a mí no

Se me acercó, di dos pasos y tope con el auto, su mano acarició mi rostro

— Yo te amo Sarah, que es tan difícil de entender

— Paul por favor _ susurré sosteniendo su mano para detenerlo

Su rostro se acercó a centímetros de mi, quiso besarme, más no lo hizo, ya que Alejandro se hizo presente

— lamento interrumpir, pero ya me quiero ir _ mencionó molesto con la corbata en la mano

Paul se alejó de mi, y me miró por un momento

— nos veremos luego

Con eso se fue dejándonos solos

— ¿se siente bien señor? _ pregunté

— la que no está bien eres tú, dos tragos y ya te calientas con el primer idiota _ suelta entrando en el auto de mala gana...

Dentro del auto me miró

— ¿te piensas quedar allí?, ¿qué esperas para subir?

Suspiré y subí al auto...

Bueno, al menos sigo trabajando para él ¿no?...

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