Sahara es una chica dulce y amable, que para salvar la vida de su hermana tuvo que entregarse a un mafioso; pero ella se equivocó, da todo por una familia egoísta y esa decisión cambia su vida, ahora ella tiene que empezar a vivir sola, a valerse por si sola, sus problemas empiezan con esa desicion.
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CAPITULO 14. ESA VOZ LA CONOZCO
El director después de un momento le pidió a la señora Estela que entrara a la oficina para hablar con ella y a la secretaria para que curara la herida; mira a Sahara y le pide que espere con su hijo, mientras esperaba le entro la llamada de Mariela y ella contestó.
Mariela algo inquieta le dice.- Sahara, hermosa, ¿dónde estás?, estoy afuera de tu departamento tocándote la puerta y no abres.
Sahara estaba molesta, furiosa, por lo que estaba pasando y tratando de calmar su mal humor dice.-Mariela, estoy en el kínder, nuestro pequeño Lín sepelio y estoy esperando hablar con el director, lo quiere expulsar; pero ya le dije, si lo hace pienso hacer público los motivos y hacer ver que aquí hay preferencias a personas con dinero.
Mariela al escuchar lo que pasa se enojó y con su voz molesta dice.-Sahara, voy para haya, nadie va a tocar mi pequeño y menos en ese Kínder.
Después de decir eso corto la llamada, Sahara acaricia la cabeza de su pequeño y con una voz dulce le dice.
Lín, dime la verdad, ¿qué paso?, prometo no molestarme, solo tienes que decirme la verdad.
Lín con su voz triste dice.- Mamá, yo no hice nada malo, solo defendí a mi hermana, ese niño más grande estaba molestándola, le jalaba el pelo y la aventaba, yo no podía dejar que le hiciera eso.
Sahara abraza a su pequeño y con su voz tranquila exclama.- Lín, debiste ir con tu maestra y decirle lo que pasaba, recuerda que no es bueno hacer justicia por su propia mano, ya te lo he dicho, no es bueno pelear.
Lín con su voz decaída dice.- Mamá, yo hice todo lo que me dijiste, pero las maestras no hicieron nada y ese niño seguía molestando a mi hermanita; perdóname, mamá, no quise hacerte enojar y no quería pelear, pero no supe que más hacer.
Sahara, acaricia el rostro de su pequeño y con su voz dulce dice.- Mi niño, no tienes que disculparte, hiciste bien, tú y tu hermanita siempre tienen que defenderse, estar siempre juntos.
Sahara abrazó a su pequeño, dándole un poco de consuelo y de forma protectora, la secretaria, al salir de la oficina del director, los miro de arriba abajo, con una cara de desprecio; Sahara la ignoro, no iba a caer en sus provocaciones, no pensaba caer a su nivel, ella a pesar de todo se consideraba una verdadera dama y tenía educación. Paso casi una hora cuando escucho la voz de la secretaria hablando con otra mujer que había llegado.
Buenos días, señora Martines, si busca al director, puede esperar un poco, ya le digo que está aquí.
La señora martines con una voz altanera e imponente dice.- Dile que tengo prisa, solo esperaré 3 minutos y si no puede atenderme, me retiro.
La secretaria se para rápidamente y con una voz inquieta, dulce dice.- Señora Martines, por favor no se desespere, en este momento le aviso que está aquí, para que la atienda en este momento.
Sahara mira como la secretaria se para y entra a la oficina del director, no pasaron ni 2 minutos cuando sale la secretaria junto a la señora de la oficina, en ese momento la secretaria le indica a la señora Martines que pase. Sahara se molestó mucho, no iba a permitir que la trataran menos, con una voz furiosa les digo.
¿De qué se trata esto?, yo estaba primero que la señora, necesito atender el problema de mi hijo, no puedo perder aquí todo el día y merezco la misma atención que cualquier otro padre de familia.
La secretaria la ignora y con su voz atenta dice.
Señora Martines, por favor entre, el director ya la espera.
Sahara se para y trata de entrar a la oficina, estaba molesta, furiosa y no iba a permitir ese trato para ella; la secretaria se puso en su camino y menospreciándola le dice.
Usted tiene que esperar, el director tiene cosas más importantes que atender y será mejor que se comporte, no haga escándalos o la mando sacar.
Mariela iba llegando cuando escucho decir eso a la secretaria y con su voz amenazante exclamo.-Tu secretaria mediocre, dime ¿a quién piensas sacar?, que no sabes con quién estás hablando; la señora Sahara, está en este Kínder por la recomendación del amo, al igual que todos aquí, será mejor que no se sientan más que los demás o en este momento pienso hablarle al amo, a ver qué opina.
Sahara mira acercándose a Mariela, que iba llegando con su pequeña hija, al estar frente a todas, la secretaria dice.
Aquí también hay niveles y la señora a Martines, es de las más cercanas al amo, por si no lo sabe; por eso ella tiene prioridad, porque es así como se dio la indicación.
Mariela burlonamente dice.- ¿Es eso cierto?, tengo que preguntar, veamos que tanta verdad hay en sus palabras y cuidado con mentir, saben muy bien que al amo no le gusta que usen su nombre en falso.
Mariela toma su celular y empieza a marcar un número, lo puso en alta voz, al segundo timbre se escuchó la voz de un hombre, que dijo.
Carlos con su voz molesta dijo.- Mariela, mujer malvada, quedaste de mandarme las fotos de mis sobrinos y no me has enviado nada, hasta el amo está encantando con mis pequeños.
Mariela con una voz altanera dijo.- Carlos cállate, te tengo en alta voz, tus sobrinos parecen estar en problemas, Lín sepelio con un niño más grande que él, por defender a su hermanita Lía; pero lo malo aquí es que el director quiere echarlos, todo porque la madre de ese niño dice ser importante y para colmo, llego otra mujer de apellido Martines, que dice ser de las protegidas del amo, haciendo que nos dejen hasta lo último y tú sabes que las cosas no son así.
Carlos molesto dice.-Mariela, pásame al director, nadie va a tratar mal a mis sobrinos.
En ese momento se escuchó la voz de otro hombre, que le decía.
Nil con una voz gruesa y fría dijo.- Carlos, deja de perder el tiempo, te necesito aquí.
Carlos inquieto le dice.- Jefe, deme unos minutos, déjeme resolver un problema de mis sobrinos, quieren echarlos del Kínder, todo porque Lín le pego a un niño que molestaba a su hermanita Lía.
Nil con una voz emocionada dice.- Ese pequeño salió valiente, cada vez me agrada más, espero un día poder conocerlos; pero tú tienes cosas que hacer, déjame el asunto en mis manos, en este momento le marco al director, para que los dejen en paz.
Carlos vuelve a la llamada y dice.
Mariela, ya escuchaste al jefe, se va a encargar, no tienes de que preocuparte, nadie molestara a mis sobrinos.
Sahara se quedó pensando en la voz de ese hombre, le recordaba a alguien y al mismo tiempo la hacía sentir nerviosa, como miedo; se quedó pensativa hasta que escucho la voz de Mariela que le decía.
Sahara, todo va a estar bien, nadie volverá a molestar a nuestros pequeños.
Sahara con su voz insegura dice.- Mariela, la voz de ese hombre se me hizo conocida, dime ¿quién era?
Mariela le sonríe y con su voz indiferente le dice.-No creo que lo conozcas y menos que lo hayas escuchado, él es el amo de Carlos, se podría decir el dueño del Kínder, del hospital y de otros lugares; pero él no se la pasaba aquí, sus negocios están fuera de este país.
Sahara sintió algo extraño, pero pensó que todo era de su imaginación, que realmente ella no podía conocer un hombre así; pero en ese momento sus pensamientos fueron interrumpidos, al escuchar las voces alteradas de todas.
· la señora Martines con su voz nerviosa llena de miedo dice.-Señoras, por favor, no me metan en este problema y menos con el amo, por favor discúlpenme, de haber sabido que tenían el contacto directo con el amo, yo hubiera sido más consiente y…
· Mariela con su voz altanera dice.-Y nada señora Martines, lo que usted hace es malo, solo porque tu familia está en su nómina, no te da derecho a menospreciar a las personas a tu alrededor.
Sahara podía ver como la secretaria, la señora Martines y la otra señora, se miraban nerviosas, hasta el punto de estar pidiendo disculpas; pero ella no entendía que era lo que había pasado, más raro se puso cuando el director salió con una cara pálida y con la voz nerviosa dice.
· Señora Sahara, quiero disculparme con usted, entiendo que sus hijos no hicieron nada malo y voy a estar más al pendiente de ellos, para que nadie los vuelva a molestar; lamento haberla molestado y haberle hecho perder el tiempo, le prometo que no volverá a pasar.
Sahara pensó en contestarle, pero en ese momento escucho la voz de Mariela.
· Eso espero, no quisiera volver aquí y molestar al jefe, puede ser malo para usted.
· El director nerviosamente exclamo.- Señora, yo lo sé por favor, pueden retirarse, le prometo que esto no volverá a pasar.
· Mariela con su voz molesta dice.- Director solo para que lo sepa, mis sobrinos tienen que ser tratados igual que todos los niños, no queremos privilegios y si hacen algo malo ser reprendidos, espero lo entienda bien.
· el director empezó a temblar de miedo, con su voz insegura dice.- Señora, no tiene que preocuparse, yo are bien las cosas, no tendrá que venir nuevamente aquí, no habrá más quejas.
Mariela toma del brazo a Sahara y hace que los pequeños caminen delante de ellas, salen del Kínder, suben a un taxi; el camino de regreso fue en silencio, cuando llegaron al departamento, Sahara le ordeno a sus pequeños ir a dentro y hacer sus tareas, ella se quedó con Mariela afuera, sentía la necesidad de hablar con ella.
Sahara, al ver que sus pequeños se metían a la casa, con una voz inquieta le dice.
· Mariela, dime la verdad, ¿quién era ese hombre?, como es que con una llamada soluciona el problema de los niños y tú ¿Cómo lo conoces?, por favor háblame, estoy algo inquieta y nerviosa, no puedo con esto. Vas a pensar que estoy loca, pero creo que conozco esa voz y algo me hace sentir miedo, siento que debo alejarme.