Una mujer saliendo de una segunda relación que resultó desastrosa para ella . Con hijos; con una buena profesion. Dispuesta a seguir adelante sola a como de lugar , se vera contrariada al conocer a cierto joven que hará hasta lo imposible para que lo deje ser parte de su vida . ..
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Dos hombres, una misma mujer...
La mañana del día siguiente se hallaba algo fría anticipando la llegada del invierno, Killyam se dirigía a la empresa, como de costumbre se encontraba entrando al estacionamiento del lugar cuando vio que delante de él estacionaba otro vehículo que no había visto antes, aminorando la marcha de su coche le prestó mucha atención. Esperó que el conductor del vehículo hallará donde estacionar para luego hacerlo él, procurando que donde lo hiciera tuviera buena visibilidad, no sabía por qué pero sentía mucha curiosidad por saber quién bajaría de aquel coche.
El coche desconocido se estacionó y el muchacho logró ver a dos hombres bajar uno a cada lado de el, los reconoció de inmediato, eran los gemelos que formaban parte del grupo de diseño de la empresa. Estaba a punto de descender de su coche cuando notó que uno de ellos se disponía a abrir una de las puertas trasera, su mirada se fijó en ella. No pudo pasar por alto la sonrisa del muchacho, cuando vio descender del vehículo a la persona que venía con ellos, entendió la razón de aquella sonrisa. Ángeles bajó de él, se veía hermosa, traía un vestido cuya falda era recta y le llegaba unos centímetros debajo de las rodillas, en el frente tenía dos aberturas pequeñas que le permitían caminar con soltura y dejaban ver parte de sus piernas, aunque no demasiado. El cuello bote del vestido dejaba sus hombros descubiertos, lo cual sumado a su corte de cabello le lucían el cuello a la perfección. Killyam perdió la noción del tiempo mirándola, sonrió al pensar lo bella que era aquella mujer y todo lo que él solo verla le provocaba.
También pudo notar que Ángeles y los gemelos se llevaban muy bien, al punto de que ella iba colgada del brazo de ambos hombres. Pero no pasó por alto el hecho de que uno de ellos la miraba diferente, él sabía lo que esa clase de mirada significaba, aquel compañero de trabajo de la mujer estaba interesado en ella para tener algo más que una amistad. Eso de alguna manera activo sus sentidos y los celos comenzaron a trabajar en su interior, se dijo a sí mismo que no permitiría que nadie le robara a "la mujer de su vida". Porque para él, Ángeles era eso y estaba dispuesto a conquistar su amor como diera lugar.
Los vio subir al ascensor y luego de que las puertas se cerraran Killyam descendió de su coche, llegó a su oficina y comenzó a trabajar esperando la respuesta a los correos electrónicos que había enviado por la madrugada. Una vez los tuviera en sus manos comenzaría su plan de conquista.
Ángeles llegó al estudio de diseño del brazo de los gemelos, sus compañeros se sorprendieron al verlos llegar juntos.
-¿Y eso?- preguntó Anna quién era la más curiosa de todos y si tenía alguna duda no se quedaba con ella-¿por qué vienen juntos ustedes?
-¡Tú sí que eres chismosa niña!- le reprochó Marcos con una sonrisa.
-No soy chismosa, solamente me gusta estar informada- retrucó la joven- además no era a ti a quien le preguntaba.
-Vinimos en mi auto- le dijo Javi.
Cuando Anna estaba a punto de hacer otra pregunta, Ángeles se le adelantó
-Yo estaba esperando un taxi, los muchachos aparecieron, me propusieron traerme, y aquí estamos- explicó para terminar la conversación.
-¿Pero... sí ustedes no viven cerca de la casa de Ángel?- se quejó Anna.
-No- explicó Javi- hicimos un trámite por allí cerca y al verla nos ofrecimos para traerla.
-Ah... ok.- dijo la muchacha no muy convencida, ella sabía que a Javi le pasaban cosas con Ángeles y como si ella fuera una hija celosa se atrevía a preguntar y cuestionar la actitud del muchacho.
-Mejor pongámonos a trabajar- dijo Martha que hasta el momento había permanecido ajena a la conversación.
Todos asintieron y cada uno se dirigió a su lugar de trabajo para comenzar con sus tareas habituales.
-¡Por cierto!- exclamó Tony llamando la atención de todos-¿A ustedes también les llegó un cuestionario por la madrugada?
-¡Yes!- dijo Anna y los demás afirmaron también haberlo recibido.- a mí me resultó extraño el horario en que lo enviaron, pero como es de parte de la empresa lo respondí.
-Nosotros también- dijeron Marcos y Javi al unísono.
-Yo aún no lo respondo- dijo Ángeles
-Yo tampoco- agregó Tony
-Aquí igual- dijo Martha.
-Bueno entonces mejor hagámoslo antes que nada porque eso tiene un horario de entrega- les dijo Ángeles y los tres se dispusieron a leer sus e-mails.
Anna le dedicó a Javi una mirada matadora, poniendo sus dedos índice y mayor cerca de sus ojos, indicándole que estaría vigilándolo. Ante lo cual el muchacho negó con la cabeza, dándole una sonrisa de diversión.
Ángeles abrió el correo electrónico en su computadora personal y comenzó a leer las preguntas allí dispuestas. Luego de que completó sus datos personales en los que le pedían desde su nombre hasta el número de calzado, siguió por las preguntas de índole personal, allí había preguntas como ¿cuántas parejas ha tenido? ¿Actualmente tiene pareja?.
La mujer se rascó la cara algo confundida pues eran un poco raras las preguntas, pero no había razón para no responderlas. Siguió leyendo y respondiendo, se sonrió al leer que una de las preguntas decía ¿cuál es su color , flor, aroma, cantante, libro, película favorito?
"Muchas preguntas algo tontas" pensó pero no dejó de responder nada. Al cabo de una hora terminó y envió la respuesta al correo que allí figuraba. Luego se puso a trabajar como de costumbre.
Killyam se hallaba firmando unos documentos cuando su móvil sonó y una sonrisa se le dibujó en el rostro al ver que le habían llegado las respuestas a los cuestionarios que había enviado.
-¡Perfecto! Ahora si voy a poder saber todo lo que necesito...
Por su parte Javi no podía apartar la vista de su compañera, cada vez que tenía oportunidad se quedaba viéndola embelesado como si aquella mujer tuviera algo que la hacía mucho más especial que cualquier otra.
Anna que vigilaba al muchacho a cada segundo se le acercó cuando salían a almorzar y mientras caminaban hacia el comedor...
-¿Qué crees que haces?- le preguntó cómo si fuera un policía interrogando al sospechoso de un crimen.
-¿A qué te refieres?- preguntó Javi
-Ángel... ¿que te traes? ¿ que quieres con ella?- dijo la muchacha.
-¿Quieres saber la verdad?- le preguntó y ella afirmó con la cabeza- No me traigo nada, pero con ella quiero todo.- Anna abrió los ojos sorprendida ante aquella respuesta, Javi la dejó sin palabras por unos segundos...
-¡Entonces, ten mucho cuidado! Te voy a estar vigilando- le dijo, luego se alejó haciendo nuevamente con sus dedos la señal de que lo estaba viendo. Javi se sonrió ante la actitud de su compañera y cuando su hermano se acercó a él le contó lo ocurrido.
-¿Estás seguro?- le preguntó Marcos ocupando una mesa en el comedor del lugar.
-Lo estoy- respondió el muchacho- lo voy a intentar.
-¿Pero... eres consciente de que la diferencia de edad puede ser un obstáculo?- indagó su hermano
-Lo sé... pero no puedo simplemente quedarme viéndola.- le dijo Javi haciéndole seña para que mirara donde Ángeles se encontraba-¿No la ves acaso? ¡Es una mujer hermosa!
-Es cierto, es una mujer muy hermosa, pero... tiene un pasado que quizás sea complicado, difícil e incluso por causa de eso ella no esté dispuesta a volver a intentar algo con alguien.- le recordó Marcos, su intención no era desanimar a su hermano, él solamente quería que tuviera en cuenta todas las posibilidades.
-Es un riesgo que estoy dispuesto a correr, ella me gusta y mucho...- dijo Javi sin quitarle la vista a la mujer.
-Ok.- replicó Marcos y le dio una palmada en el hombro a su hermano- es tu decisión hermano. ¿y como o que vas a hacer?
- Primero me voy a acercar a ella como amigo, para así poder conocernos bien y de ahí en más veré como seguir.- le contó el muchacho mientras veían a Ángeles y las otras chicas acercarse a su mesa.
-Perfecto, te deseo mucha suerte hermanito- terminó de decir Marcos cuando las mujeres se disponían a sentarse a almorzar en su misma mesa.