Ian

Cristian salió muy afligido de aquella casita, se dispuso a caminar por los lugares en que él y Amelia caminaban.

Mientras tanto, Ian salió muy temprano a vender las frutas y verduras cuando llegó Amelith con Carla.

- Buen día Ian

- Buen día chicas, en que les puedo ayudar?

- No vinimos a comprar, quisiera invitarte a tomarnos unos helados.

- Discúlpenme pero no quiero tener problemas, ustedes son unas jovencitas y los demás no verían bien si me ven con ustedes.

- mmmm Como cuántos años tienes ?

- ya pronto cogeré mi mayoría de edad.

Amelith estaba tratando de convencer a Ian de que saliera con ella, pero él no acepto, solo podría brindarle su amistad, pero ella no estaba dispuesta a eso.

Su papá que pasaba por ese lugar la vio tomándole la mano a Ian

- Amelith, que haces aqui?

- ee vine a comprar frutas.

Cristian la tomo del brazo, se quedó viendo a Ian y le dijo

- mi hija es menor de edad, no quiero que te le acerques si no quieres tener problemas.

Cristian reparo bien al joven que sonreía con lo que él le estaba diciendo, por alguna extraña razón su sonrisa y sus ojos eran igual a los de Amelia, salió de sus pensamientos y se dijo que quería ver a Amelia en todo.

- señor no se preocupe, no estoy interesado en mujeres más pequeñas que yo.

- mejor que sea así.

Cristian se llevó a Amelith y por el camino estuvo regañandola.

- papá suéltame, me haces daño.

- Cómo te vuelva a ver con ese chico, te mando a un internado.

- que exagerado papá.

Ian quedó en su puesto y pensó en que eso de vender frutas y verduras no era un negocio que les produciera mucho dinero, tenía que buscar un empleo ya que los medicamentos de la abuela no se comprarían solos.

Llegó a la casa y hablo con su abuela

- abuela creo que buscaré un empleo que nos genere más dinero, eso de vender frutas y verduras es muy canzon y hay veces no tenemos ganancias.

- pero hijo, es lo único que yo se hacer.

- no quiero que trabajes más, yo te voy a cuidar así como tú lo has hecho conmigo.

- veraz que ya pensaré en algo, te amo abuela

- y yo a ti mi niño precioso.

Ian sabía hacer de todo un poco pero no tenía dinero para establecer un negocio, pensó en comprar materiales para agrandar la casita y estar más cómodo, pero como conseguiría el dinero.

A la mañana siguiente la tía de Clara llegó por su sobrina, no tuvieron mucho problemas para sacarla de ahí ya que Carmen voluntariamente le cedió la custodia temporal a su hermana mientras ella asistiría a un psicólogo, no perdían ninguna porque todas estarían viviendo en la casa de su papá.

cuando Angela vio a Clara corrieron para abrazarse, era la primera vez en muchos años que se veían personalmente, siempre hablaban pero solo por video llamadas.

- Cómo estás Clara

- ya mejor y tú ? estás muy hermosa.

- gracias tu también estás hermosa.

- y mi tía ?

- estaba arreglando unos papeles ya debería de estar aqui.

Alma al ver a su sobrina después de todo lo que había pasado la abrazo y se les salieron las lágrimas.

- Ya estoy aquí mi niña, veraz que todo será diferente para ti y tu madre.

Carmen estaba en una esquina con temor de acercarse a su hija, ella misma no podía perdonarse no haberla escuchado