Pasiones Prohibidas

Damian.

Andrés caminó y se sentó al lado de mi. —¿escuché bien?, preguntó mirándome.

—”Si” voy a revelar mi imagen al mundo, iremos los dos, dije pensando en lo que decía.

—No pensé que en realidad fuera así de importante, dijo tirándose en el mueble.

—No es por ella, dije tratando de negarme yo mismo lo que se veía a simple vista.

—Es por mí, ya es hora de mostrar mi imagen, seguiré siendo discreto, pero ya el mundo conocerá quien es Damian.

—Todos piensan que eres un viejo, feo y arrugado, casi un extraterrestre, dijo Andrés tratando de reír… ¿Por qué no quieres en realidad salir al público? preguntó mirándome fijamente.

—La fama es un problema, y nuestra otra vida tiene muchos problemas para agregar más. Pero ya está bueno de estar en las sombras mi madre debe, debe dejar ese miedo, tienes que ayudarme a decirle terminé de decirle ocasionando que él se sentará recto.

No juzgó su actitud, ese pasado fue difícil para mi madre, recuerdo ese momento en cada instante de mi vida.

Mi padre era un reconocido empresario, inteligente y un prodigio en la alianza económica, tenía una carrera prestigiosa y era el encabezado de todas las revistas y periódicos; sin embargo su prestigio ocasionó que un día la delincuencia tocara su puerta y un cartel de la mafia acabó con su vida por no querer colaborar a él lavado de dinero que le propusieron.

pero antes de acabar con su vida, le dieron una lección tomando a mi madre que se encontraba embarazada, fue violada y golpeasa, yo tenía diez años y presencié cada momento de aquel cruel acto, me golpearon sin parar por llorar sin consuelo por lo que le sucedió a mi madre, luego de violar a mi madre hasta el punto de hacerla sangrar, mataron sin contemplación a mi padre.

Todo sucedió por un periodista que seguía a mis padres a todo lugar y su vida profesional y privada estaban al público dando su ubicación y debilidad a sus enemigos.

Ese día llore hasta acabar cada gota de lágrimas por qué desde ese día no he vuelto a votar una lágrima más, mis sentimientos se secaron, y desde ese día que los guardias de mi padre llegaron y encontraron la escena, llevaron a mi madre a la clínica, donde anunciaron la pérdida de su embarazo, mi hermano solo le faltaba un mes para nacer, y esos salvajes acabaron con la vida de mi padre, hermano y también la de mi madre.

Ella no murió físicamente, pero su alma fue arrancada y desde ese día vive en una tristeza absoluta.

Desde ese momento jure ser el mejor y vengar la tragedia de mi familia.

El periodista no dejaba de seguir anunciando la vida de mi madre y la mía y su última noticia fue dos años después donde por la gravedad de lo ocurrido mi madre se puso mentalmente mal y tuvimos que internarla en una clínica mental.

Me llene de tanto odio y el juramento a mi venganza crecia cada dia, Gael en ese entonces era un hombre joven de los más jóvenes de los trabajadores de mi padre, le pedí que quería muerto a ese periodista y su respuesta cambió mi vida.

Dijo que si, yo lo ordenaba y el realizaba el trabajo, ya que por la impertinencia de ese hombre estábamos en esa situación.

Dije que lo haríamos, Gael contrato a unos hombres, a esa corta edad me senté con mi tío y dije que iba a vengar la muerte de mi padre, mi tío vio la determinación que tenía a mis doce años y dijo que él también quería vengar la muerte de su hermano, pero no sabía como, Gael era un joven de barrio, un delincuente, pero mi papá le dio una oportunidad de ser otra persona y él era fiel a mi padre por confiar en él.

Gael empezó a explicar qué haríamos, trajo hombres, los armó y busco un estratega y un entrenador, una semana después de eso el periodista fue asesinado, y ese día fui y le dije el motivo de su muerte.

Desde ese día empecé una doble vida cuando tenía quince años encontré a Andres robando en las calles de la ciudad y una turba de persona lo iban a matar, lo libre de ese suceso y desde ese día me ha seguido a todos lados.

Andres es dos años menor que yo, lo puse a estudiar, y ambos nos graduados para seguir los negocios de mi padre; sin embargo, en el proceso de encontrar a los hombres culpables de la muerte de mi padre, me fui convirtiendo en un temido delincuente, pero sin imaginar una noche vino alguien que cambió mi vida.

Yo no conocía a la familia de mi madre, pero un dia a mi puerta llego el jefe de la mafia italiana diciendo que era mi abuelo y llevaba siguiendo mis pasos, en ese entonces tenia dieciocho años de edad, Gael no me dejaba solo en ningún momento él y Andrés eran mi sombra.

para corroborar su información fuimos a la clínica a ver a mi madre y cuando ella lo vio se tiró a sus brazos, en definitiva ese mafioso era mi abuelo Vicenzo Olivieri, saco a mi madre de la clínica hizo una reunión e informó que ninguno de los hombres que dañaron a mi madre ese día, continuaba con vida.

Por ese motivo no encontraba rastros de ellos.

Mi abuelo dijo que tenía cáncer y le dieron poco tiempo de vida así que quería dejarme su legado, mi madre quiso oponerse pero dije que era mi decisión y yo aceptaba.

Ella me explicó el por que estaba lejo de él, dijo haberle suplicando a él que no quería ser parte de ese mundo así que ella se fue lejos y prohibió a su padre que tuvieran lapsos.

El respeto la decisión de su hija, hasta que se entero que moriría, hace unos años envió a investigar de su hija encontrando el daño que le hicieron, dijo que no me preocupara que cada uno de ello tuvo la muerte que merecían, viniendo esas palabras de un temido mafioso no dude, que sufrieron.

Mi madre se fue recuperando poco a poco, pero le tenía fobia a las cámaras, mi abuelo me mostró todo sus negocios y socios y en cada lugar me mostraba como su sucesor.

Mi tío murió en un accidente y dejó a su esposa con mis dos primas indefensas, así que las acogi y desde ese día las protejo, el no tenía la misma virtud empresarial que mi padre.

Desde ese día me he hecho cargo de la protección de mi familia, mi abuelo murió y yo seguí con el legado de Vicenzo Olivieri…

Andres carraspeo sacándome de mis pensamientos.

—Ahí que soltar el pasado, arregla todo, esta noche comeremos en casa de mamá dije, él asintió con la cabeza, se levantó del mueble, camino a la salida, abrió la puerta, cuando estaba a punto de salir volteó y preguntó —¿Ya la viste bañándose?

Tome el vaso que estaba a mi lado, pero él fue más rápido y salió antes que él vaso llegara a él, cayendo el vaso contra la puerta partiéndose en pedazos.

Respire profundamente y su pregunta me empezó a dar vueltas en la cabeza.

Quede sentado en el mueble y saque mi computadora dudando de hacer lo que por mi mente se pasaba en ese momento.