Rey Clifford, un joven maestro que una vez fue desterrado de su familia, vivió como un vagabundo hasta que el destino lo llevó a convertirse en parte del ejército.
¿Quién habría pensado que en el ejército su destino cambiaría drásticamente? De ser inepto en el uso de armas, pasó a convertirse en el dios de la guerra más joven de su país.
Terminada la guerra, regresó de la frontera y aquí comienza su historia.
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Capítulo 16
...Capítulo 16...
"Mi señor. Sus boletos para la salida a la ciudad imperial están listos. El avión despegará a las cuatro de esta tarde", dijo un joven con rigidez a Rey, que acababa de regresar de la oficina central del proveedor Sky.
"Hmmm... Falcon, ¿cuánto tiempo llevas siguiéndome?", preguntó Rey al joven rígido al que llamaba Falcon.
"Respondiendo a su pregunta, mi señor. Aproximadamente dos años", respondió con su rigidez característica.
"¿No tienes intención de volver con tu familia?"
Falcon se quedó atónito por un momento. Luego respondió: "¿Familia? Puede que tu destino no sea mejor que el mío. Y lo que yo he vivido no es menos malo que lo tuyo. Desde pequeño, mis padres murieron en un accidente. La verdad es que odio mucho a la familia real. Mi padre también era general. Antes de que nuestro país fuera dividido como un pastel, mi padre siempre estuvo en primera línea para luchar contra la invasión de otros países. Innumerables veces, las tropas lideradas por mi padre lograron repeler al enemigo. Lenta pero seguramente, la popularidad de mi padre aumentó, haciendo que la gente lo idolatrase. Esto hizo que los ministros sintieran envidia. Lo mismo ocurrió con los príncipes. Luego incitaron al rey diciendo que mi padre podría dar un golpe militar contra el poder del rey. Porque, de hecho, era innegable que el pueblo en ese momento confiaba más en mi padre para proteger el país que en el propio rey. Como resultado, el rey, influenciado por la incitación de los ministros, llamó a mi padre a presentarse ante él diciendo que sería recompensado por sus servicios. Sin embargo, quién iba a pensar que era una trampa. Cuando mi padre llegó al palacio, fue inmediatamente arrestado bajo la acusación de intento de golpe de estado. Al final, mi padre fue ejecutado y su cuerpo colgado en las puertas del palacio como advertencia a cualquiera que intentara rebelarse. No sólo eso, sino que el rey también ordenó la persecución y ejecución de todos los relacionados con mi padre. De toda mi familia, sólo yo sobreviví porque cuando ocurrió la masacre, estaba jugando al escondite con el hijo de un vecino. Cuando volví a casa, vi que todo estaba envuelto en llamas. Para salvarme, me vi obligado a unirme al campo de batalla. Sin embargo, en ese momento las fuerzas reales sufrieron una aplastante derrota, y yo estaba entre los prisioneros de guerra. Fui comprado y vendido como esclavo hasta que un oficial militar me compró como su esclavo. En ese momento, sufrí diversas torturas inhumanas. Finalmente, me obligaron a unirme al campamento del ejército y a luchar contra tus tropas. Cuando me derrotaste, admití que debía abandonar el ejército aliado e intentar servirte. El propósito no era otro que filtrarte secretos militares. Si me preguntas mi objetivo, permíteme admitir que fui muy egoísta en ese momento. Mi único objetivo era usar tus manos para destruir al enemigo que atacaba mi país. Porque, si estuviera solo, aunque tuviera mil vidas, mi venganza nunca se habría cumplido. La apuesta que hice resultó ser la correcta. Con mis propios ojos, vi la destrucción de las fuerzas enemigas y también logré decapitar al hombre que me había esclavizado. Gracias, mi señor."
Dicho esto, Falcon se arrodilló inmediatamente, inclinando la cabeza.
"Hmmm. ¿No tienes miedo de que se enteren de que eres un traidor y envíen a alguien a matarte?"
"En absoluto, mi señor. Porque, durante estos dos años, el entrenamiento inhumano que me has impuesto ha supuesto una mejora considerable en mí. Siento que, por el momento, incluso si enviaran a un asesino de nivel S, podría cortarlo fácilmente y enviar su cabeza a su amo."
"¿Crees que yo también correré la misma suerte que tu padre?", preguntó Rey sólo para saber cómo veía Falcon a los gobernantes.
"Permítame expresar mi punto de vista, mi señor. Básicamente, todos los seres humanos son buenos. Sin embargo, son los intereses los que cambian su carácter. Los reyes y los emperadores sólo piensan en sus tronos. En aras de la estabilidad del país, un emperador puede incluso condenar a muerte a un general o ministro. Básicamente, esa es sólo una excusa inventada. La prueba es que la lealtad de mi padre fue recompensada con la masacre de toda mi familia. No puedes ser más inteligente que el emperador. No puedes ser más valiente que el emperador. Tampoco puedes ser más popular que el emperador. Si no, lo más probable es que sigas los pasos de mi padre", respondió Falcon desde su punto de vista.
Rey parecía estar muy atento a lo que decía Falcon. En efecto, la crueldad de los gobernantes era innegable. Un emperador estaba destinado a estar solo. La historia ha demostrado que no es sólo un gobernante el que tiene las manos manchadas de sangre. Incluso hubo un emperador dispuesto a matar a su tío y a su hermano sólo porque los consideraba una amenaza para su trono. De hecho, un emperador también estaría dispuesto a matar a su propio hijo porque se consideraba que era más querido por su pueblo que él mismo. Un emperador sólo renunciaría a su trono cuando muriera. Mientras viviera, nadie podía competir con él en ningún aspecto.
