Engaño

Llegamos aquel lugar, era muy hermoso con vista al mar, y aunque el día estaba bastante frío, el aire que se respiraba aquí era puro, sentí paz al solo sentir la primera corriente de aire chocar con mi cara, me relaje al instante porque cabe descartar que luego de lo que  pasó en mi habitación estaba tensa, la forma en como me trato y luego pedirme venir aquí, me parecía sospechoso, tal vez solo eran ideas mías pero aún así no podía sacar eso de mi mente.

Al entrar un grupo de hombres, nos recibieron y por alguna razón lo que pasó con Laura vino a mi mente, el relato de Mirna seguía presente con dificultad mientras apretaba mi mano a la tela de chaqueta que llevaba puesta.

Sentí como mi corazón empezó a acelerarse y mis manos a sudar, mi respiración se volvió agitada, y la desesperación me invadió, estábamos en un lugar apartado, la última casa estaba a metros y estos hombre me miraron de una manera extraña, pensé en correr, pero a dónde entonces en medio de mis pensamientos temerosos lo escuché hablarme.

-Kristy ¿ estás bien?- colocó su mano en mi mejilla, mientras buscaba mi mano- estás pálida, dime qué tienes.

-Yo…. Puedo hablar contigo un momento- mi voz salió quebrada y falta de fuerza se notó el terror que tenía, porque sus ojos, su mirada se volvió complicada-.

Se disculpó con los hombres y me llevó a  lo que parecía una terraza.

Me miró esperando que dijera algo, solté el aire contenido y sin más solo lo dije.

-Alexander¿ porqué estamos aquí?,¿ vas a dejar que me hagan daño?- su mirada se tornó oscura y su mentón se apretó dejando sobresalir las venas que allí habitaban-.

-¿Hacerte daño?, voy a hacer de cuenta que no dijiste eso- se giró para entrar a la casa, pero mi miedo era tanto que seguí interrogando-

-Oye se bien que lo ocurrido con tu hermana fue difícil, pero por favor no tienes que hacerme lo mismo.

 Se giró de golpe, mientras yo solté un gemido de terror, al ver en sus ojos odio y rencor puro, di unos pasos hacia atrás chocando contra el barandal, mientras él con dos pasos quedó a centímetros de mí, podía sentir su aliento y su respiración pesada.

-Escucha bien Kristy, no soy una bestia como tú padre, no vuelvas a insinuar algo así, yo jamás dejaría a alguien pasar por el dolor que pasó Laura- el dolor se notó en su cara, y a mí se me arrugó el corazón-.

-Dijiste que me harías sufrir como ella, hasta llevarme a la…..- callé pero él comprendió lo que iba a decir-

-No te traje para eso, y no vuelvas a mencionar a Laura, no si quieres que llevemos esto en paz- me advirtió de forma severa-.

-Alex llegó el Señor Jiménez- anunció Josh, poniéndose alerta por la tensión en el lugar- ¿pasa algo?

-Aquí la señorita Ford- dijo mi apellido con tanto odió, que se me apretó el pecho- cree que la traje para que ustedes abusaron de ella, tal como el desgraciado de su padre a Laura- Josh abrió los ojos mientras buscaba mi mirada-.

-Aquí nadie te haría eso Kristy, no somos así- trato de aligerar el ambiente, con un tono de voz bastante jovial- Te esperan Alexander.

-Podrías encargarte de que coma algo- le pidió a Josh y este solo asintió- bien gracias.

Se fue sin siquiera voltear a verme, y cuando lo perdí de mi campo de visión al fin pude respirar con normalidad.

-Te parece si vamos por algo de comer, y luego hablamos un poco- asentí, mientras él me brindaba su brazo, el cual después de varios segundos tome- vaya estás temblando,¿ es frío o miedo?- cuestionó.

-Ambos creo- le dije soltando un suspiro- cuando pone esa mirada me aterra- le confesé.

-Bueno tengo que confesar, que si alguien dijera que soy un depravado, violador  también pondría esa mirada- una punzada de de dolor mezclada con vergüenza me invadió- Con él tiempo verás que Alex es un hombre completamente diferente a lo que hace ver.

-Pues lo conozco de hace mucho tiempo y todo lo que creía saber es una mentira.

-No lo conoces Kristy, solo te mostró lo que él quiso, pero la realidad es otra, el verdadero Alexander está lejos de esto que ves- tal vez tenía razón, pero eso no cambiaba el hecho de que solo me quería para vengarse-.

-El fue claro a decirme que se vengaría de mi padre conmigo y me haría sufrir lo mismo o más que Laura, pues llegar a este lugar apartado, lleno de hombres que de hecho me vieron de forma extraña, era imposible no asustarse- le dije mientras tomaba un poco de té-.

-Buen punto, pero te equivocaste el no dejaría que te hicieran eso- se acercó más a mí, mientras empezaba a susurrar- te quiere Kristy y mucho- mis ojos se abrieron como platos y solté un gemido de sorpresa-.

-Vaya forma extraña de querer- sonrió ante mi comentario, mientras me llenaba un plato de frutas-.

-No sabe cómo demostrarlo, vive en un dilema constante, entre vengar lo que pasó o solo ser feliz- se encogió de hombros, y me indicaba que comiera- tenle un poco de paciencia y sobre todo un poco de fé, es todo y verás la gran persona que tienes a tu lado, el verdadero no solo lo que aparenta-

Sus palabras resonaron en mi cabeza por un largo rato, me preguntaba si tendría razón, puede que sí parecían conocerse desde hace mucho, es obvio que sabe muchas cosas de él, pero y si todo era parte de su plan para hacerme bajar las defensas.

Hora y media después, estaba en el balcón tomando la brisa, y mirando la hermosa vista, si no estuviera el clima tan frío estaría metida en el agua disfrutando, pero ahora solo podía observar, escuché pasos y voces acercarse, gire a ver y eran en efecto el grupo de hombre de antes junto a Alexander que me dió una rápida mirada mientras se despedía de ellos.

-¿Qué haces aquí afuera?, ¿está haciendo mucho frío?- tomó mi mano haciendo que me pusiera de pie, y me hacía entrar a la casa, mientras cerraba la puerta corrediza de la terraza- tus manos están  frías Kristy- 

Lo observé llevar una de mis manos a sus labios mientras le daba calor con su aliento, mi cuerpo se erizo al instante y un nudo se formó en mi garganta, las palabras de Josh volvieron hacer eco en mí y no pude evitar verlo más de la cuenta.

-¿Sigues asustada?- preguntó con recelo mientras libraba mi mano- sé que he sido un desgraciado contigo, pero que me tengas en el mismo nivel que tú padre me ofende- dijo aquello y caminó hacía la barra sirviendo un vaso de licor.

-Solo quiero saber que pretendes, porque tú cambio de actitud hacia mí, hace apenas unas semanas no tolerabas ni verme y si lo hacías eras con rencor y ahora…. Necesito entender- asintió y tomó asiento indicando que lo hiciera también.

 -Estás embarazada- soltó sin más, y un poco de dolor recorrió mi cuerpo.

-Entonces es solo por el bebe- trague varias veces para liberar el nudo que se formó en mi garganta, debía preguntar-.

-Sí, bueno en parte- resoplo y su mirada se volvió complicada, como si le costará decir algo- tal vez no creas lo que  diré pero me estás haciendo sentir cosas, cosas muy fuertes….

Antes, si me gustabas pero nada comparado a lo que siento ahora, ni siquiera yo logro entender que me está pasando.

-Yo no sé qué decir…

-No tienes que decir nada, desde que ví y escuché al bebé, sentí la necesidad de cuidarte y de estar cerca de tí, pero luego de estos días, siento que no puedo despegarme es como si algo me atrae a ti, como un imán.

Me quedé en silencio con la mirada gacha, no supe qué decir, más bien no quise decir nada, podía ser honesta y decirle que también me siento igual, que lo amo desde que lo ví, pero entonces quedaría expuesta, le abriría mi corazón son saber cuáles son sus verdaderas intenciones.

Al ver que no decía nada se puso de pie indicando la salida, para volver a casa, no dijo nada más del tema y yo pues lo agradecí, si de verdad sentía cosas por mí y me quería como dijo Josh esperaría que demostrará eso, no volvería a bajar las defensas frente a él, no quería volver a salir lastimada.