NovelToon NovelToon
Entre Siglos Y Maldiciones

Entre Siglos Y Maldiciones

Status: En proceso
Genre:Romance / Época / Pareja destinada / Brujas / Reencarnación / Fantasía épica
Popularitas:2.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Lya RB

Desde que tiene memoria, Catalyn Spencer ha tenido poderes que la han llevado a ser discriminada incluso por su propia familia, pero solo su mejor amigo, Derek, la ha aceptado tal y cómo es. Sin embargo, cuando se encuentra con la bruja Victoria, su futura mentora, y la invita a unirse al aquelarre Eclipsis, descubrirá que Derek guarda más secretos de los que esperaba y podrían estar relacionados a una maldición mucho más oscura y peligrosa.
Los caminos de las personas están conectados por algo mas que el destino. Las mejores historias de amor a veces no tienen un final, a veces, ni siquiera tienen un comienzo y el hilo rojo podría romperse más de una vez.

NovelToon tiene autorización de Lya RB para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 15: Soles y Perdidas

Derek se acostó a dormir con la cabeza dándole vueltas.

El padre Nicolás y Vanessa iban a herir a Catalyn por ser bruja, pero no entendía por qué habían hecho esa alianza. Si ella también tenía poderes, ¿por qué lastimar a una bruja joven que ni siquiera conocía?, ¿qué relación tenía con Catalyn?, ¿estaba usando a Alice? Derek empezó a sentir que su corazón se retorcía con la sola idea de que podrían herir a Catalyn. Ya estaba sumida en oscuridad, ya estaba destinada a un final al que él temía. ¿Por qué hacer su existencia más miserable, aún cuando él se esforzaba en protegerla? Nunca era suficiente, nunca lo lograría. Siempre terminaría arrastrándola al pozo más hondo, a un túnel sin salida, a un abismo del que él había hecho su hogar. Pero ahora querían hundirla antes de tiempo y Derek no tenía idea de cómo cuidarla. Solo le ocurría pedir ayuda a Victoria, pero, aunque ya habían resuelto sus diferencias, aún no era capaz de verla a los ojos sin recordar lo sucedido. Tenía que cuidarla por su cuenta tanto como pudiera y esperar... por un amanecer nuevo.

Derek se pasó las manos por el rostro.

Estaba muy cansado.

Catalyn no le contestaba, así que se había dado un par de vueltas por su casa en su moto con la esperanza de verla en su habitación. Cuando vio su sombra a través de su ventana se sintió más tranquilo y regresó a su apartamento, pero le estaba ganando la preocupación.

Realmente estaba cansado de todo.

De pronto, imágenes de Alice relucieron en su cabeza, como si su cerebro quisiera atormentarlo más. ¿Ella también estaba en peligro?, ¿seria capaz de protegerla dado el caso? Aún le martillaban el pecho las palabras que ella había dicho, pero no quería que la lastimaran. Lanzó un suspiro, ya no sabía que sentir.

Le preocupaba Catalyn, pero le dolía Alice.

Aunque sus pensamientos sonaban más fuertes que su deseo de dormir, terminó por quedarse profundamente dormido y empezar a soñar.

                                   ***

Derek odiaba los bailes, pero Victoria había terminado por convencerlo y en ese momento se encontraba arreglando su traje. Se miró al espejo por unos segundos, y no los suficientes como para ver el protagonista de sus pesadillas en su reflejo. Desvió la mirada al mismo tiempo que Helena pasaba por su habitación. Ella era hermosa, igual que su tía. Con su piel color chocolate y sus rasgos delicados parecía una rosa floreciendo, más aún con ese vestido verde oliva y negro que resaltaba sus ojos. Siempre sonreía a pesar de haber perdido a sus padres hace poco, su luz no parecía acabarse. Derek la admiraba por eso.

Helena entró a su cuarto y Derek tragó saliva.

- Eres un desastre - le dijo en italiano con una sonrisa pícara. Hablaba igual que Victoria, despacio y fuerte, pero con el suficiente decoro para hacer sentir admiración a cualquiera.

- Gracias por el cumplido -. Derek se alejó por instinto cuando Helena se acercó a él.

- Solo voy a arreglar tu corbata, ¿de acuerdo? Y abre esas cortinas, siempre parece que vivieras en una cueva -. Ella abrió su ventana y el calor del verano inundó su recámara.

- No es mi culpa que el aquelarre me diera la habitación justo por donde la luz del sol entra directo a mi cama.

- Me encanta el sol - dijo ella sonriendo mientras le arreglaba el cabello -. Mi tía debe ver lo apuesto que eres, Derek.

Siempre pronunciaba su nombre con fuerza y hacía énfasis en la K del final. Él se había terminado por acostumbrar a sus burlas y, de hecho, le agradaba tenerla cerca.

Lo que ya era preocupante.

- Y definitivamente deberías organizar tu biblioteca, ¿qué clase de libros son estos?

《No son míos》 pensó él, pero se reservó la respuesta.

Derek se dio una última mirada al espejo e intentó sonreír, pero su sonrisa se desdibujo en su reflejo y él sintió un leve mareo.

- ¿Dónde está Victoria? - le preguntó a Helena, alejando su mirada e intentando enfocar su vista.

- Preparándose para el baile. Ya sabes que es importante para el aquelarre.

- ¿Por qué un montón de brujos querría hacer un baile?

Se alejó del espejo y recogió las hojas que habían acumuladas en su escritorio. El traje le picaba y sentía que se asfixiaba y lo único que quería era salir de esa habitación, pero debía tener cuidado en lo que hacía. Helena no podía saber en lo que trabajaba con su tía. Sentía la mirada de ella sobre lo que hacía, pero Victoria la había criado para ser una dama refinada que no debía involucrarse en los asuntos de sus mayores.

Y él era mucho mayor que Helena.

- Es la tradición para recolectar fondos. La escuela necesita recursos - le recordó ella, enroscando un mechón de su cabello ondulado -, los niños que recogemos necesitan más cuidados.

- A veces olvido que también esto... - señaló a su alrededor - es una fundación.

- Lo es, una muy importante, aunque no muy reconocida. Claro, el mundo no puede saber sobre la magia, pero aún así el aquelarre ha crecido a gran escala los últimos siglos y necesita más brujos. Jóvenes. Para ser educados.

Derek lanzó un suspiro. No le gustaba realmente la finalidad del aquelarre y el porqué reclutaban brujos nuevos, pero prefirió no decirlo. Helena siempre hablaba del aquelarre como si fuera el mayor salvador del mundo y su mayor sueño era pertenecer a él cuando cumpliera la mayoría de edad. Helena era una bruja dedicada cuyo poder florecía con el pasar del tiempo. Era inteligente, tanto como para planear las estrategias en el salón de guerra del aquelarre; era poderosa, más que la mayoría de niños de su edad; era noble y altruista, algo que escaseaba en el mundo.

Era imposible odiarla.

- Es una causa noble - se limitó a contestar, dándose cuenta que se había quedado mirándola -. Vamos a encontrar a tu tía.

- ¿Y cuándo vas a ser mi tío? - preguntó Helena mientras salían al pasillo.

Era una niña demasiado curiosa y alegre.

- No me quiero casar, Helena.

- Tampoco mi tía, pero quien sabe. ¡A lo mejor tengo primos!

Derek tosio ahogado.

- Mucho menos quiero hijos - dijo él más alto de lo que pretendía.

Helena lo cogió del brazo y Derek cerró los ojos por un instante cuando su vista se llenó de luces amarillas.

Algo estaba mal.

Para su suerte, Victoria apareció de entre una de las habitaciones de la mansión acompañada de la líder del aquelarre.

Helena dio un respingo e hizo una reverencia.

Orianna le sonrió con gentileza.

- No es necesario hacer eso, niña -. La bruja le alzó el rostro.

- Es solo que usted es la líder y la admiro... - respondió Helena con voz suave, haciendo su mayor esfuerzo por no titubear.

- Justo como debe ser, pero soy una bruja como tú. No me tengas miedo -. Orianna dirigió sus ojos azules a Derek y él se sintió intimidado. Era imposible no sentirse así teniéndola frente a frente -. Tú sí debes tener cuidado.

Derek no supo cómo tomar lo que le dijo, pero se limitó a asentir.

- Tu humano parece que quiere hablar contigo, Victoria. Los dejo a solas - dijo Orianna alejándose de ellos, no sin antes darle un abrazo a Helena y decirle lo hermosa que estaba.

Derek volteó a verla. El hombre o mujer o demonio o cualquier ser que quisiera estar con ella debía de estar loco. No se imaginaba tener que lidiar con lo poderosa y estricta que podía llegar a ser Orianna todos los días. Era hermosa, como el mar tormentoso que veías a los lejos en la playa. Podías admirarlo, pero no estar cerca. Cualquier se terminaría ahogando.

- Da miedo - dijeron Derek y Helena al mismo tiempo y rieron como dos amigos.

- Pero nos dio un hogar, le debemos la vida - Victoria le cogió la mano a Helena y miró a Derek de arriba a abajo -. Creo que es la primera vez que te veo con traje.

- Probablemente la única vez - Derek le sonrió, y aunque se moría de ganas de besarla, no lo hizo. Era más complicado que eso. No eran una pareja común -. ¿Tenemos que asistir a este baile?

- Yo tengo que hacerlo, tú eres solo un invitado. Pero estás viviendo aquí, en la mansión Lunæ, sin ningún costo. ¿Realmente quieres ser descortés con tu anfitriona, que puede reducirte a cenizas solo con mirarte?

Derek rodó los ojos.

- No tienes que decirlo así.

- Tío gruñón - se burló Helena.

- No soy tu... - Derek dejó la frase colgando. Era imposible querer hacer sentir mal a esa inocente niña -. Vámonos, llegaremos tarde.

El salón principal estaba repleto de brujos y de jóvenes nobles que se habían animado a participar de la caridad. El aquelarre movía sus piezas en la sociedad y tenían influencia sobre lo que sucedía en las ciudades donde se asentaban. Eran comerciantes, lideres, espías y brujos. Eran peligrosos, pero se movían entre las sombras a plena luz del día.

Los nobles, gobernantes y brujos bailaban en el salón de baile bajo la luz de candelabros cuyas velas flotaban. El lugar era inmenso, tanto que Derek se sintió insignificante y pequeño entre el gentío. Vitrales, cuadros, adornos y estructura parecían estar hechos milimétricamente para que fuera lo más espectacular y elegante que cualquier humano pudiera ver en su vida. Pequeñas bolas de luz bailaban entre los invitados y cada vez que la música cambiaba también lo hacían los colores de los vestidos de los brujos. Orianna sabía cómo dar una buena fiesta.

Derek sabía bailar, más por instinto que por convicción, pero no se sentía cómodo entre tanta gente que reía y gritaba. Victoria y Helena tampoco, pero actuaban de maravilla. Parecían dos aves llenas de gracia paseándose por el salón principal. Victoria parecía una reina con ese vestido azul noche y Derek se dio el lujo de observarla unos minutos. No sabía por qué había aceptado sus sentimientos por ella, aún más cuando se arrepentía cada noche, pero la felicidad era tan esquiva para él que cualquier atisbo que se le presentara de paz pretendía saborearlo. Victoria siempre estaba triste, recordaba a su hermana y a su cuñado muertos y a su sobrina llorando sobre sus cadáveres, pero se esforzaba por sonreír, tanto como Derek. Ambos estaban rotos. Por eso se entendían.

Deseaba que fuera así todos los días. Solo ellos tres en un aquelarre que los mantenía a salvo.

Pero no era ese su destino.

No podía serlo.

Derek bailó con Victoria la última pieza que dirigió el maestro de orquesta antes de que Orianna diera unas palabras de agradecimiento. Victoria se recostó en su pecho y Derek sintió que el corazón le dio un vuelco. La atrajo hacia si, mientras se balanceaban y Victoria tarareaba, pero Derek se detuvo un momento cuando empezó a marearse y a ver como si hubieran cubierto el salón de baile con neblina.

- ¿Estás bien? - le preguntó Victoria -. Estás muy pálido.

- Solo estoy algo mareado. Tal vez por este... divertido baile.

- Derek, hablo en serio, ¿sucede algo? - Victoria alzó su voz y fijó sus ojos sobre los de él, poniendo su mano sobre su pecho -. Tu corazón está latiendo muy rápido.

Derek pensó en la mejor excusa.

- Estás muy cerca de mi.

Victoria le cogió la mano y lo arrastró fuera de la multitud.

- ¿Dónde está Helena? - preguntó, alzando la cabeza e intentando localizarla.

- Debe estar con ese chico brujo que le gusta, Kennedy. Me preocupas tú, ¿qué sientes?

Ahora se le hacía difícil ver a Victoria.

Sentía que la cabeza le daba vueltas con tan solo pestañear y que se desplomaria en cualquier segundo. Tragó en seco y respiró profundo.

- Tal vez necesite regresar a mi habitación.

Victoria entendió de inmediato.

Llamó a un par de sus subordinados y la ayudaron a cargar a Derek hasta su recámara. Los pasillos y la gente se le hacían distantes y borrosos. Los sonidos se le mezclaban y sentía su almuerzo en su garganta. ¿Se había intoxicado?, ¿se había topado con algún hechizo por error?, ¿o acaso...?

Alguien prendió la luz de su habitación y Derek gimió de dolor cuando sintió un pinchazo en su cabeza. Distinguió el cabello rubio de Orianna y su voz fuerte e imponente. Hablaba sobre un par de hechizos, sobre un antídoto, sobre cadenas. Todo se le hacía confuso a Derek. Apenas si podía mantenerse despierto.

- Ya lo solucionaremos - escuchó que le dijo Victoria a su lado. No se habia dado cuenta que tenía su mano derecha entre las de ella y que tenía un pañuelo de agua fría en la frente -. Todo estará bien.

Finalmente, Derek se había desmayado.

Pero para cuando despertó..., deseó no haberlo hecho nunca.

 

1
Andrexenx
Sii por fin
Andrexenx
😥
Andrés Felipe Hernández
"Te vamos a matar si sigues con tus chingaderas, mamón. Ponte con tus mamadas y te descuartizamos y tiramos de comer a los perros. Andate con cuidado porque no sabes con quién te metes, krnal"

-Victoria (2024)
Andrés Felipe Hernández
VIVAN LOS NOVIOOOOOOOOS!!
Andrés Felipe Hernández
Algo no me agrada aquí... >:v
Andrés Felipe Hernández
Eh, esa es mi frase
Andrés Felipe Hernández
"Para aprovechar la corriente del rie, no corres en su contra; te dejas llevar por el impulso de su cauce"
Andrés Felipe Hernández
So Easy (Soy ese)
Andrés Felipe Hernández
"Gracias a ti, Andrés pasó sus parciales; si eso no fue magia, ¿entonces que fue?"
Andrés Felipe Hernández
"Esto está mal, muy mal"
¿Es normal que las shippee?
Andrés Felipe Hernández
Auch
Andrés Felipe Hernández
¡¡Empieza el entrenamiento, pongan la canción de Rocky Balboa!!


*Motivational Música intensified"
Andrés Felipe Hernández
Imagino la escena en mi cabeza y la cara de Catalyn tipo: :0
Andrés Felipe Hernández
Fue un suspiro de "Dios, menos mal que aún tiene"
Andrés Felipe Hernández
Rutina de skincare y 10 ave Marías Bv
Andrés Felipe Hernández
De noche: Un aquelarre de magia
De día: Call Center de portabilidad de Claro :v
Andrés Felipe Hernández
No digas eso, chiquita
Andrés Felipe Hernández
Golpe bajo :v
Andrés Felipe Hernández
¿Que quien es Catalyn?
para unos, una extraña
para mi, mi diosa
mi aire vital para respirar
mi corazón palpitante
mi medicina
mi uso de razón
Andrés Felipe Hernández
AGARRENME que la mato :)
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play