SOMBRA

Esa mañana Diana se despertó con sus náuseas matutinas, era su rutina antes de asearse, no veía la hora que terminara la horrible sensación, después de vestirse y estar lista, baja a la cocina y prepara el desayuno, desea salir con Emilia a pasear sabe que se enamorara del pueblo como ella lo está.

Emilia: buenos días, que rico huele, todo esto lo preparaste tú, lo veo y no lo creo.

Diana: para que veas como he progresado, además soy hija de una chef jejjeje sé cocinar.

Emilia: como nunca lo hacías en casa, pero está delicioso, deberíamos pensar en un restaurante.

Diana: no creas, he pensado en un negocio propio con los niños, debo pensar en su futuro.

Emilia: me encanta con la madurez que hablas y que piensas, ya sabes que seré tu socia, no me vas a dejar por fuera, hermosa la universidad sabes que estudiarás.

Diana: me presentaré a administración he ingeniería.

Emilia: como tu padre,

Diana: sí, no tendré esa inteligencia pero me gusta.

Emilia: lo lograrás, además me hablaste que es a distancia, mejor.

Después de desayunar salieron las mujeres debían ir a la cita médica primero, mientras se montaban al auto que Emilia rento, el hombre que las seguía, tomaba todas las fotografías que se pudiera, las siguió y vio que entraban al hospital.

Las chicas ingresaron estaban tan perdidas en su conversación que nunca e percataron que las seguía, cuando llegaron al consultorio esperaron la llamada.

Enfermera: Diana Castillo

Las dos se pusieron de pie ingresando al consultorio, mientras tanto afuera el hombre que las seguía escucho el nombre completo de Diana, supo que estaban en la sección de obstetricia, con mucha paciencia espero sentado.

La enfermera fue llamada por un médico y dejó su puesto solo, eso era lo que aquel hombre esperaba se acercó con sigilo, y empezó a buscar la carpeta de Diana, encontrándola, salió con ella en la mano sin que nadie lo notará.

Al llegar al carro el hombre toma foto a toda la historia clínica, en esos datos estaba también donde trabajaba, se dirigiría más tarde a ese lugar, sabria mas de ella.

Cuando va a regresar la carpeta, la enfermera está en su puesto, así que pregunta por una paciente y cuando la enfermera se voltea a buscar la historia él pone de inmediato la de Diana, ruega que en ese punto no haya cámaras.

Dentro del consultorio...

Antonio: Diana hola. Como te has sentido, que bueno que vienes acompañada.

Diana: Hola doctor, es Emilia mi prima.

Antonio: cuantas veces te dije que me llamaras por mi nombre, mucho gusto Antonio, bella dama

Le estira la mano a Emilia quien no duda en darle la suya, los dos sienten que su cuerpo recibe un corrientazo dejándolos a los dos sorprendidos.

Emilia: el gusto es mío, bien a visitarla por unos días así que no podríaperdermee ver a mis sobrinos..

Antonio: Diana ve ponte la bata y vamos a revisar los bbs.

Antonio revisó, estaba seguro de que todo estaba bien, así que fue por más vitaminas, me dio las órdenes.

Emilia: Dr. ella no necesita cuidados especiales, son dos.

Antonio: no Emilia, está muy bien así, el próximo mes estarás de mejor ánimo Diana ya las náuseas deben pasar.

Diana: que bueno en verdad las mañanas son lo más duro.

Antonio: el.proximo mes nos vemos, cuídense, Emilia un placer conocerte.

Emilia: placer el mio, Antonio, me gustaría invitarlo a tomar un café antes de irme.

Antonio: está es mi tarjeta, llámame y cuadramos

Diana los miraba asombrada no ll podía creer su prima, invito a su médico y el acepto.... salen del hospital Emilia llevaba una sonrisa de oreja a oreja.

Diana: disimula las babas se te caen.

Emilia: Hermosa me enamoré, que médico, me mandas la fecha de la próxima cita, estaré acá, y esta noche lo llamo para invitarlo al café, porque debe salir rendido, pero más rendido lo dejaré yo.

Diana: lo creo que conozco, eres peor que yo.

Las dos conocieron más el lugar, nunca se dieron cuenta de que las seguían, en las horas de la noche regresaron a casa feliz, Emilia llamo a Antonio se verían al día siguiente que él tenía el día libre y Diana trabajaría.

Diana hizo la cena no quiso come por fuera, Emilia la observaba, en verdad su prima había dado un cambio de 360°, en otra época, no movería un dedo, y comería como loca en la calle, estaba orgullosa de ella.

El hombre armó un archivo allí mandaba el informe con fotos, directo al email del Don, estaba cansado así que fue al un hotel cerca de la casa.

Emilia deseé ya buscaba la ropa para su día con Antonio, ese hombre despertó algo en ella, la disfrutaría de eso estaba segura.

En Italia....

Franco revisaba los email, su hombre que seguía y protegía a Emilia, le mando el informe al abrirlo y leerlo supo que estaba en un pueblo de España, no conocía a ninguna amiga llamada Diana, pensó en compañeras de la universidad, al ver las fotos, escupió el trago que tomaba, Diana Castillo era Carla... su sonrisa fue inmediata.

Franco: Enana te encontré, con que Diana, vamos a ver quien eres en España, y tu hermanita te ganaste un castigo, te lo dije y en mi cara me negaste saber de ella.

En ese momento ingresa su secretaria, quien rara vez veía a su jefe sonreír.

Franco: dime

Secretaria: Señor, su hija está acá,

Franco: déjala pasar.

La hija de Franco pasa, mira a su padre, quien se veía cansado y triste.

Melliza: papa te pasa algo.

Franco: nada cansancio.

Melliza: papa te traje los documentos para la graduación, y el valor a pagar, haremos una gran fiesta en el hotel, la familia vendrá, mamá ya me confirmó espero que tu, mamá y papá Carlo estén en la ceremonia.

Franco:claro, hijaa, es un orgullo verlos graduarse

Melliza: después espero que me des la dirección de alguna de las empresas.

Franco: eso te lo tienes que ganar trabajo tendrás, pero empezarán como todos desde abajo, trabajarán en financiera.

Melliza: papa, pero Emilia es CEO, ya, esperamos lo mismo.

Franco: tu tía, se graduó hace dos años y trabajo con tu abuelo durante este tiempo, no salió de la universidad a ser CEO.

Melliza: como quieras, igual estas en tan mala actitud con nosotros.

Franco: los que están en mala actitud son ustedes, y no cruces la raya, será si hija, pero no dejaré que hagan lo que quiera o irrespeten.

Melliza: sigues pensando no Carla ella no regresará

Franco: es mi problema y si regresa tendrá un lugar a mi lado, hija date al dolor, Carla es mía... Y cuando la encuentre ocupará su lugar que es el de mi mujer.

Melliza: papa es mi hermana, tu ahijada

Franco: pero no es mi hija, es lo que importa, ahora retírate tengo trabajo.

La melliza sale furiosa, no puede creer que su padre quería ir tras su hermana y peor que todo el mundo sepa que la quiere como su mujer, serán el hazmerreír de Italia.