Hana y JungSun se casaron para mantener la economía de las empresas familiares a flote.
Él la odia. Ella lo ama.
¿Qué pasará cuando después de dos años de matrimonio JungSun se de cuenta de lo que está perdiendo?
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Capítulo 16.
JungSun sabía que si quería mejorar las cosas entre Hana y él , tenía que demostrar que lo quería, que no sólo estaba jugando con ella y que no sólo la quería para pasar sus noches de calentura, se sentía ridículo al jurarse que no e importaba Hana y que ahora estuviera tratando de buscar su perdón, no sabía que era lo que tenía que hacer con exactitud así que fue a buscar a la única persona que conocía a Hana mejor que hasta sus propios padres.
-Tu también la conoces -le replicó Min-ha- fue tu amiga antes de que sus padres nos alejaran y esas cosas.
-Pero sus gustos pudieron haber cambiado, no puedo simplemente recoger las flores que encuentro por ahí.
-No idiota, sus gustos no han cambiado, y si bien ya no somos niños como para que sólo le regales las flores que arrancas puedes intentarlo con pequeños detalles. ¿Te acuerdas que le dabas la mitad de tu chocolate? también le dabas tus gomitas, se compartían un paquete de gomitas.
-También lo hacía contigo ¿que diferencia hay?
-Si que eres imbécil. La diferencia está en que ella valora esos pequeños detalles, yo te obligaba a que me dieras, ella quiere que esa clase de cosas salgan de ti.
-Entonces ¿Quieres decir que le comparta mi paquete de gomitas?
-Necesitas terapia, y una urgente. -suspiró frustrada, con su mano derecha hizo su cabello hacía atrás y regresó su vista a JungSun- Mira, mequetrefe, lo que yo quiero decir es que simplemente le des pequeños detalles, que un día le lleves flores, al otro le compres chocolates, que mirés entre sus cosas que es lo que más usa y lo que le hace falta, sorprendela, no dejes que ella te pida las cosas, que salga de ti.
-Explicate mejor.
-Eres un retrasado, y no es por ofender a las personas con retraso mental pero estoy segura de que hasta una persona en estado vegetal comprende más las cosas que tu. Observa sus cosas, un ejemplo, ve que labial ocupa más, fijate, sin que se de cuenta, si ya casi lo termina, apunta la marca el color, tómale foto si quieres, y busca el mismo, después, regálaselo.
-De acuerdo… pero casi no se maquilla.
-Sólo aplica esta clase consejo para lo que veas necesario, que su champú ya se lo acabo, comprale el mismo, si ocupa un perfume y ya no tiene, cómprale uno igual. Se acabó.
-Tienes razón.
-Siempre la tengo, imbécil.
JungSun puso en marcha aquellos consejos, miró entré las cosas de Hana, apuntó lo que le hacía falta y ese mismo día le regaló unas flores, la vio sonreír, le agradeció y las colocó en un florero, un punto para él. Al día siguiente le compró unos chocolates; fueron a parar a urgencias porque él no sabía que ella era alérgica a las nueces. Punto menos.
Después del incidente, le compró su primer labial en tono rosa, el mismo que ella tenía en sus cajones, sólo que no se esperó las palabras de ella.
-Gracias, JungSun. Te lo agradezco pero fue Minki el que lo usó para pintar en el espejo, la verdad es que ese color no me gusta, pero te lo agradezco de verdad.
Un punto menos.
Luego, fue con el perfume, la verdad es que ni siquiera lo había olido, sólo comprado, se dio cuenta a la mera hora de que ese perfume se lo había regalado su madre a Hana en una broma y mala jugada, pues el perfume apestaba a plantas.
-Sí, no lo tiré porque de cierta manera ahuyentaba a los mosquitos. Te agradezco el gesto pero… creo que mejor deberías de dejar de comprar esta clase de cosas.
….
-Tus consejos son una mierda.
-No, tu eres la mierda. Le compraste un labial que nunca le viste usarlo, un perfume que ni siquiera oliste, ¿cómo sabías que no le había provocado urticaria y por eso lo dejó de usar?
-Carajo.
-Le compraste chocolates a los cuales es alérgica, sí, mejor déjalo por la paz.
-¿Qué hago ahora?
Minha suspiró y le extendió la foto de un reloj de escritorio, al parecer, una antigüedad.
-Lo vi en internet, el precio es muy elevado pero yo se que ella lo quiere, pensaba en regalárselo para su cumpleaños pero mejor dáselo tú, y me debes una.
-Ese reloj se lo había regalado yo cuando sus padres aún no la alejaban de nosotros.
-Sí, su padre se lo rompió en un ataque de ira cuando quedó después de ti en los exámenes, desde entonces se la vivió buscándolo y cuando lo encontró estaba agotado. Así que lo busqué yo por que se lo mucho que le importa, así como tu le importas. Cómpralo, regálaselo y a mí me debes el almuerzo de todo un mes.
-Una semana.
-Mes, dije. Te di la mejor manera de que puedas ser perdonado y te dé una oportunidad, dile que si te acuerdas del reloj, que se lo compraste por que no lo viste y esas cosas. Ni siquiera te voy a salir cara, un mes de hamburguesas y pizzas a cambio del mejor regalo del mundo.
-Esta bien… -JungSun salió corriendo del restaurante.
-Necesitas un novio, Minha. Es tu momento de ser feliz.