Klea es policía en Interpol, destacada en la región de Almería para mejorar la gestión de registros de los migrantes.
Alejandro es juez en la dependencia policial en Almería y tiene una relación tóxica con Victoria, pero le gusta mucho a Klea.
Ambos van a compartir una vida como perro y gato, silencio y burlas, odio y sarcasmo, hasta que la llegada de Kader hace los cambios pertinentes.
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Rescate de Kader
Klea llega al hospital, presenta su credencial a la recepcionista puesto que con ese cambio de presentación no sería reconocida, pero lo irónico de todo es que tanto Klea como Victoria se cruzan sin verse, Klea está enfocada en que le dejen pasar de inmediato y la secuestradora apresura el paso para que no le quiten el niño porque ya está con un pie fuera del sanatorio. El policía que estaba en la patrulla se mantiene alerta por si acaso y reconoció a Victoria Burga salir con un niño. Al parecerle extraño que ella salga del hospital con un niño grande como Kader sea suyo, se bajó de la patrulla y fue a ver a Klea, puede ser que ese niño sea Kader y ambos pude estar a tiempo para darle seguimiento.
Los padres de la intendente lloraban, su madre de rodillas aferrándose a la camilla, y su padre golpeándose el pecho. Klea no dice ninguna sola palabra, solo abandona la habitación, pero su mirada destila fuego su vecino tenía razón no solo pasó algo, sino que Kader es secuestrado, y busca a su colega quien también la busca en el primer piso.
- Han secuestrado a Kader. – sentencia con voz fría.
- Te estuve buscando, pero no me daban razón donde ubicarte.
- Vámonos, tenemos que rastrear al secuestrador de Kader.
- Me pareció haber visto a Victoria con un niño, pero no sé si es Kader.
- Es ella. – hace entender al oficial que es la secuestradora.
Suben de inmediato a la patrulla y el colega conduce en la dirección donde huyó la secuestradora.
-Hay que poner la sirena. – es la sugerencia del policía.
- No. Debemos seguirla en silencio, el ruido de la sirena y la velocidad puede asustar a Kader y a ella la pueden poner en alerta.
Con su celular, Klea busca el número de teléfono de Victoria Burga y luego lo registra en el rastreador de números y consigue actualización de la ubicación segundo a segundo.
Kader, por su parte, llora, busca a mamá, y la secuestradora que lo ignora, le importa muy poco la vida del niño, total no es español, es migrante, ¿A quién le importa un huérfano kurdo?
- ¿Te puedes callar? – ella grita – eres estresante… por el amor de Dios, que desobediente, eres odioso, eres un mimado… Te voy a matar y estarás en el departamento de Klea, vas a ver… - amenaza al niño – destruida la zorra podré recuperar mi novio.
La persecución es intensa, el patrullero está casi al lado del auto de la secuestradora, Klea, intenta forcejear con la secuestradora para que detenga el auto, pero la única manera de lograrlo es pasar al otro auto por la ventana y con ambos autos en movimiento. Es una auténtica locura, pero por Kader lo vale todo.
Es una maniobra bastante temeraria, ambos conductores a la par, el policía debe acercarse lo más posible para hacer el traspaso. Klea logró pasar al otro auto, tiene a Victoria reducida, pero no debe detenerse a dar un respiro, ella debe controlar el auto, para evitar un accidente, pero su prioridad es Kader, pese a que está con el cerebro atendiendo dos asuntos en simultáneo, a Kader le habla en kurdo para calmarlo, el niño reconoce la voz de mamá y se va calmando, el patrullero se mantiene adelante, Klea logra detener el auto, el patrullero bloquea el pase por procedimiento.
Klea sale del auto, para abrir la puerta trasera y sacar de allí a su niño, Kader abraza fuertemente a mamá, sigue llorando, sigue asustado, pero confía en que mamá lo ayudará. El policía arresta a Victoria por secuestro de menores y se la lleva a bordo del patrullero. Klea le autoriza llevársela, pero esposada por seguridad, mientras ella piensa que es oportuno utilizar el auto de la secuestradora para movilizarse.
Mamá se queda en la carretera con el niño hasta que él esté completamente calmo.
-Mamá. – llora Kader – mamá.
- Tranquilo mi niño, todo saldrá bien. – ella lo mima – regresamos al hospital para que el doctor te cure.
- Mamá.
- Lo sé amorcito, lo sé. Pero todavía no te puedo llevar a casa.
- Mamá.
Klea conduce en dirección al hospital, da una vuelta en u y va con calma. Kader, observa la calle, se pone de rodillas y se apoya contra la ventana. Klea conduce con una mano y con la otra hace de barrera para que el niño no se vaya a caer. El paisaje es totalmente nuevo a los ojos del niño.
Al hospital están con las alarmas por el secuestro y los padres de Klea hablaban con la policía, ambos lloraban, se han encariñado mucho con él. La sorpresa más grande fue cuando vieron a su hija y al niño en sus brazos, la felicidad y la paz habían vuelto, los doctores se llevan al niño para una revisión y reanudar su tratamiento, pero está vez ponen seguridad en la habitación del niño.
Kader solo acepta su medicina si mamá está allí a su lado. Mamá lo malcría cantando una canción, pero en español, eso relaja al niño y permite a los doctores hacer su trabajo. Kader no duerme, se queda despierto mirando a mamá y le tiende su brazo. Mamá se sienta a su lado y lo llena de besos, Kader sonríe al sentir el amor de mamá.
La policía se retira, ya no tiene sentido seguir con las investigaciones, el menor apareció, pero deben encontrar a la secuestradora, Klea pide para hablar con ellos y darles indicaciones sobre dónde encontrar a la secuestradora.
Alejandro tendrá que alejarse de ella lo más rápido posible, un escándalo así le puede costar su puesto de trabajo en la oficina y una gran pérdida de dinero en la empresa de su padre. Los celos enfermizos de Victoria o vencida Burga solo causaron la ruina de su imagen y la de su familia.
Kader volvió a estar calmo, pero ahora están sus abuelos que lo cuidan, la abuela está frente a él tomando sus manos y el abuelo a sus espaldas que le acaricia la cabeza. Por teléfono, Freddy está mensajeando a Klea, él se enteró del asunto por medio de papá, al ser mellizo, él se ha sentido extraño, es una reacción compartida que sólo los gemelos y mellizos comparten.