¿Te Acuerdas?

Al día siguiente: La planificación de la boda en marcha

Al siguiente día, se reunieron en la casa de los padres de Enzo. Esteban y Sofía los recibieron con una sonrisa y les ofrecieron un delicioso desayuno.

Irem y Enzo se sentaron en la mesa del comedor con Emilio y Olivia, y comenzaron a discutir los detalles de la boda. Esteban y Sofía se unieron a la conversación, ansiosos por ayudar a planificar el gran día.

"¿Qué tipo de música queréis para la boda?", preguntó Sofía.

Irem sonrió. "Me gustaría algo romántico y clásico. Tal vez un cuarteto de cuerdas).

Enzo asintió. "Me parece perfecto. ¿Y qué tal la comida? ¿Qué tipo de menú os gustaría?"

Emilio se rió. "Bueno, creo que deberíamos tener algo para todos los gustos. Un poco de comida internacional y también algunos platos tradicionales."

La familia siguió discutiendo los detalles de la boda, desde la decoración hasta el vestido de Irem. La planificación estaba en marcha y todos estaban emocionados de ver cómo se desarrollaba.

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Después de discutir los detalles de la comida, la familia pasó a hablar sobre la decoración. Sofía tenía algunas ideas interesantes y comenzó a mostrarles fotos de diferentes estilos de decoración.

"Me encanta este estilo clásico y elegante", dijo Irem, señalando una foto.

Esteban asintió. "Sí, es muy bonito. ¿Y qué tal el color? ¿Qué color os gustaría para la decoración?"

Enzo pensó por un momento. "Me gustaría algo suave y romántico. Tal vez un tono pastel."

Olivia sonrió. "Eso suena perfecto. Podemos combinarlo con algunos tonos neutros para darle un toque de elegancia."

La familia siguió discutiendo los detalles de la decoración, y pronto tuvieron una idea clara de cómo querían que fuera la boda.

Después de un rato, Esteban se levantó y dijo: "Bueno, creo que hemos hablado suficiente por hoy. ¿Por qué no nos vamos a ver algunos lugares posibles para la boda?"

Irem y Enzo se miraron emocionados. "¡Genial!", exclamaron al unísono.

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Buscando el lugar perfecto

La familia salió de la casa de Esteban y Sofía, emocionados de buscar el lugar perfecto para la boda de Irem y Enzo. Esteban había investigado un poco y tenía algunas opciones en mente.

"Vamos a ver este lugar primero", dijo Esteban, señalando un hermoso jardín en el centro de la ciudad.

La familia llegó al jardín y se sorprendió con su belleza. Había flores de todos los colores, un estanque con peces y un pabellón perfecto para la ceremonia.

"Me encanta", dijo Irem, sonriendo.

Enzo asintió. "Sí, es perfecto. ¿Qué os parece si nos casamos aquí?"

La familia comenzó a explorar el jardín, imaginando cómo sería la boda. Emilio y Olivia se sentaron en un banco, sonriendo y disfrutando del momento.

"Este lugar es mágico", dijo Olivia.

Esteban sonrió. "Sí, es perfecto para nuestra Irem y nuestro Enzo."

"Es cierto", dijo Emilio, sonriendo. "No queremos tomar una decisión apresurada. Vamos a ver los otros lugares que Esteban ha encontrado".

Esteban asintió. "Exacto. El próximo lugar es un hotel con vistas impresionantes de la ciudad".

La familia se subió al auto y se dirigió al hotel. Al llegar, se sorprendieron con la belleza del lugar. Había una gran terraza con vistas panorámicas de la ciudad y un salón de recepción elegante.

"Wow", dijo Irem. "Este lugar es impresionante".

Enzo sonrió. "Sí, es muy bonito. Pero no sé si es lo que estamos buscando".

Sofía se acercó a ellos. "¿Qué os parece si vamos a ver el jardín interior? Es muy hermoso".

La familia se dirigió al jardín interior y se encontró con un oasis en medio de la ciudad. Había una fuente, flores y árboles que creaban un ambiente relajante.

"Me gusta", dijo Enzo. "Pero todavía no estoy seguro".

Irem sonrió. "No te preocupes, tenemos tiempo para decidir. Vamos a ver el próximo lugar".

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El próximo lugar que Esteban había elegido era un castillo antiguo en las afueras de la ciudad. La familia se subió al auto y se dirigió hacia allí. Al llegar, se sorprendieron con la majestuosidad del castillo.

"Este lugar es increíble", dijo Olivia.

Emilio asintió. "Sí, es muy impresionante. Me encanta la arquitectura".

Irem y Enzo se miraron emocionados. "Este podría ser el lugar", dijo Irem.

La familia se adentró en el castillo y exploró sus salones y jardines. Había una capilla privada donde podrían celebrar la ceremonia y un gran salón para la recepción.

"Me encanta la capilla", dijo Irem. "Es muy romántica".

Enzo sonrió. "Sí, es perfecta. Y el salón es muy elegante".

Esteban se acercó a ellos. "¿Qué os parece si vamos a ver el jardín exterior? Es muy hermoso".

La familia se dirigió al jardín exterior y se encontró con un paisaje impresionante. Había un lago, flores y árboles que creaban un ambiente mágico.

"Este es el lugar", dijo Enzo, sonriendo. "Este es donde quiero casarme contigo, Irem".

Irem sonrió, emocionada. "Me encanta. Este es el lugar perfecto".

El lugar perfecto....

La familia se abrazó, emocionada por haber encontrado el lugar perfecto para la boda de Irem y Enzo. Esteban y Sofía sonreían, felices de ver a sus seres queridos tan contentos.

"¡Esto es increíble!", exclamó Olivia. "Este castillo es el lugar perfecto para la boda".

Emilio asintió. "Sí, es muy elegante y romántico. Irem y Enzo se merecen lo mejor".

Irem y Enzo se miraron, emocionados. "Estamos tan felices", dijo Irem. "Este es el lugar donde queremos empezar nuestra vida juntos".

Esteban se acercó a ellos. "Bueno, entonces es oficial. El castillo es el lugar de la boda. Ahora podemos empezar a planificar los detalles".

"¿Cuándo podemos hacer la reserva?", preguntó Enzo.

Esteban sonrió. "Puedo hacer la reserva ahora mismo. ¿Qué parece si nos sentamos a hablar con el dueño del castillo?"

La familia se sentó con el dueño del castillo y comenzó a discutir los detalles de la reserva. Todo parecía estar saliendo a la perfección.

Un momento a solas....

Después de haber reservado el castillo para la boda, Irem y Enzo se despidieron de sus padres y decidieron tomar un paseo por el jardín del castillo. Querían tener un momento a solas para disfrutar del emocionante momento que acababan de vivir.

"Estoy tan feliz", dijo Irem, sonriendo. "Este castillo es perfecto para nuestra boda".

Enzo la tomó de la mano. "Lo sé, me encanta. Y estoy tan feliz de que hayamos encontrado el lugar perfecto para empezar nuestra vida juntos".

Irem se acercó a él y lo besó suavemente. "Te amo", dijo.

Enzo la abrazó. "Te amo también", respondió.

Se sentaron en un banco del jardín, disfrutando del paisaje y del momento. La tranquilidad del lugar los envolvía, y se sintieron como si estuvieran en su propio mundo.

"¿Te imaginas nuestra boda aquí?", preguntó Irem.

Enzo sonrió. "Sí, me la imagino perfectamente. Con nuestros seres queridos alrededor, y nosotros dos prometiéndonos amor eterno".

Irem se rió. "Suena como un sueño".

Enzo la miró a los ojos. "Es nuestro sueño, y pronto será realidad".

Se quedaron en silencio por un momento, disfrutando del momento y del amor que compartían.

Una noche de amor

Después del paseo por el jardín del castillo, Irem y Enzo decidieron regresar al departamento de Enzo. Estaban ansiosos por estar solos y disfrutar de su amor.

Al llegar al departamento, Enzo cerró la puerta detrás de ellos y tomó a Irem en sus brazos. La besó apasionadamente, y ella respondió con igual intensidad.

Se desvistieron lentamente, disfrutando del momento y del amor que compartían. La pasión y el deseo los consumían, y se entregaron el uno al otro sin reservas.

La noche se convirtió en una explosión de amor y pasión, con besos, abrazos y susurros de amor. Irem y Enzo se perdieron en su propio mundo, donde solo existían ellos dos.

Enzo la llevó a la cama, donde continuaron su danza de amor. Sus cuerpos se movían al unísono, y sus corazones latían como uno solo.

Irem se sintió envuelta en un mar de amor y pasión, y se entregó completamente a Enzo. Él la amaba con todo su corazón, y ella se sentía segura y protegida en sus brazos.

La noche se convirtió en una noche inolvidable, llena de amor, pasión y romanticismo. Irem y Enzo se despertaron al amanecer, abrazados y sonriendo.

"Te amo", dijo Enzo, besándola suavemente.

"Te amo ", respondió Irem, sonriendo.

Se quedaron en la cama, disfrutando del momento y del amor que compartían. Sabían que su amor era fuerte y verdadero.