Esta es la historia de 6 lobos, que con ayuda del buscador de mates Nolan Suche, parten en busca de sus parejas destinas, llegando a lugares a los que nunca se imaginaron visitar y experimentando todo tipo de experiencias que los podrán a prueba, pero para estos 6 lobos, ninguna prueba es lo suficientemente difícil, si la recompensa es esa personas que estuvieron esperando toda la vida.
Esta es la continuación de mi historia “La Buscadora de mates” espero que les guste.
Esta historia se concentrara en los hijos de Susana y Malik, los de Donia y Kalil, y los de Elizabeth y Julian.
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Capítulo 15
TARA
Me duele todo, ese es el primer pensamiento que viene a mi mente cuando abro los ojos, lo siguiente que viene a mi mente es la razón por la que estoy tan adolorida, y una enorme sonrisa asoma por mi cara al recordar todo lo que paso anoche.
Sin pudor alguno me levanto de la cama improvisada, aún desnuda, y empiezo a buscar a mi compañero.
Mientras avanzo, más me voy despejando, y comienzo a notar los cambios en mí, puesto que puedo oler, y oír cosas que antes no podía, se siente extraño, pero a la vez muy natural, usando mis nuevas habilidades lobunas, cortesía de mi hombre, lo encontró en nuestra habitación, revisando mi equipaje.
- Acaso mi novio decido que le quedaban bien las faldas, porque de ser así, temo decirte que no encontraras nada de tu talla allí – le digo con una sonrisa mientras me acercó a él y lo abrazo por la espalda, y debo de ser masoquista, porque a pesar de que aún me duele todo, aunque ya no tanto como me dolía cuando me levante, la resistencia lobuna es genial, me entristece un poco que Víctor ya se haya vestido.
- Aunque suena interesante usar eso de usar una falda, lamento decirte que en realidad estaba buscando algo de ropa para ti – me contesta, mientras se gira y me besa, muy apasionadamente – pero a hora que te veo, creo que luces mejor así – me dice, mientras comiza a acariciar mi espalda, acercándose peligrosamente a mi trasero.
- Eso también pesaba yo, pero como tú ya te vestiste, ahora es mi turno – le digo separándome de él, y tomado lo primero que veo de mi maleta y salgo de la habitación para ir a cambiarme a la de a lado, puesto que de quedarme, hay altas probabilidades de que Víctor y yo terminemos en la cama, y no precisamente para dormir y si bien es algo que deseo, aún estoy adolorida, y por mucho que mis nuevas habilidades me ayuden a recuperarme más rápido, necesito un descanso.
Cuando salgo de la habitación, ya completamente vestida, el olor a comida me guía a la cocina, y solo es en ese momento que me doy cuenta lo hambrienta que estoy, algo lógico tomando en cuenta todo el ejercicio que hice anoche.
Antes de bajar, me dirijo al baño, donde veo nuevamente la marca que Víctor dejo en mí, la cual es igual a lo que yo deje en él, una corona que está detrás de una luna creciente, es realmente hermosa, y siento que nos representa a ambos muy bien.
- Con esta, ya te debo dos comidas – le digo mientras me siento en la mesa, la cual ya volvió a su lugar, al igual que todos los demás muebles.
- No me debes nada, pero si quieres pagarme, se me ocurren una cuantas, cosas que puedes hacer para mí – me dice mientras me sirve una buena porción de comida a la vez que recorre mi cuerpo con la mirada y puedo ver el deseo es esta.
- Y yo estaré más que encantada de pagar mi deuda – le contesto con una sonrisa pícara, a lo que mi mate se sonroja, es adorable, no sé cómo pude ser tan descarado y tímido a la vez.
El desayuno fue como cualquier otro que compartimos juntos, y es que a pesar de habernos unido anoche, Víctor y yo ya éramos una pareja formal desde antes, y este acto solo nos unió un aún más.
- Víctor, debo de decirte algo – le digo cuando acabamos de desayunar.
- ¿Qué pasa cariño? – me pregunta mientras se sienta a mi lado en el sillón.
- Ayer renuncié a mi trabajo, esa etapa en mi vida llego a si fin, y una nueva ha empezado, y esa nueva etapa es a tu lado, así que desde hoy te digo, a donde vayas tú, iré yo, pero eso sí, siempre debemos de tener un tiempo para pasarlo con mi familia – le digo, y entonces algo superextraño pasa, Víctor se levanta y se va de allí dejándome sola.
Su reacción me dejo muy desconcertada, pero no tengo tiempo de reflexionar el actuar de mi novio, porque este regresa muy rápido, pero en vez de sentarse de nuevo a mi lado, se arrodilla frente a mí, y trae consigo una pequeña cajita, la cual al abrirla tiene un anillo dentro.
- No sé si eres de aquellas que desean una gran fiesta, o si prefieres algo más sencillo, o incluso no sé si quieres una boda o no, así que tomado en cuenta estos factores, y con el riesgo de que me digas que no, te pregunto Tara Mutig, ¿te casarías conmigo? – me dice Víctor y yo solo puedo llorar.
- Claro que quiero casarme contigo, y para que lo sepas, prefiero una fiesta sencilla – le respondo, mientras me lanzo a sus brazos.
Y así, ambos arrodillados en el suelo, nos fundimos en un beso lleno de promesas, promesas de un futuro juntos, un futuro que iríamos construyendo día a día, año con año, un futuro brillante para ambos.
Ese fin de semana fue uno de los más felices de mi vida, allí, en aquellas paredes, comenzamos con nuestros planes de boda, y también nos entregamos el uno al otro en cada rincón disponible, todos esos planes que hice antes de partir, se fueron a la basura, pero fue por algo mucho mejor, ese fin de semana fue mágico de mil maneras distintas, y al llegar a casa lo hicimos como una pareja comprometida, y en pocos meses seriamos una pareja casada, de eso me aseguraría, puesto que no pensaba esperar mucho para ser la esposa de Víctor.
De niña siempre deseé, un amor como el de mis padres, y aunque hubo momentos en los que creí que nunca encontraría a la persona para mí, nunca perdí la esperanza, y al fin mi deseo se cumplió, encontré a Víctor, o más bien le me encontró a mí, y aunque no es para nada lo que esperaba, empezando porque es un hombre lobo, puedo decir que es mil veces mejor y sé que a su lado seré muy feliz, porque lo amo y porque el ama.
FIN