Un Contrato Para Amar

La pasión está desbordada, Kat está recostada en la cama y Emiliano se encuentra encima de ella devorando su cuello. Ella lo ha despojado de su camisa y acaricia su pecho, deleitándose con esos músculos que hasta ahora solo había podido observar.

Su pierna está en la cadera de él, quien acaricia su pierna hasta llegar muy arriba. Kat deja salir un leve gemido que es ahogado por los besos desesperados de Emiliano.

El sonido del celular de Emiliano los devuelve al mundo real. Él deja de besarla.

- Por favor, no te detengas- pide Kat con la voz entrecortada.

- Esto no es correcto- responde Emiliano e intenta incorporarse.

- Lo es, tú lo deseas y yo también- dice mientras lo atrae por el cuello a sus labios- quiero ser tuya Emiliano.

- No puedo, Kat. Lo siento, estaría traicionando la confianza de tu padre- expresa mientras se levanta.

- Estoy enamorada de ti, quiero que seas tú el primer y único hombre de mi vida.

El teléfono no para de sonar.

- ¿Qué acabas de decir?

- ¡Que estoy enamorada de ti!

- Debo contestar, puede ser importante.

Katherine se siente frustrada, acaba de confesar sus sentimientos y a él solo le preocupa contestar esa estúpida llamada.

Se levanta y pasa junto a el rumbo al baño, lanza los zapatos y comienza a quitarse el vestido.

- Kat, debemos salir- le informa y entra sin tocar, la ve semidesnuda y ambos se quedan petrificados por unos segundos.

- ¿Salir? ¿A dónde?- logra preguntar Kat.

- Tu padre desperto.

- ¡Por fin! Me pongo algo y nos vamos.

Emiliano sigue embelesado observando el cuerpo de su joven esposa y recuerda la confesión de hace unos minutos.

No puede creer lo que escuchó, ¿será posible que una joven como ella esté enamorada de él? Y si es así, ¿cuáles son sus sentimientos hacia ella?

Demasiadas preguntas y no es el momento para encontrarles respuesta. Se cambia de ropa por algo más cómodo y su esposa le avisa que está lista.

Llegan muy rápido al hospital, ya Rose se encuentra con su esposo. El médico le dice a Katherine que deben tomarlo con calma y no agobiarlo con preguntas.

Ingresan y Kat corre a abrazarla a su padre.

- Papá, por fin despertaste. Te quiero tanto.

- También yo, nena. ¿Qué ha sucedido durante este tiempo? Necesito que me pongan al tanto.

- No es el momento, mi amor. Lo importante es que te recuperes. Emiliano se ha encargado de todo.

- Gracias, muchacho. Supongo que acataron mis indicaciones.

- Lo hicimos, papá.

- Vayan a descansar, yo estoy bien y tu madre estará aquí conmigo.

- No quiero irme, papá.

- Nena, por favor. No seas terca. Emiliano lleva a Kat a descansar.

- Vamos, Kat. Tu padre tiene razón, además él también necesita descansar.

- Ok, te quiero papá.

El trayecto de regreso al Penthouse lo hacen en silencio, ninguno de los dos se atrave a hablar.

- Sube a descansar, tengo algunas cosas que revisar antes de dormir.

- Está bien, buenas noches.

Mientras Katherine sube a dormir, Emiliano no deja de pensar en la confesión que le hizo. Necesita definir sis sentimientos, esta noche sucedieron demasiadas cosas.

La presencia de Antonio en la cena, molestando a cada momento; encontrarse con Alba tampoco fue nada agradable.

Ya no le quedan dudas, también está enamorado de Kat. Descubre que desde que ella llegó a su vida el dolor por la pérdida de Julia disminuyó, siempre ocupará un lugar importante en su corazón, pero ahora es a Katherine a quien le pertenece.

Decide que antes de dar el siguiente paso es su deber hablar con John sobre los sentimientos que tiene hacia su hija. No quiere que piense que se aprovechó de las circunstancias. La diferencia de edad también puede significar un problema.

Una vez tomada la decisión y aclarados sus sentimientos, sube a la habitación. Katherine está profundamente dormida, está vez no hay barrera de almohadas. Se quita la ropa y se recuesta junto a ella.

Se acomoda para observarla dormir, en una chica tan hermosa. El momento de pasión que compartieron hace unas horas se hace presente. Quiere hacerla suya, poseerla y creer que de verdad puede estar enamorada de alguien como él.

El amanecer lo sorprende embelesado con su esposa, su respiración relajada, su rostro perfecto. Ella se mueve y se acerca a él para acurrucarse como lo ha venido haciendo las últimas noches. Esta vez no duda y la envuelve entre sus brazos, sintiendo su aroma y el calor de su cuerpo se queda dormido.

Katherine despierta unas horas después, está abrazada al torso desnudo de su marido. Hace una respiración profunda para llenar sus fosas nasales con ese aroma que le encanta.

Lo observa detenidamente, su incipiente barba lo hace lucir aún más atractivo. Entiende que está perdidamente enamorada de él, nunca imagino sentir lo que siente por este hombre.

Acaricia suavemente su mejilla, su toque lo despierta y abre lentamente los ojos encontrándose con esa mirada de un azul profundo que lo tiene fascinado.

- Buenos días, lamento si te desperté.

- Buenos días, si al despertar te voy a tener así a mi lado será mi momento favorito del día.

- ¿Hablas en serio? No juegues conmigo.

- Jamás te mentiría. Anoche ya no pudimos hablar de lo sucedido.

- Entiendo que no quieras estar conmigo y respeto tu decisión. No volveré a ponerte en una situación así.

- Escúchame, Kat. También me he enamorado de ti y claro que quiero estar contigo, me vuelves loco. ¡Me encantas! Pero primero quiero dejar claras mis intenciones con tu padre.

- Estamos casados, ¿qué hay que aclarar?

- Sabes que nuestro matrimonio fue para proteger tus acciones en la empresa y firmamos un contrato, no quisiera que tu padre crea que me estoy aprovechando. Por eso te pido que me des tiempo para hablar con él.

- Entiendo, creo que tienes razón.

- Más tarde iremos a verlo al hospital, seguramente el detective que lleva su caso querrá interrogarlo.

- Es temprano aun, podemos descansar un par de horas más.

- Estoy de acuerdo.

Kat se acerca mucho al cuerpo de Emiliano y acaricia su pecho.

- Hermosa, me encanta tenerte cerca, pero dejo pedirte que te detengas- le dice en un tono de voz que ella no había escuchado antes.

- Lo siento, ¿te incomodé?

- Todo lo contrario, pero no me estás despertando solo a mí- dirige su mirada a la parte inferior de su cuerpo y Kat se da cuenta de lo que habla.

- Ups, lo siento- se separa un poco.

- Amor, me encanta tu ingenuidad- besa su frente- ahora duerme un poco más.

Despiertan casi al mediodía y después de almorzar se dirigen al hospital. Al llegar se encuentran al detective encargado del caso que ya ha interrogado a John esperando que pidiese darle información importante; sin embargo, no hay nada relevante.

- Detective, ¿alguna novedad?

- Lamentablemente, ninguna. Aunque hemos podido comprobar que el auto fue manipulado, no hay huellas dactilares ni nada que nos dé algún indicio sobre el o los responsables y el señor Spencer tampoco recuerda nada extraño ese día.

- ¿Ya revisaron los videos de seguridad del estacionamiento de la empresa?

- Estamos en eso, es un trabajo arduo y extenuante.

- Le pido que me informe sobre cualquier avance.

- Así lo haré, señor Ferré. Permiso.

Después de despedirse del detective entran en la habitación de John.

- Papá, mamá. ¿Cómo están?

- Estamos bien, nena- responde Rose.

- Me da gusto verte tan recuperado, John.

- Gracias, Emiliano. Hija, lleva a tu madre a la cafetería. No ha querido despegarse de aquí y debe comer algo. Además, Emiliano y yo tenemos asuntos pendientes que tratar.

- Claro, papá. Volvemos en un rato.

Las dos mujeres salen dejando a los hombres solos.

- Muy bien, cuéntame lo que ha sucedido muchacho.

Emiliano le cuenta a John sobre la actitud de Ramón y de Antonio con respecto al control de la empresa. Le dice que debido a eso decidieron su padre y él hablarle a Rose y a Katherine sobre las medidas que él había dejado estipuladas.

- Entonces, ¿mi hija comprendió mis motivos?

- De inmediato. Obviamente, Ramón y Antonio están empeñados en demostrar que es una farsa. Kat va a la Universidad por las mañanas y por la tarde le enseño como manejar la empresa. Es muy inteligente y está aprendiendo muy rápido. Dentro de poco no me va a necesitar.

- La actitud de Ramón y de su hijo me da mucho que pensar. Creo que tenemos al enemigo en casa.

- Concuerdo contigo. Incluso Antonio estuvo pretendiendo a Kat.

- No me quedan dudas, necesito que me ayudes a llegar al fondo de esto.

- Lo haré, de una u otra manera descubriremos lo que traen entre manos o incluso si tuvieron algo que ver con tu accidente.

- ¿Hay algo más de lo que deba estar enterado?

El momento de la verdad ha llegado, ¿podrá Emiliano confesarle a Johm sus sentimientos por Kat?