Esta es una historia en la que puedes encontrar suspenso, emoción, locura y mucho amor. historia desde su adolescencia
NovelToon tiene autorización de Viviana Sua para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
¡Gracias!
Me sentía tan aburrida que decidí salir hacia el jardín para respirar aire puro y poder descansar un poco del ruido.
Al salir quede asombrada porque ese jardín estaba decorado de una manera bellísima.
Habían luces por todos lados y estas hacían ver aún más hermosas las flores que lo rodeaban.
Había un hermoso lago en aquel lugar y un pequeño kiosco adornado con flores blancas y muchas luces al rededor.
Este lugar parecía sacado de una película.
De repente me taparon la boca y me llevaron hacia un rincón en ese mismo lugar. No entendía que estaba pasando, ni mucho menos quién podía estar detrás de esto. Lo que si tenía claro era que los nervios me estaban matando.
Al llegar a ese rincón me soltaron, pero de inmediato me aprisionado contra la pared, y sin siquiera darme tiempo de gritar, me estaban besando de una manera asquerosa, con rabia, con lujuria.
Logré reaccionar dándole un golpe en la entre pierna a la persona. No había detallado quién era. supongo que por la angustia.
Al yo golpearlo me soltó de inmediato y cuando logré verlo quedé sorprendida.
Era Kevin, no se si había bebido alcohol o se había metido alguna sustancia, no lo sé. Solo sé que las intenciones que tenía no eran nada buenas.
De inmediato quise salir a correr, pero con esos zapatos era casi imposible.
Me halo haciéndome caer al suelo y de inmediato se me hecho encima.
Sentía como sus manos recorrían mi cuerpo con tanta furia, y su boca pegada a la mía no me dejaban casi ni respirar.
ya me sentía agotada, trataba de safarme, quería gritar, pero no lo lograba.
En segundos sentí mi cuerpo libre, ya no sentía esas manos sobre mí, ya sentía que el oxígeno invadía de nuevo mi cuerpo y al reaccionar vi como Bernart acababa a golpes al infeliz de Kevin.
Me levanté del suelo tratando de acomodar mi vestido y sacudiendo cualquier residuo de césped, me limpie la boca y el cuello, tenía mucho Ascó y luego me acerque a Bernart tratando de que ya no lo golpeara más.
Aunque él estaba hecho un demonio, encarnizado y desesperado golpeándolo, me hizo casó y lo soltó.
Kevin cayó al suelo quejándose y retorciéndose de dolor. Bernart me miraba de arriba a bajo, su cara había pasado de la irá a la angustia.
- Nena ¿Estás bien? ¿Ese imbecil te lastimó?.-
- ¡No! no alcanzo a hacerme nada. Vámonos Bernart por favor, sácame de acá, deja a ese idiota ahí tirado y vámonos.- Dije hecha un mar de lágrimas.
- María José debes denunciarlo, ve y buscas a los directivos o llamemos a la policía. Entiende que esto no puede volver a pasar, ese infeliz merece un castigo.-
- ¡No! - Dije tratando de calmarme y secando mis lágrimas. - No voy a arruinar la fiesta solo porque a este idiota se le alborotarón las hormonas. ¡Solo quiero irme de aquí!.-
- De acuerdo nena, Vámonos.- Se quitó la chaqueta y la puso sobre mis hombros y abrazando mi cintura me saco de ese sitio.
A lo lejos escuchaba los gritos de Kevin diciendo que lo perdonará. ¡Ese maldito estaba realmente loco!.
Subimos al auto y arranco sin decir una sola palabra. Ni siquiera sabía a dónde me llevaba, pero de lo que si estaba segura era de que junto a él nada malo podía suceder.
Luego de unos minutos estacionamos frente a un parque.
- María José, ¿Te llevo a tu casa?.-
- ¡No! Dime qué hora es.-
- Son las 9:15.-
- Bien, bajemos acá por favor.-
- Pero nena es un parqué, está sólo.-
- Lo sé, solo bajemos.-
Rápidamente el bajo del auto y corrió a abrir la puerta para que yo bajará.
Me dio la mano y entramos hacia el parqué agarrados de la mano.
Buscamos una banca y nos sentamos allí.
Duramos varios minutos en completo silencio. Luego comencé a llorar de nuevo, solo recordaba lo que había sucedido y lo que más me hacia llorar era el simple hecho de pensar que si Bernart no hubiese llegado, ¿Que me hubiera hecho ese maldito infeliz?.
Recordaba como ese asqueroso me besaba y me tocaba casi lastimando mi piel.
No podía controlar mi llanto.
Al reaccionar, él me tenía pegada a su pecho y me estába consintiendo el cabello tratando de que me calmara.
Definitivamente comprobaba que este hombre era perfecto. Me retiré de su pecho y mirándolo a los ojos Dije.
- ¡Gracias!. Si no hubieras llegado...-
Puso un dedo en mi boca cortando mis palabras.
- No digas nada, llegue a tiempo y eso es lo único que importa.-
No dije nada más solo lo miraba a los ojos.
Acomodo mi cabello porque estaba muy despeinada, y luego me abrazó.
- ¡Siempre te voy a proteger hermosa!. Llegue al club justamente en busca de poder verte ¡Y mira con lo que me encuentro! Cuando entre al salón y no te vi, me acerque a Mary y le pregunté que en donde estabas, y una chica que estaba al lado fue la que me dijo que habías salido hacia el jardín. A simple vista no veía nada raro, pero, al caminar más hacia el Kiosco me encuentro con esa maldita escena. Ese infeliz estaba devorandote sin darte paso siquiera a defenderte.- Dijo con demasiada rabia en su voz.
- Es que salió de la nada. Yo quise salir a respirar un poco y estaba concentrada viendo el lugar, pero de repente me agarró y me tapo la boca y casi a rastras me llevo hacia ese lugar, no me dio tiempo de nada, te juro que no volveré a usar zapatos tan altos, por eso amo mis tenis.- Dije tratando de sonar más tranquila.-
- Ya te vez mejor - Dijo
Yo asentí y me aferre más a sus brazos. sinceramente no quería que me soltara, solo quería que el tiempo se detuviera y nos quedaríamos así, abrazos por siempre.
Estuvimos en aquel parqué por unos 40 minutos, luego comencé a sentir mucho frío así que decidimos volver al auto.
sucede