Valeria

Capítulo 14

Luis estaba en su despacho revisando la correspondencia. En eso Encarnación entró sin llamar a la puerta, tenía la información que le había pedido conseguir.

—Patrón vengo de las ánimas, lamentablemente a don Francisco le cortaron la pierna.—

—¿Viste a la señora María Luisa?—

—Si, dice que la señorita Valeria aceptó casarse con usted patrón.—Luis sonreía al escuchar la noticia.

—Sabía que lo conseguiría, es demasiado eficiente mi futura suegra, escribiré un mensaje para que se la lleves al doctor Machain.—

—Si patrón.—Encarnación esperaba paciente.

—Ten entrégale este mensaje al doctor Machain, y está otra al banquero. Ellos se encargarán de todo, también dile a Evelia que llame a mi madre necesito conversar con ella.—

—En seguida patrón.—

Encarnación salió del despacho, minutos después se hizo presente Gertrudis.

—¿En qué puedo ayudarte hijo?—

—Mamá necesito que me ayudes a remodelar la casa de la hacienda la concepción y también esta casa.—

—¿Por qué no se lo pediste a tu querida?—

—Susana no es mi querida, además ella no tiene buen gusto, necesito ese favor. Mamá voy a casarme.—

—Te vas a casar con esa sirvienta estás loco, te tiene embrujado esa meretriz.—

—Obviamente no me casaré con Susana, tengo un prestigio que conservar. Me voy a casar con Valeria Cortina, ella ya me aceptó. Así que felicítame.—

—¿Por qué con ella?¿Que planeas hacerle hijo? Ella es inocente.—

—También mi hermano lo era, deberías alegrarte. Ayudaré a tu adorado Francisco a no quedar en la ruina, por cierto si no te has enterado tuvieron que amputarle la pierna.—Gertrudis estaba muy afectada con la noticia.

—Todo esto es tu culpa, crees que cuando Valeria se entere de la verdad te va a perdonar, al contrario va a odiarte. No quiero imaginar todo lo que planeas hacer con ella, no creas que voy a permitir tus abusos, siempre voy a defenderla. Esperemos que esto que planeas hacer no se te revierta y termines enamorado, y al final la pierdas. Recuerda hijo, el que escupe al cielo en la cara le cae.—

—Ella será mi esposa así que no intervengas, pensé que te daría felicidad saber que Valeria será tu nuera.—

—Me daría felicidad, si ambos estuvieran enamorados, y no que quieras cobrarte una absurda venganza. Estás advertido, no le arruinarás la vida, no lo permitiré.—

Luis decidió guardar silencio, los planes que tenía eran solo suyos. Sabía que Valeria no cancelaría el matrimonio, ya que el bienestar de su padre estaba de por medio. Las notas que había enviado Luis eran importantes, la del doctor Machain era para solicitarle una prótesis para su futuro suegro, y al banquero para que financiara todo lo que necesitaran su futura familia política, también iría de inmediato con el joyero para mandar hacer el anillo de compromiso de Valeria.

Pero ella sufría todo el tiempo solo de pensar que se casaría con él, su padre aún no sabía su decisión. Ella estaba esperando el momento correcto, su padre aún se estaba recuperando.

—Tengo días viéndote triste, ¿qué te pasa?—

—Cómo no estarlo papá, eres el hombre más bueno que hay en este mundo. No entiendo porque está pasándote todo esto a ti, es injusto.—

—No te preocupes, cuando sane la herida, compraremos una prótesis. Ya me resigné hija, podremos salir adelante aunque esté discapacitado.—

—Papá ya no te preocupes por nada, estaremos bien. Mientras estés conmigo podré con todo. Necesito decirte algo que es muy importante para mí.—

—¿Qué pasa mi flor de campo?—

—Papá, quiero casarme.—

—Casarte, ¿por qué?—

—Me he interesado por un caballero, y acepté casarme con él. Ha venido a visitarte y a enviado hasta a alguien de sus peones a preguntar por tu salud.—

—¿De quién estás hablando?—

—De don Luis Pimentel.—

—Estás mintiendo, como me puedes decir que estás interesada en él. Dime la verdad hija, ¿te hablo del ofrecimiento que me hizo?—

—No papá, es que me enamoré. Por eso te propuso casarse conmigo, pero tú lo rechazaste.—

—Mírame a los ojos.—

—Es la verdad papá, vas a negarme la posibilidad de casarme.—

—Dime, ¿quién te está obligando a aceptarlo?—

—Papá me vas a negar la posibilidad de tener mi propia familia, él es el hijo de tu mejor amigo. ¿Por qué objetas?—

—Porque tú no eres esta mujer, tú eres un espíritu libre, que tiene sueños y mucha valentía. Así que ya dime la verdad.—

—Papá es la verdad, pero si no me das tu permiso. Huiré con él.—

—No tienes mi permiso, hasta que no me digas la verdad.—

—Esa es la verdad.—

—Valeria tus ojos no mienten, lo estás aceptando por el pago de la deuda y la ayuda económica que me ofreció. ¿Tu madre te está obligando?—Valeria no sostenía la mirada, si le decía la verdad no le daría permiso, y su padre viviría angustiado de nuevo.

—No papá, no sabía nada de eso. Hablaré con Luis para que juntos pidamos tu permiso. Mis ojos están tristes por ti, además si Luis te ofreció su ayuda eso quiere decir que será un buen yerno.—

—¿Y nuestros planes? Volver a la capital, que tengamos un negocio. Que comencemos de nuevo, ¿los vas a abandonar?—

—Si no estoy con Luis, no quiero nada. Papá no es justo que pierdas todo por deudas, está hacienda es nuestra. Y mi futuro esposo ya te lo dijo, no la perderás. Ya no tienes de qué preocuparte.—

—Crees que no me preocuparé sabiendo que no querías casarte, y que ahora sí te casaras.—

—Papá, créeme Luis es diferente. El va a cuidar de todos nosotros.—

—Hablaré con ambos, y si me estás mintiendo me enojaré mucho contigo.—

—Está bien papá, pero ahora iré por tu comida.—

Francisco sabía que su hija le estaba mintiendo, y por primera vez si su esposa María Luisa tenía algo que ver en la decisión de Valeria la pondría en su lugar. No cambiaría a su hija por dinero, jamás.

—Querido ahora seré yo quien te de tus alimentos.—

—María Luisa, ¿tú estabas enterada del ofrecimiento de don Luis?—

—ofrecimiento, ¿cuál?—

—No mientas, ¿sabías o no?—

—No, ¿cuál ofrecimiento?—lo negaba rotundamente María Luisa.

—Valeria vino a decirme que quería mi permiso para casarse con Luis Pimentel, no soy un idiota. Conociéndote la debes estar presionando, él te habló de su propuesta, ¿verdad?—

—No, pero Valeria si. Ella en verdad quiere casarse con Luis, querido es el hijo de tú mejor amigo. Sus familias siempre han estado unidas.—

—No sé qué pensar, no quiero que mi hija se sacrifique por mí o por ti, no me subestimes. Aunque ahora sea un discapacitado, tengo una gran voluntad para seguir adelante y no dejarme vencer.—

—Yo no tengo nada que ver, si no quieres que se case. Adelante niega tu permiso y ya, no pasa nada. Así que ahora por favor come tus alimentos.—

Francisco no estaba convencido, así que esperaría a que ambos solicitaran el permiso para casarse. Haber si así Valeria seguía sosteniendo que estaba interesada en Luis Pimentel.