Al principio, tu presencia en mi vida era solo un pasatiempo, un mero entretenimiento que llenaba mis horas vacías. No te veía más que como un juguete, sin profundidad ni importancia; eras solo una distracción temporal. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por liberarte de mis garras, siempre te sentías atrapado, como un pájaro que añora el cielo abierto y el vuelo libre. Esa lucha constante por tu libertad reflejaba un anhelo profundo en tu ser. A medida que pasaba el tiempo, comencé a darme cuenta de que tu valor iba más allá de mi entretenimiento, y que había una complejidad en ti que merecía ser explorada y entendida.
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Lobo con piel de Cordero
Después de investigar, de hablar y de mucho trabajar ya tenemos una idea de quien nos está pisando los talones y eso me hace molestar a mas no poder, así que decido volver a casa, ya que decido con Abel mi mejor amigo y colega que vamos a seguir comportándonos igual que siempre para que no sepan que los hemos descubierto.
Llego a casa y me recibe uno de mis hombres, para ser más específicos es que el que tengo siguiendo a Reny y sé que le dije que no era importante, pero sabia que si le decía que pondría a alguien a cuidar sus pasos se negaría rotundamente y estaría atenta a cualquier persona que se le acercase, pudiendo descubrirlo fácilmente.
-Vamos a mi oficina – le dije antes de que comenzara a hablar
Al llegar vi la casa a oscuras como si no hubiera nadie, cosa que me extrañó un poco y supuse que tenía algo que ver con lo que me iba a decir mi empleado, al llegar al estudio le hice una señal para que se sentara frente a mí y comenzara a hablar.
Lo que me contó me dejó con la boca abierta, sabía que estaba intentando arreglar su auto y algo había escuchado de su casa, pero no sabía que ya estaba pidiendo presupuestos.
Lo bueno para mí, el presupuesto de reparación es demasiado para ella y le es imposible costearlo, lo bueno para mí es que voy a poder tenerla más tiempo en casa para divertirme con ella hasta que me aburra.
Por otra parte, está pensando en vender su casa y con eso podría comprar un pequeño departamento, eso no sería bueno para mí, debo actuar rápido y evitar que se vaya de mis manos.
Paso por la habitación de entretenimiento y la veo durmiendo profundamente, me regaño a mi mismo por quedármele viendo como si fuera lo más hermoso del mundo, mi primer pensamiento es tomarla en brazos y llevarla a mi cama.
Una locura total, no duermo con ninguna mujer en mi cama, ese es mi templo sagrado, las mujeres son solo para un rato y no me gusta que ninguna se quede allí después quieren quedarse y se siente dueñas y señoras de un lugar que no les pertenece.
Así que voy a mi habitación, me doy una ducha bien fría y larga, me pongo un pantalón deportivo de algodón y una franela cómoda, me acuesto en mi cama, pero comienzo a dar vueltas y mi mente siempre me lleva al mismo lugar a la chica de cabellos rojos que se encuentra dormida abajo.
Dejo de pelear contra mi mismo y bajo, la veo allí tan tranquila que solo quiero abrazarla y protegerla de todo, en ocasiones me siento como si tuviera de un lado un diablito y en el otro un angelito que discuten todo el tiempo acerca de que hacer, usualmente gana el diablito.
Enciendo la televisión y me pongo a ver una película, a pesar de lo que todos piensen no me gustan las de acción, las veo sobreactuadas y mentirosas, prefiero las de suspenso, pueden ser igual de mentirosas, pero te ponen a pensar un poco y en ocasiones el final te sorprende totalmente.
De vez en cuando veo a mi corderito notando lo profundamente dormida que se encuentra hasta que la película me atrapa y me olvido de todo a mi alrededor, la película termina y es cuando me doy cuenta de que ella está despierta, al parecer ha estado viendo la película sin que me de cuenta de en qué momento se despertó.
La vi y mi corazón casi que se detuvo al ver sus ojos en los cuales hay un brillo especial, ella me ve de manera diferente, me hace sentir como si viera algo más de lo que ve todo el mundo.
-No me mires así o no respondo que lo que te pueda hacer – vi una leve sonrisa en su rostro que me dio la aceptación que mi fiera interior necesitaba para lanzársele encima
Me acerqué a ella y la besé, una de mis manos se dirigió directamente a su pecho y mi pulgar daba vueltas en su pezón haciendo que un gemido salga de su boca, el cual fue el sonido más hermoso que había escuchado y ahora la tenía para mí solo, nadie va evitar que disfrute de ella, de todo su cuerpo.
Me veo en su mirada y me gusta lo que veo, mi mano comienza a recorrer su figura deteniéndome en su cintura, veo que no me detiene y una sonrisa se asoma en mi rostro, sé que lo está disfrutando tanto como yo, sobre todo porque sus manos se dirigen a la pretina de mi pantalón haciendo que mi sangre hierva.
Sin pensarlo dos veces quito la parte de debajo de su pijama y durante el proceso la toco por encima de su ropa interior, sintiendo el calor de su entrepierna y su gemido que me indica que voy por buen camino.
Hundo uno de mis dedos en ella y siento como se agarra de mis cabellos, para después besarla en los labios con fuerza, con deseo, para después dejar un camino de besos por todo su cuerpo comenzando por su hermoso cuello, pasando por su pecho en donde me deleito un buen rato y bajo a su centro enloqueciéndola.
Después de hacerla subir al cielo, me siento y la atraigo hacia mi poniéndola a horcajadas mientras le agarro las nalgas para que pueda sentir mi gran excitación, le termino de quitar la ropa y ella hace lo mismo conmigo, se nota que está deseosa de que esté dentro de ella.
Con mucha maestría me adentro en ella y es ella quien lleva el control en esta situación, me besa con locura y yo ayudo con el ritmo al tener mis manos en sus nalgas, esta vez no parece la niña buena que llegó a mi casa, es toda una mujer en el sentido de la palabra y llego a preguntarme si el lobo se comió al cordero o si el cordero en realidad estaba disfrazado y es quien me ha comido a mi.
a de respecto