Maktub, estaba escrito. Se define como lo que está destinado a ser sucede, esta es la historia de Emir el hijo mayor de Mahtob, y de Kala una mujer musulmana Chií, hija de un líder Iraki que vive en Kerbala una de las ciudades sagradas. Al cruzarse sus caminos, todo cambia. Luchar para poder vivir su amor no será fácil. Al mismo tiempo su hija Zeynep será objetivo de los pecados de su padre, la verdad tarde o temprano siempre nos lleva al mismo lugar. Por más que la ocultemos es como el agua, siempre busca su cause. Nuestra querida Mahtob y Pedro, estarán listos para enfrentar todo lo que viene para ellos. La vida está en constante cambio. Maktub
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Lirios
Capítulo 14
Pasaron unos días Pedro y Mahtob estaban organizando su viaje, esta vez lo harían solos. Samira regresó a la casa de sus tíos a vivir, había estado en casa de su madre para cuidarla porque estaba enferma. Ella se ofreció a ayudar a su tía con la educación de Kala, Aaron le enseñaría hablar italiano
Kala amaba salir al jardín, Samira llegó para estudiar y conversar sobre sus clases. Le sorprendía a Kala que cada uno de ellos hablaba árabe, mientras Samira explicaba, ella pensaba en sus hermanas, a escondidas hacía sus oraciones para pedir por la protección de ellas. Tenía miedo de saber que su padre vendiera a su hermana Nayla, era aún muy pequeña para enfrentar un matrimonio
También pensaba en Amal, pero no tenía idea de cómo ayudarlas. Sin ninguna duda tenía que prepararse para poder volver a Kerbala para rescatar a sus hermanas de su despiadado padre. Samira le parecía muy bonita y tenía ángel, al igual que Zeynep
—¿Alguna duda Kala?.—preguntó Samira
—No, todo lo estoy entendiendo.—respondió
—Eres muy inteligente, la ventaja es que sabes leer y escribir. Aaron vendrá más tarde para darte tus lecciones de italiano, ahora debo irme mañana comenzaremos con las clases de matemáticas.—decía Samira mientras se despedía
—Shukran.—respondió Kala
De pronto Kala observó que llegaba una camioneta y que de ella, bajaban cientos de flores. Ella se acercó para verlos más de cerca, entró a la casa y ahí estaba Zeynep recibiéndolas
—Señorita Zeynep, ¿no me diga que es un regalo del mismo admirador del otro día?.—preguntó Antonia
—Si es de Anatoli, pero como, ah ya de seguro fue Khaled quien se lo dijo.—respondió con una sonrisa en la boca
—Son hermosos.—expresó Kala
—Regrésenlos por favor.—dijo Zeynep
—Señorita, nosotros solo somos los mensajeros.—dijeron los jóvenes
—Si lo entiendo, regrésalos a la florería. Pagaré por ello, y los compensaré por el favor.—dijo Zeynep
Antonia no podía creerlo, Kala no entendía porque todos tenían cara de asombro, ¿que había dicho Zeynep? se cuestionaba. Después entendió, poco a poco sacaron los lirios de nuevo. Kala supuso que la entrega había sido errónea, Emir llegaba en ese preciso momento de trabajar, últimamente llegaba temprano a casa
—¿Y todos esos lirios?.—preguntó Emir
—Se los enviaron a la señorita Zeynep.—respondió Antonia
—Los estoy devolviendo Emir, son del amigo de Khaled el que le regaló el Halcón.—agregó Zeynep
—Pero son tus favoritos.—expresó Emir
—Si realmente me quiere conquistar, siendo auténtico y regalándome lo que a él le parezca adecuado sería un buen comienzo.—respondió Zeynep
—Si Khaled lo hizo con toda la intención del mundo de que te molestaras, siento lástima por ese pobre hombre.—se burlaba Emir, volteó a ver a Kala—Salam Aleikum.—saludó Emir
—Aleikum Salam doctor.—respondió Kala
—Llámame Emir, ¿podemos conversar?.—preguntó Emir
—Por supuesto.—respondió Kala, Zeynep sonreía al ver su acercamiento, ella sentía un gran afecto por Kala
Caminaron juntos hacia el despacho de su padre, por fin Emir había tenido valor para hablar con ella y sobre todo saber cómo se sentía en su nuevo hogar, Kala mantenía la timidez con el.
—¿Cómo te has sentido?.—preguntó Emir
—Bien.—respondió Kala llena de timidez
—Solo bien, sé que mi actitud no fue la mejor, pero te propongo que tengamos una amistad. Vaya que nos conozcamos más, y que todo lo que necesites me lo pidas a mí. Yo debo hacerme cargo de ti, ¿De acuerdo?.—preguntó Emir
—Si, Shukran. ¿Puedo retirarme?—preguntó Kala, se dio cuenta Emir que no quería estar cerca de él, suponía que estaba enojada aún
—Kala, ¿estás molesta conmigo verdad?.—preguntó Emir
—No, lo que sucede es que estoy avergonzada, no es justo que te hayas casado conmigo, todo el dinero que pagaste a mí despreciable padre por mi, después de todo lo que hiciste por mi adorada hermana, lo único que deberíamos mostrarte es gratitud, en cambio te hicieron responsable de mi. Te pido perdón por todas las molestias que estoy ocasionando, no solo a ti, también a tu familia. Deseo que pronto pasen los cuatro años para que seas libre nuevamente, si me disculpas me voy.—respondió Kala se levantó de su asiento, pero Emir la detuvo
—Kala, espera. No quiero que seamos dos desconocidos, son cuatro años. En verdad queremos ayudarte, Samira me dijo que eres muy inteligente estoy seguro que lograrás cosas grandiosas, pero hay que conocernos, ¿si?.—preguntó Emir
—De acuerdo Emir, pero dame tiempo. En verdad que me siento muy culpable y avergonzada, no quiero que te sientas obligado conmigo. Buscaré la manera de valerme por mi misma.—respondió Kala, a ella solo le preocupaba una cosa, salvar a sus hermanas. Para eso necesitaría dinero y educación para encontrar la manera de hacerlo posible
Khaled llegó a casa y observó a Zeynep con su maleta en mano.
—¿A dónde vas?.—preguntó Khaled
—Viajaré a Londres para la compra-venta del castillo, recuerda que allá hospedarse en uno es una atractiva propuesta para el turismo.—respondió Zeynep
—¿Volverás pronto?, pensaba invitarte a cenar.—preguntó Khaled
—Estás seguro que tu, ¿o tu amigo?. No es necesario que él te pregunte qué flores enviarme, que use su imaginación.—respondió Zeynep
—Te equivocas, yo sé lo dije para que él tuviera un detalle perfecto contigo, el solamente quería invitarte a cenar. Por eso estás sola.—le reclamaba Khaled
—Estoy soltera, más no sola. Y no necesito que intervengas en mi vida personal.—dijo molesta Zeynep, el chofer entró por su maleta.
A Khaled no le gustaba discutir con su hermana, si tal vez ella tenía razón, no podía entrometerse en su vida personal. Observó que Kala salía del despacho y subía a su habitación deprisa pero llorando. Pero decidió no preguntar
Mientras tanto, Anatoli recibía la notificación de la florería del rechazo de su pedido, realmente Zeynep era difícil de convencer. No entendía cómo había funcionado las rosas y sus flores favoritas no.
—Anatoli te estoy hablando.—dijo Sherbina
—No te escuché llegar, a tus órdenes Padre.—respondió Anatoli
—¿Cuéntame sobre el hijo de nuestro ex líder?.—preguntó Sherbina
—Tiene carácter, tiene valentía y sé que busca su propio camino, todo ha tenido, pero necesitas conocerlo. Me recuerda a su padre, sin duda será otro líder.—respondió Anatoli
—Por su sangre corre la de los Ruiz Velasco, no tengo dudas de que al igual que su bisabuelo, su abuelo y su padre, logré cosas legendarias dentro de la organización. Siempre me he arrepentido de haber aceptado el trato con su padre.—decía Sherbina
—Sabes que haré lo que me ordenes.—le dijo Anatoli
—Debemos ponernos de acuerdo, planear bien cómo eliminar a Antonio. Si Pedro se resiste a cumplir su pacto, acabaré con su adorada esposa.—decía Sherbina
—¿Entonces qué hago con Khaled?.—pregunto Anatoli
—Entrénalo y hazlo que entre a la organización, si cumple con lo requerido obviamente. Me lo presentas y ahí le contaremos la verdad sobre su padre.—respondió Sherbina
—Como ordené padre.—respondió Anatoli
Anatoli estaba muy comprometido con la organización, y sabía que era primero que cualquier cosa. Inclusive que el amor de una familia o de una mujer. No espero y busco a Khaled
—Amigo, te llamo para que vayamos a una fiesta. Va a ver de todo, mujeres, alcohol y todo lo que necesites.—le decía Anatoli
—Pensé que ya no me hablarías, por la ofensa que te hizo mi hermana.—respondió Khaled
—Tranquilo a si son las mujeres, no saben lo que realmente quieren o les gusta. Entonces, ¿Paso por ti?.—preguntó Anatoli
—Si, vamos a divertirnos.—respondió Khaled
Más tarde Pedro estaba en la sala revisando el itinerario del viaje, cuando baja Khaled listo para conquistar mujeres.
—¿A dónde vas?.—preguntó Pedro
—Iré a una fiesta, mi amigo me está esperando. ¿Necesitas algo?—preguntó Khaled
—Se me hace demasiadas salidas con ese muchacho, sería bueno que lo invitaras a la casa.—respondió Pedro
—No te preocupes él ya ha estado aquí, es más su padre y tu alguna vez fueron socios.—le decía Khaled
—De verdad, ¿cómo se llama?.—preguntó Pedro, en eso se escuchó el claxon
—Podemos dejar el interrogatorio para después, ¿escuchas eso? me está esperando.—respondió Khaled
—Esta bien, pero recuerda tener cuidado con las amistades que eliges, pensábamos irnos de viaje tu mamá y yo a solas. Pero pensándolo bien, quiero que vayas con nosotros.—le dijo Pedro
—Después hablamos de eso, en serio debo irme.—dijo Khaled y se marchó. Pedro se asomó por la ventana, el amigo traía un coche de lujo y los seguía una camioneta blindada, de inmediato mandó llamar a alguien de su confianza.—Adler necesito que vigiles de cerca a Khaled, quiero saber ¿quién es su amigo?.—daba una orden Pedro
—Como usted ordene señor.—respondió Adler, tenía años sin ver a su jefe en el, su expresión fría y calculadora se hizo presente al dar la orden
Por otro lado, Anatoli iba conduciendo rápidamente y sus guardaespaldas detrás, Khaled extrañaba su coche. Pero no le dejarían manejar hasta que se ganara de nuevo ese derecho.
—¿Te gusta?.—preguntó Anatoli
—Si, es fabuloso no cualquiera tiene un Bugatti Chiron. Mi padre sí me lo compraría pero tendría que ganármelo, ¿Tú padre te lo regalo?.—preguntó Khaled
—No, yo lo compré. Me costó tres millones de dólares.—respondió Anatoli
—¿Son dueños de petroleras o de minas de oro?.—preguntó Khaled
—No, pero a lo que nos dedicamos puedes ganar eso y mucho más. Después te explico, ahora nos vamos a divertir.—respondió Anatoli
Khaled no tenía coche porque lo destrozó en una carrera clandestina, pero él tenía ambición por tener cosas realmente costosas, su padre les había inculcado que tenían que trabajar para poderlo lograr. Pedro era millonario, pero como aprendió, lo mejor era vivir modestamente, Khaled sabía que algún días ellos heredarían, pero no le desagradaba la idea de formar su propio imperio.
Anatoli le ganaba por once años de edad, eso hacía que Khaled le tuviera cierta admiración. Llegaron a la fiesta súper exclusiva, Anatoli y Khaled eran asediados por todas las mujeres en la fiesta. La mayoría eran damas de compañía, después de todo el club era de los Sherbina su principal negocio, la trata de blancas. Sin duda ambos se divertirían esa noche entre tantas bellezas.
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