Amor Prisionero

Mamá, ¿y ahora qué va a pasar con Yuri?, Vicky estaba muy feliz de que su madre fuera esa señora tan elegante y tan buena, y no la señora que la había maltratado siempre...

Yuri también es mi hija y, por lo tanto, no pienso abandonarla quiero que las dos vivan conmigo...

La señora tiene razón, y yo estoy muy feliz de que no seas hija de mi madre, Vicky, sé feliz, pero quiero que sepas que a pesar de todo, yo te seguiré considerando mi hermana...

Puedes visitarla cuando quieras, yo jamás voy a permitir que vivan alejados, ustedes siempre se han visto como hermanos, así que mi casa es tu casa...

Gracias, señora, le tomaré la palabra, de vez en cuando mi hermano y yo iremos a visitarlas...

Tengo que ir a la casa a recoger mis cosas...

No te preocupes hijita, te compraré muchas más cosas, pero si quieres puedes irte con tu hermano, en cuanto en cuanto Yuri esté bien vamos a recogerte, ¿te parece?

No mamá, no me pienso mover de tu lado ni un instante, ahora que sé que eres mi madre y no la otra señora...

En eso el doctor que atendía a Yuri salió, su hija está fuera de peligro, permanecerá varios días aquí hasta que se recupere, pero lo peor ha pasado...

Elisa dio un gran suspiro y luego dijo, gracias a Dios...

Señora, si quiere puede ir a su casa a descansar, su hija estará bien atendida...

Gracias doctor, pero no quiero dejar a mi hija aquí sola...

No se preocupe, aquí estará muy bien cuidada y atendida...

Está bien, vamos hija...

Pascual también decidió irse... Pronto las visitaré, adiós hermanita, te quiero mucho...

Y yo a ti hermano, siempre serán mis hermanos tú y Jorge...

Ya en la casa de Elisa, mi esposo no está por el momento, fue a un viaje de negocios, espero que esté aquí pronto, te mostraré tu recámara ven conmigo...

Mamá, mañana tengo una cita con un muchacho, es un amigo mío, ¿puedo ir?

Claro que sí hija, es más yo te llevaré...

Al día siguiente después de haber pasado la noche en casa de Elisa, Vicky se puso de lo más guapa, iba a ir a ver a Alfonso...

Elisa cumplió su palabra y la llevó...

Ven te quiero presentar Alfonso...

Él, al verla, Vicky, qué bueno que viniste, ¿cómo estás?

Alfonso, te quiero presentar a mi madre Elisa...

Pero, ¿qué dices?

Es una historia muy larga, pero te la iré contando poco a poco...

Bueno, hija, cuando decidas regresar a casa llámame yo vendré por ti...

No se preocupe señora yo mismo la llevaré...

Gracias, bueno, nos vemos más tarde, adiós cuídate mucho...

Alfonso llevó a Vicky a un restaurante muy hermoso... Sin que pudiera evitarlo una mujer entró y se acercó a ellos, hola, mi amor pasaba por aquí y los vi, ¿me puedo sentar con ustedes?

Maricela, ¿qué haces aquí, no ves que estoy con mi novia?

¿Tu novia has dicho?, ¿desde cuándo son novios ustedes?

No tengo por qué darte explicaciones y ahora vete de aquí después hablamos, Alfonso fue tajante con Maricela...

Como era su costumbre Maricela se puso a llorar, por favor no me alejes de ti, quiero compartir contigo y con Vicky toda tu alegría, por favor...

Maricela, por favor entiende, quiero estar solo con Vicky, ¿no te das cuenta?

Está bien, ya sé que te estorbo, espero que no te arrepientas de esto que me estás haciendo... Maricela salió de ahí echa un mar de lágrimas...

Perdón Vicky yo no sabía que Maricela vendría a importunarnos...

No te preocupes, pero dime una cosa, ¿desde cuándo tú y yo somos novios?

Perdón Vicky, pero tenía que alejar de alguna manera a Maricela, es más, ¿quieres ser mi novia?

¿De verdad quieres que sea tu novia?, el rostro de Vicky se iluminó ella estaba enamorada de Alfonso pero no se lo había demostrado...

Claro que sí, solamente que tenía miedo decírtelo pero ahora te lo digo de corazón, te amo más que nada en el mundo...

Alfonso, yo también te amo y sí quiero ser tu novia...

Vicky, mi amor; un beso selló sus labios...

Era el primer beso de amor que sentía Vicky, fue una experiencia maravillosa para ella...

Le correspondió con todo su ser...

Después de haber pasado casi toda la tarde juntos, Alfonso fue a llevarla a la casa donde se fue a vivir con su madre...

Ahí le explicaron todo lo que había pasado, Alfonso se alegró mucho por ella...

Bueno, mi amor, me tengo que ir, recuerda te amo y siempre estaremos juntos...

Mauricio estaba que se caía de borracho, no soportaba la ausencia de su hija tenía que encontrarla para hacerla volver a su casa, así tuviera que llevarla a rastras...

Socorro no había podido dejarlo, seguía ahí atada a ese tipo, no se iba porque no tenía a dónde ir, se había echado de enemigos a sus hijos y ninguno de ellos la quería tener en su casa.

Ella no tenía valor para pedirles que la recibieran en su casa, casi estaba segura que la rechazarían...

Ella reconocía que había sido muy mala con su hija pero quería pedirle perdón, la vida la había tratado muy mal y por eso ella tenía su carácter, pero en el fondo seguía queriendo mucho a su hija...

"Ay hijita, ¿y ahora cómo te pido que regreses?"...

Maricela fue a visitar a los padres de Vicky... Buenas tardes, ustedes no me conocen soy Maricela la amiga de Alfonso, quiero decirle que en vez de estar aquí emborrachándose, ¿por qué no cuida a su hija?, ella se la pasó toda la tarde con Alfonso...

Pero, ¿qué dices?, Mauricio muy apenas se podía poner en pie...

Eso que oyó, Vicky se la pasó toda la tarde con Alfonso y se estaban besuqueando en público. Y ya me voy, apesta a borracho...

Maricela salió de ahí dejando a un Mauricio muy enojado...

Maldita escuincla, pero me va a escuchar, iré a buscarla y la traeré a la casa así sea de las greñas...

Mauricio, déjala en paz, ella ya no vive aquí, ¿por qué te empeñas en hacer infeliz a nuestra hija?

Y tú deja de meterte en lo que no te importa, Mauricio agarró a golpes a Socorro y la dejó tirada en el piso, salió de ahí enfurecido totalmente...