CATARINA: LA ÚLTIMA NIÑERA

Sin saber cómo reaccionar ante aquella inusual petición, Andrey esbozó una tímida sonrisa y luego se alejó, solo después de eso dijo:

—Haz caso omiso de este contratiempo, mis hermanos a veces son mucho peores que niños con rabietas. Además todo tiene que ver con las costumbres, mis hermanos ya se llevaron a todas las niñeras que han estado aquí y luego piensan que contigo será lo mismo, solo ignoralas - dijo Andrey con sinceridad, no había rastros de mentiras. en sus palabras y con eso Catarina quedó impactada.

"Voy a tener que buscar otro trabajo", pensó Catarina, imaginando ya un despido por causa justa cuando les da una patada en los huevos a esos idiotas, si intentan forzar el asunto.

Al ver la desesperación en el rostro de aquella joven, Andrey se aclaró la garganta y dijo:

—Oh, no hay de qué preocuparse, mis hermanos son unos verdaderos sinvergüenzas, pero no adelantan la señal, dijo Andrey, haciendo que Catarina mostrara una pequeña sonrisa, acompañada de un suspiro de alivio.

En ese momento sonó el teléfono de Andrey, Catarina aprovechó y salió rápidamente de la habitación y luego Andrey contestó la llamada sin siquiera mirar el indicador de llamada:

—Hola, ¿con quién estás hablando?, preguntó Andrey, ya un poco irritado, esta persona interfería en una conversación civilizada entre el jefe y el empleado, que lástima.

—Soy yo Andrey, tu padre, dijo el hombre, que se llamaba Fabrício, pero Andrey sólo quería olvidar.

—¿Qué quieres?-Preguntó Andrey sin paciencia, su voz era espesa e imponente y esto tomó a Fabrício por sorpresa.

Resulta que Fabrício abandonó a su esposa e hijos y salió al mundo, bebiendo y saliendo con varias mujeres, esto ya lleva 10 años, pero todavía afecta a Andrey.

—Estoy aquí en Moscú, no tengo dinero ni para las necesidades básicas, por favor hijo, déjame pasar un rato en tu casa, dijo Fabricio, con la voz ya llena de emoción, tal vez estaba llorando.

En ese momento Andrey se acordó de su madre, cuando todo pasó, Selma estaba muy dolida y bebía mucho para olvidar que el padre de sus hijos era un sinvergüenza infiel, Selma nunca volvió a ser la misma persona de antes y 7 años después terminó falleciendo. víctima de cáncer de pulmón.

Andrey parece insensible, no sabía que decir, en ese momento sus hermanos regresaron a la habitación, Andrey le pasó el teléfono a Felipe que es el hijo mayor, para luego salir de la habitación y encerrarse en la oficina.

Estando solo a merced de sus propios pensamientos, Andrey tomó un diario y comenzó a escribir todo lo que ya no cabía en su pecho, muchos podrían considerarlo un poco afeminado o incluso infantil, pero a Andrey no le importa.

De hecho, sabe que necesita ayuda profesional durante algún tiempo, pero a Andrey le da vergüenza contar su historia, tiene miedo de los juicios de la gente y simplemente se dará por vencido.

Se quedó allí un rato, viendo las páginas anteriores, Andrey lloró recordando el pasado.

En ese momento, Andrey se levantó de su silla giratoria y se dirigió a la barra, dentro de la propia mansión, cogió una botella de whisky y se la bebió sin ganas de parar.

...

Ya era temprano en la tarde cuando Catarina y Luca entraron a la mansión, ella planeaba recoger a Luca de la escuela, pero decidió llevar al niño a tomar un helado al centro comercial y solo porque Catarina compró algunas cosas bastante extrañas, Luca se molestó.

—No voy a poner esto en mi habitación, donárselo a alguien que realmente lo necesite – dijo Luca y luego aumentó la velocidad de su silla de ruedas, Catarina se puso nerviosa y casi lloró de desesperación.

Resulta que las otras niñeras le pusieron pañales desechables a Luca y él casi siempre pasaba mucho tiempo usándolos y terminaba todo lastimado, para evitar esto Catarina compró una niñera electrónica para que Luca pueda llamarla cuando lo necesite. , pero Luca no ve la necesidad de hacerlo y simplemente odió la idea.

Catarina siguió a Luca hasta el dormitorio, lo miró enojada y dijo:

"No vuelvas a hacer eso, de lo contrario te pondré en esa vieja silla, dependerás de mí para todo y luego aprenderás a valorarme", dijo Catarina, cruzándose de brazos y haciendo pucheros, tratando de suavizar El corazón de Luca, pero Catarina no. Tuvo suerte, Luca odia el drama y ya decidió retribuir.

"¿Dónde has visto esto antes? Las otras niñeras se estaban quejando con Andrey y esta desvergonzada me está amenazando en la cara jaja, déjamela a mí", pensó Luca y le sonrió levemente a Catarina.

—Está bien, solo aléjate de mí con esa baba electrónica, ahora necesito un baño-dijo Luca y luego le dio una hermosa sonrisa, parecía tan amable y luego Catarina le devolvió la sonrisa y dijo:

—Me alegro que hayas entendido querida, no quiero ni imaginarme lo que me pasaría si te lastimaras, tu padre haría que me mataran, dijo Catarina mientras se dirigían al baño.

Catarina le quitó la ropa a Luca y lo colocó en la silla de la ducha, colocó todo lo que el niño necesitaría cerca de él y luego salió del baño planeando buscar un pijama para Luca.

"Nadie contradice a un Gorki", pensó Luca mientras llevaba a cabo su plan de venganza.