"Nunca digas nunca"
Jamás pensó el llegar a tener sentimientos y enamorarse del hombre con el cual la unieron en matrimonio, a causa de un contrato que hizo su madre antes de su nacimiento.
Sin poder hacer más nada que aceptar, o de lo contrario el matrimonio familiar podría peligrar, decide aceptar aquella unión. No obstante, aunque sus intentos de conquistarlo fueron en vano, terminó perdiendo su virginidad con aquel hombre cuyo corazón era de otra.
Ahora con el conocimiento de que su amante se encontraba embarazada, decide aceptar que el divorcio es el mejor camino para terminar las cosas, una vez se cumpla el término del contrato.
¿Podrá su herido corazón sanar?
¿Podrá la vida darle una segunda oportunidad en el amor?
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Capítulo 14.
-Marta esta detrás de ti- dice y yo quedo perpleja.
Lo que faltada, encontrarla aquí y cuando yo estoy apenas empezando mi plan y ella lo puede arruinar.
-La quiero matar...
-Tranquila eres mucha más mujer que ella y recuerda que ella es la amante y tu la esposa y madre de su hijo.
-Sí, pero recuerda ella también está embarazada... además ya tengo todo planeado para enamorar a Ryan y después irme lejos con mi hijo.- digo y ella niega con la cabeza- ¿qué pasa? En tres meses lo enamoró eso lo sé.- digo y ella se ríe
-Si en casi cinco años no lo enamoraste que te hace pensar que lo vas a ser ahora?- dice ella pero yo todavía no le he contado mi plan
-Si lo haré en estos cuatro años lo amaba, pero a la vez lo odiaba y ahora no siento ningún tipo de sentimiento por él.- digo y ella vuelve a burlarse en mi cara.
-Lo sigues amando solo te estás mintiendo tu misma-dice, pero yo no respondo puede que tenga razón y puede que no.
El mesero llega y me salva de seguir esta conversación, me trae mi jugo y le pido uno de los platos que están en el menú y uno especial para llevar, comemos en silencio.
-¿Qué nombre le pondrás si es niña?- dice de repente
-¿Cómo?, apenas tengo un mes como crees que voy a pensar eso ahora- digo casi atragantándome.
-Lena, tienes que hacerlo no vayas a poner un nombre feo a mi sobrino o sobrina, tiene que ser uno bonito y significativo- dice ella mirándome, ya que yo la estoy viendo como si estuviera loca.
-Ajá, si es niña Cristina y si es niño Cristián, como mi mamá- digo y ella queda pensando.
-No es mala idea, significa mucho para ti y para la familia, además es un nombre lindo- dice y si tiene razón.
-Sí, ese será el nombre sea niño o niña- digo y ella sonríe
- Exactamente, y si no te das cuenta al final del nombre está el nombre de Rya- dice yo me pongo a pensar, es verdad, tiene razón.
Terminamos de comer y ella dice que va a ir a Divine L fashion, y yo voy al hospital con la comida que pedí para llevar, al estar ya dentro del hospital me encuentro a la madre de Ryan, quien me detiene al momento que yo voy a entrar a verlo.
-Ay Lena, no que quieres, pero ahora que Marta volvió no vas a conseguir nada de lo que pretendes, Ryan ama a Marta y a ti te odia, no pierdas tu tiempo aquí, vete que Marta está por llegar y no quiero que le hagas pasar un mal rato a ella y le afecte a mi nieto.- dice creyendo que me va a ser sentir mal y lo logra
-Mire Señora Devora, yo no busco nada con su hijo ya tengo todo lo que quiero, y pues él es mi esposo y a ella solo la quiere para un rato- digo y se enoja, no espero que responda y entró a la habitación.
-Hola... Buenas tardes- digo al entrar, Ryan se encuentra sentado leyendo un libro.
-Hola, buenas tardes, ¿cómo has pasado?- dice y yo me acerco
-Pues bien, ¿y tu como te sientes?- digo y él deja el libro aún lado para recibir mi comida- no la hice yo pero la traje...
-Estoy bien, gracias la comkda de aquí no me gusta, tiene mucha grasa y azúcares- dice abriendo el envase de la comida y el jugo que tanto le gusta...
Lo veo comer y todo esto me parece raro, hace unos días estábamos matándonos y ahora parecemos pareja de verdad.
-Ryan, sé que no tenemos una relación sana y mucho menos existe un tipo de relación amorosa entre nosotros, pero si quiero decirte yo no quiero quedar viuda así que tienes cuidarte- digo y comienza a reír
-No te rías es la verdad tienes que cuidarte, ya que estoy muy joven para que me llamen viuda- digo y ahora comenzamos a reír los dos, es tan lindo el momento que no quiero que termine.
-No seas tonta, no te dejaré viuda, jamás te dejaré- dice y yo quedo sorprendida y ese "Jamás te dejaré" queda en mi mente, toda la tardé la pasamos entre contarnos cosas y reír de las ocurrencias que tenemos, veo la hora y ya es tarde no pude ir a la empresa se me olvido, pero valió la pena, ya que pase un momento agradable con Ryan.
-Ryan, pareces un niño de cinco años quejándote, tienes que aguantar son solo tres meses y faltan 6 días para que salgas de hospital- digo y él hace como que está enojado.
-Lena tú no eres la que está en una camilla y con dos yesos y una costilla partida.- dice y yo río, parece un niño.