Maximiliano Ferraro el primero de los hijos de Demon Ferraro y Isabella Ferraro hoy convertido en todo un hombre fuerte y cruel ante la mirada de los demás ,mano derecha de su padre en la mafia italiana, hasta que llega ella con su dulce mirada,hasta que punto sera capaz este hombre para proteger a quienes ama.
los invito a leer esta nueva historia ,continuación de la luz de mis ojos
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MARATÓN 1/6
Luna luchaba contra sí misma, no era que no amara a su hijo, era que volver a ver a esas personas que en algún momento creyó su familia y darse cuenta de que era más que serpientes esperando el momento exacto para atacar la había lastimado.
El sentir mover a su bebé era un recordatorio de todo lo que había pasado. Lo amaba, pero era consiente de que si ese hombre no la hubiera tocado, ese bebé no estaría en su vientre y por primera vez desde que se dio cuenta de la vida de su bebé estaba de nuevo contra la pared de la realidad, se sentía muy sucia, quería arrancar cada pedazo de su piel dónde ese hombre había tocado, quería olvidar todo, dormir tan profundamente que al despertar todo fuese un sueño.
Al abrir los ojos la primera imagen de Luna fue ver a Maximiliano sosteniendo su vientre, profundamente dormido, lo que la hacía querer salir corriendo de ese lugar. En sus brazos ella se sentía segura, pero ese hombre la había ayudado más de lo que ella quería admitirlo y no era responsabilidad de él, nada de esto era su responsabilidad, solo de ella por qué a fin de cuentas ella decidió tener a su bebé así que era su vida, la de su hijo y ella.
Maximiliano al sentir movimientos despertó rápidamente. El negocio de la mafia les había enseñado que desde que estás una vez dentro no había sueños largos ni profundos, tenías que estar pendiente hasta de lo que sueñas por qué de eso dependía salir con vida muchas veces.
Maximiliano: Luna dinero como te sientes tienes hambre, quieres ir al baño, te acompaño, quieres algo más dímelo si Solo dime algo.
Luna: señor por favor, solo quíteme este dolor, solo eso; dijo Luna mientras pequeñas lágrimas salían de sus ojos.
Maximiliano: solo dime quién te hizo esto y yo me encargaré.
Luna: señor por favor no quiero que le hagan daño por favor, solo quiero darle las gracias, pero no quiero que usted ni su familia corran peligro.
Maximiliano: créeme no ahí manera de que estemos en más peligro, además estamos acostumbrados a eso Solo dime quién lo hizo o por qué te pusiste de esa manera.
Luna: es solo que me da pena.
Maximiliano: sé que me conoces hace poco, pero te he demostrado que puedes confiar en mí, te prometí protegerte y eso implica también si ahí alguien que desea hacerte daño.
Luna: es, es que fue mi familia si, su hermana no me hizo nada ella me ayudó por favor no le diga nada si, yo sé que no le caigo nada bien a ella, pero aun así ella me acompaño en todo momento, es solo que ellos estaban ahí.
Maximiliano: pensé que no tenías familia en el momento que te encontré aquella noche, pero dime por qué estabas viviendo en la calle si es así, por qué estabas en esas condiciones aún estando embarazada.
Luna: yo escapé.
Maximiliano: de que escapaste, por qué escapaste de ellos dímelo, te prometo que te protegeré, yo los protegeré.
Luna: señor Maximiliano, yo soy una mujer que perdió a sus padres hace años, mi padre había dejado una gran cantidad de dinero si, por eso es que no sé hacer nada y soy una inútil en su casa es que yo también tenía tantos lujos como puedas imaginar, vestía ropa de marca, tenía autos lujosos, estudiaba en los mejores lugares de Italia, vivía una vida que creía de ensueño, viajes, ropa, amigos, bares todo, pero ellos me lastimaron bien, todo eso era el dinero que mi padre me había dejado, y yo no era la única que me beneficiaba de eso.
Maximiliano: tú no eres una inútil.
Luna: sea honesto conmigo señor, no sé ni hacer un huevo o acaso se le olvida el día que me tocaba preparar los huevos coló resultó, un total desastre, gracias, señor por ayudarme, pero creo que es mejor que me vaya, ustedes me dan más que suficiente y creo que con lo que tengo puedo pagar un tiquete a otro lugar no sé tal vez salir del país sería lo mejor para mí.
Maximiliano: y cada vez que te encuentres seguir huyendo, que pasara con tu bebe.
Luna: por él es que lo hago si tan solo supiera todo lo que he puedo de mí para que el este aquí conmigo.
Maximiliano: si me lo explicas tal vez logré comprender que fue lo que pasó.
M
Luna: no es fácil para mí entiéndame.
Maximiliano: te entiendo, pero quiero ayudarte y no me das nada para ayudarte, no me das nombres ni nada, yo te puedo ayudar, no puedes ser una fugitiva toda la vida.
Luna: señor usted ya tiene sus problemas y su familia.
Maximiliano: y eso que?.
Luna: no puede pasar toda la vida ayudándome a mí, yo tengo que tener las ríe das de mi vida.
Maximiliano: eso es decisión mía y yo ya decidí que te voy a ayudar y no voy a dejar que pases toda la vida con un bebé en brazos durmiendo en la calle, escúchame bien Luna, voy a llamar al doctor a qué te revise, seguiremos hablando de esto más tarde, ah y, ya de que estás observando tanto las ventanas si miras bien te darás cuenta que este es un lugar del cual no se puede escapar.
Maximiliano se fue del lugar dejando a la mujer con más preguntas que respuestas a todo lo que estaba sucediendo