SIN MIEDO AL ÉXITO

Naudi llegó a casa con su sobrina, Shirly ya estaba en casa preparando la cena, la niña le contó emocionada que le gustó la empresa, que el jefe de su mami Nau la había tratado muy bien.

Naudi y su sobrina se bañaron y se pusieron ropa cómoda, las mujeres cenaron las tres, a la amiga solo le guardaría la comida para llevar, después de cenar las tres jugaron saltando en la cama, continuaron con los juegos hasta que Naudi ya no quiso jugar más, eran las ocho y treinta, ella solo quería hablar con su hermana, contarle lo que estaba sintiendo.

Sofia se durmió porque en todo el día no había hecho una siesta, las dos hermanas se fueron a la sala para hablar, Naudi tenía pena de contarle a su hermana, pero era algo que tenía que hacer, no espero más y le contó todo a su hermana; Shirly se emocionó porque por fin su hermana estaba abriendo su corazón en el amor, la abrazó y dijo.

SHIRLY: Bueno, supongo que eso es algo bueno, pero.. ¿qué vas a hacer al respecto? ¿Vas a intentar algo con él o vas a mantenerlo en secreto?

Naudi suspiró, no lo sé, me da miedo que si le digo algo, pueda arruinar nuestra relación laboral. Y además, no sé si él siente lo mismo por mí, podría ser un desastre.

SHIRLY: Eres la dueña de tu cuerpo y tus acciones, también eres la dueña de tus sentimientos y emociones, no dejes que el miedo o la duda te impidan abrir tu corazón al amor, recuerda que el amor es un riesgo, pero también es una oportunidad para crecer y encontrar la felicidad. No te arrepientas de haber sentido algo por alguien, incluso si no es correspondido. En su lugar, ábrete a la posibilidad de encontrar alguien que te ame y te valore por quién eres.

NAUDI: No sé, tengo que asegurarme que el sienta algo por mi, no quiero ser tan lanzada.

SHIRLY: Naudi, es normal tener dudas hermana, pero lo importante es que estás considerando tus sentimientos y pensando en lo que quieres hacer. No hay prisa, tómate tu tiempo para reflexionar y decidir qué es lo mejor para ti, recuerda que, independientemente de lo que decidas, siempre estaré aquí para apoyarte. Y si necesitas hablar o desahogarte, estoy aquí para escucharte.

NAUDI: Tienes razón Shirly, lo pensare bien, aunque tengo que correr el riesgo, no puedo dejar que el miedo a ser rechazada me impida intentarlo. Si no lo hago, siempre me preguntaré qué podría haber pasado si hubiera sido valiente y le hubiera dicho cómo me siento

SHIRLY: Recuerda que, independientemente del resultado, siempre serás valiente por haber intentado. Y quién sabe, puede que sorprendas a tu jefe y descubras que siente lo mismo por ti.

Naudi asintió con la cabeza, sintiendo una sensación de liberación y empoderamiento. Sabía que su hermana tenía razón, y que era hora de dejar de lado sus miedos y dudas, y abrir su corazón al amor. Naudi no tenía un pasado emocional complicado en cuanto al amor se refiere, simplemente, nunca había experimentado el amor romántico antes, nunca habia tenido novio, lo que la hacía sentir un poco insegura y desconcertada por sus sentimientos hacia su jefe.

Eso explica por qué estaba siendo tan cautelosa y reflexiva sobre sus sentimientos. No quería precipitarse ni hacer algo que pudiera lamentar después. Quería entender mejor sus propios sentimientos y emociones antes de tomar cualquier decisión.

Las dos hermanas se abrazaron, Shirly le dijo a su hermana que descansara para que al día siguiente llegara con la mente lúcida a trabajar y lidiar con sus emociones.

Cada una se fue a su cama, Naudi estaba un poco más tranquila porque sabia que contaba con el apoyo de su hermana, las dos se apoyaban en todo y no se juzgaban por nada, siempre buscan soluciones a sus problemas.

Rodin estaba en su casa preocupado, se encontraba en su cama, mirando el techo y pensando en Naudi y su familia. No podía dejar de pensar en la forma en que Naudi siempre estaba allí para él, apoyándolo y ayudándolo en el trabajo, también pensaba en su hija, que siempre parecía tan feliz y energética.

El se sentía un poco confundido y desconcertado por sus propios sentimientos. No sabía qué hacer con ellos, ni cómo procesarlos, pero sabía que no podía seguir ignorándolos. Tenía que encontrar una forma de enfrentarlos y entenderlos.

El jefe se dio cuenta de que ya no podía seguir evitando sus sentimientos hacia Naudi, se levantó de la cama y comenzó a caminar por la habitación, tratando de ordenar sus pensamientos, se sentía un poco ansioso y nervioso, pero sabía que tenía que hacer eso y se dijo.

RODIN: ¿Qué siento realmente por Naudi? ¿sera solo una atracción física o hay algo más profundo?

Se detuvo frente a la ventana y miró hacia fuera, tratando de encontrar respuestas en la oscuridad de la noche. Sabía que tenía que ser honesto consigo mismo y enfrentar sus sentimientos, no importaba cuán incómodos o complicados fueran.

Al día siguiente llegó Naudi con Sofía a la empresa, la niña corrió a la oficina de Rodin, lo vio y corrió a sus brazos, él también la abrazó y dijo.

RODIN: ¿Cómo amaneciste pequeña?

SOFIA: Bien, tu empresa es muy... bonita, me encanta.

RODIN: Bueno, también es tuya.

SOFÍA: pero soy pequeña, no sé trabajar todavía.

RODIN: por eso tienes que estudiar mucho, comer toda la comida para que crezca y puedas trabajar.

Ellos estaban hablando animadamente, Naudi estaba terminando de organizar su puesto de trabajo, encendiendo su computadora, guardando sus cosas y quitando polvo de su escritorio, después ingresó a la oficina y vio a Sofia sentada en el sofá con Rodin, ella dio los buenos días un poco nerviosa, el se quedó mirandola y respondió un poco más serio, no sabía cómo actuar delante de ella.