Leonardo Mendoza se reencuentra después de muchos años bajo circustancias adversas, con la mujer que siempre deseo para él desde el momento que sus miradas se cruzaron, y que por situaciones que él aún desconoce ella lo rechazó...
Más ahora aprovechará tenerla nuevamente cerca para conquistarla, porque para él es evidente que ella aún se siente atraída por su presencia...
. - ¡Esta vez si serás para mí, mi negra hermosa...!
ESPERO DISFRUTEN DE ESTA NUEVA HISTORIA DE AMOR... SALUDOS Y BENDICIONES 😉 🙏 😘
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CAPÍTULO XIII ME NIEGO A PERDERLA
Después de terminar mí visita a Gabriel, y salir de la jefatura, mi cabeza daba vueltas por todo lo que supe en un mismo momento, especialmente enterarme que Natalia se piensa casar con ese tipo… ¡Y claro que no lo voy a permitir, me niego a perderla nuevamente!
Subí a mi auto y me dirigí a mi oficina, allá según me informó Andrade, ya me estaba esperando el investigador, logró recaudar la información que necesito antes de la hora pautada y me parece muy bien… Aunque voy rogando porque allí no haya una posible fecha de boda, más ruego principalmente, porque encuentre algo que evite que Natalia se case.
. – Buena tarde Señor Mendoza… – Estrecho la mano que me ofrece como saludo – Tiempo sin saludarlo…
. – Si, algo… ¿Cuénteme todo listo? – Voy al grano porque lo que menos quiero ahora es perder el tiempo con charlas cordiales, mi corazón no ha parado de latir desde que supe que él ya tenía la averiguación lista para mi…
. – Si, por supuesto señor, pero me dijo Andrade que quería usted hablar algo más conmigo…
. – Así es… - Tomo la carpeta que me ofrece y le indico que se siente mientras yo hago lo propio a la par que voy abriendo nervioso el documento que me ha entregado.
La primera información que examino es la de mi negra hermosa, leo que ejerce su profesión, que tiene una pequeña oficina en el centro junto a una tienda de cactus, lo que me sorprende, pero al ver la fotografía allí colgada entiendo, tomo la foto retirándola del clip que la sostiene a la hoja, y la miro fijamente, no puedo negarlo, entonces lo admito, la miro con algo de devoción, esta mujer siempre me ha cautivado. Allí está ella con una de sus plantas en la mano mientras sonríe hermosamente… ¡Decido guardar la foto en la gaveta de mi escritorio!
Continuo con la lectura que corresponde ahora de Gabriel, allí me entero de por qué él ahora está bajo la custodia de su hermana mayor y desde cuándo, otra cosa que me sorprende y hace fruncir el ceño con incredulidad… Me preguntó cómo es que una madre prefiere a un hombre por encima de sus hijos, y cómo permite que éste los rechace solo por su color de piel… ¡Con el perdón de la señora, pero no lo concibo!
Ahora es el turno del fulano novio, hay una foto donde él está arrodillado frente a Natalia, supongo que pidiéndole matrimonio. La voltee, no quise seguir mirándola, ¿La verdad? Me dio soberbia y me provocó romperla, pero me detuve porque no estoy solo y no se vería muy bien que hiciera un berrinche así… Entonces continúe con la lectura, y una nueva sorpresa me irrumpe…
. – ¿Este hombre trabaja para mis padres? ¿Cómo?
Claro, recordé que Gabriel me dijo que era farmaceuta, yo no tuve que sumar dos más dos para saber la deducción de todo este caso, y no porque quisiera que fuera así… - Supervisor y regente de la farmacia de la clínica…
Muy interesante esta información, él es quien gestiona la administración de la farmacia de la clínica y distribuye los medicamentos a las demás sedes… este hombre ha tenido a su disposición todo. Gabriel dice que no es culpable, en su casa se encontró parte de la mercancía extraviada, y el chico asegura que tampoco sabe, entonces siempre ha sido él, tiene que serlo…
. - ¿Todo bien señor? – Escucho la pregunta inquieta del investigador, y entiendo que estoy murmurando…
. – No, si… - Carajos, ¿Será que quiero ver algo qué no existe solo porque él es el novio Natalia? ¿Lo estoy juzgando mal? – Verá, necesito que investigue un poco más a este hombre… - Le entrego la hoja con su información…
. – David Williams – Lee él en voz alta - Si señor ¿Algo más?
. – Sí, empieza por la clínica, y averigua si existe alguna conexión entre él y la enfermera que está detenida por el hurto… ¡Esto lo necesitaré con la misma premura de la anterior por favor!
. – Muy bien señor entonces con su permiso, me retiro para comenzar desde ya…
Asentí y nos estrechamos la mano nuevamente… Al salir, me senté nuevamente, abrí la gaveta y saque la fotografía de Natalia…
. - ¿Qué me pasa contigo Natalia? Volver a verte ha sido un total embrollo…
Acaricio la imagen deseando poder hacerlo a ella, es así, todo es una locura, no solo con el problema del robo, sino también en mis emociones, ¡Y tienes tanto que explicar…!
. – Y lo harás ahora mismo… – Me levanto con la excusa de exigir la explicación que me debe y me dirijo a su casa…
Al subir al auto pienso que esta es como la quinta vez que salgo de mi oficina hoy… Manejo directo a casa de Natalia, justo estacionando al frente veo su auto llegar, y decido esperar que baje para hacer lo mismo, pero se demora, especulo, que probablemente viene con alguien, ¿Tal vez el novio? y los minutos continúan pasando, entonces mi mente se imagina lo que no debo, y decido salir… Sé que es algo llamado celos lo que me invade, y soy un atrevido, pero igual no retrocedo y toco la ventanilla del auto…
Cuando el vidrio baja, lo primero que observo es que está sola, y lo peor, es que ha estado llorando…
. – Natalia… - La llamo preocupado cuando la veo esquivándome la mirada y tratando de ocultar literalmente toda su cara entonces quito el seguro, abro la puerta y subo al mismo tiempo que cuando entró, cierro la puerta y vuelvo a subir el vidrio.
Natalia no puede ocultar sus sollozos, pobre, realmente entiendo el estrés que debe tener, me conmovió tanto verla tan derrotada que desde su lugar la tomo en mis brazos, mientras ella lucha por lo contrario, pero no la voy a soltar…
. – Cálmate, estás abrumada… – Sobo su cabeza con delicadeza mientras la presiono contra mí, y ella esconde su cabeza en mi cuello y llora diciéndome que lo siente… Claro que sé que es lo que siente y esperaré se calme para que me lo diga…
La dejo llorar, mientras la consuelo con palabras y con mi tacto… Tenerla así es maravilloso, poder percibir su aroma abrazarla como siempre desee y ojalá pudiera hacer más…
. – Ya estoy bien… - Su suave voz me frenó del pensamiento que ya invadía mi mente – Por favor déjame volver a mi lugar… – Me pide casi en un susurro, tratando de soltarse de mi agarre, y noto cuan incomoda está, no solo por lo que ella sabe me oculta, sino por mi cercanía, lo puedo sentir…
. – Leonardo… - Me vuelve a hablar porque mis brazos se niegan a soltarla…
. – Ah claro… – A duras penas la suelto, la veo limpiarse la cara, arreglarse el cabello y la blusa…
. - Cualquiera diría que hemos tenido un encuentro erótico aquí… - Suelto en voz alta cuando se supone que eso solo lo estaba pensando mi morbosa mente… y su cara fue un poema, se sonrojó tanto que el rojo supero su color de piel, y yo no pude evitar reír porque ella no hallaba donde meter la cabeza… - Tranquila Natalia, es una broma…
. – Claro que lo es, y muy mala por cierto… - Volvió la Natalia altiva…
. – Bueno al menos te hizo cambiar de ánimos… - Ella me miró con el ceño fruncido – Antes estabas tristes, ahora estas enojada eso ya es algo… - Le explique, y ella volteó los ojos, pero una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios – Así está mucho mejor…
Le dije mirándola fijamente como bobo… ¡me encanta!
. – Estás loco… - Sí que lo estoy, la apoyé en eso…
. – Vamos, te acompaño a tu apartamento, necesito que hablemos…
. – Leonardo… - Iba a comenzar con sus excusas, pero la detuve de una vez…
. – ¡Vamos Natalia! – Le pedí con serenidad, pero sin darle opción a protestar, y se lo hice entenderme bajándome del auto para que hiciera lo mismo… ¡Y muy reaciamente lo hizo!
. – ¿Podemos por favor dejarlo para otro momento? – Comenzó otra vez a evadir la conversación – Realmente estoy muy cansada…
. – Si lo sé, tal vez decir las cosas te ayude a relajarte… - Le dije mirándola directamente a los ojos, que ella por supuesto esquivó…
. – Ya no tengo nada que decir… - Insistió, pero sin mirarme…
. – Tú sabes que si lo hay, así que deja las excusas y vamos… ¡Natalia camina!
. – ¿Pero tú qué te crees? – Soltó molesta sin moverse…
. - ¿Quieres que te lo diga aquí en la calle? – Le pregunté y la observé mirar preocupada a todos lados Jajaja – Porque yo no tengo problema… ¡podemos comenzar de una vez! – Dije levantando un poco más la voz, se acercó y me tomó del brazo…
. – Vamos… - Me dijo con los dientes apretados y yo sonríe triunfal…
Me encanta también verla molesta, sus ojos se tornan de un color más intenso que la hace ver matadora…