NovelToon NovelToon
La Sangre de Asclepio: El Don de Curación de una Mujer Divina".

La Sangre de Asclepio: El Don de Curación de una Mujer Divina".

Status: En proceso
Genre:Amor en la guerra / Matrimonio entre clanes / Secretos de la alta sociedad / Reencarnación
Popularitas:1.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Luisa Manotasflorez

La historia de esta mujer es un viaje de autodescubrimiento y valentía en un mundo donde el estatus de género dicta el valor de una persona. Nacida en el seno de una familia noble en Roma, ella desafía las expectativas de su género desde una edad temprana. Despreciando la idea de ser tratada como una simple "vaca para preñar", busca igualdad y reconocimiento por su mente y habilidades, en lugar de simplemente por su género.

Sin embargo, la vida no es fácil para ella ni para su familia. Cuando una guerra obliga a su familia a huir de Roma, se encuentran enfrentando la discriminación y el escrutinio de aquellos que los rodean. La gente no puede entender por qué esta mujer es educada como un hombre y posee habilidades de curación que parecen provenir de los dioses de la salud y la curación de la antigua mitología griega. Sus dones se convierten en una bendición y una maldición, ya que la gente la ve con sospecha y temor, cuestionando si es una bruja o está involucrada en prácticas oscuras.

A pesar de todos los obstáculos, ella no se rinde. Se casa con un senador para protegerse y encontrar un lugar seguro en un mundo peligroso e incierto. Juntos, viajan por varias ciudades, escapando de la furia de un emperador vengativo que busca venganza por la muerte de su padre a manos de traidores. En su viaje, enfrentan desafíos constantes y peligros inesperados, pero su determinación y amor mutuo los mantienen fuertes.

Esta es una historia de resistencia, amor y perseverancia en tiempos de adversidad. Es un recordatorio de que, incluso en un mundo donde el género y el estatus social dictan las reglas, el coraje y la pasión pueden trascender todas las barreras. La protagonista demuestra que el verdadero poder reside en el corazón y la mente, no en el género o el estatus social, y que el amor y la esperanza pueden guiar incluso en los momentos más oscuros de la historia.

NovelToon tiene autorización de Luisa Manotasflorez para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capitulo 12

Confesiones y Dudas

En los jardines del palacio, Aurelia caminaba lentamente junto al príncipe Adriano, manteniendo una compostura perfecta, tal como le había enseñado su educación aristocrática. La brisa suave agitaba las hojas de los árboles mientras el sol poniente teñía el cielo de colores cálidos. Adriano, con una mirada pensativa, rompió el silencio que se había instalado entre ellos.

"Aurelia, he estado reflexionando mucho sobre nosotros y lo que el futuro podría depararnos," comenzó Adriano, su voz cargada de una sinceridad cautelosa.

Aurelia lo miró, sus ojos reflejando una mezcla de fortaleza y una leve incertidumbre. "Adriano, antes de que avancemos más en este compromiso, hay cosas sobre mi pasado que debo confesarte. Cosas que quizás cambien la forma en que ves nuestra unión."

Adriano asintió, indicándole que continuara, mientras se detenían junto a una fuente murmurante.

"Mi vida antes de llegar aquí no fue la de una dama típica de la corte," comenzó Aurelia, su voz firme pero teñida de una leve tristeza. "Estuve casada, sí, pero fue un matrimonio lleno de desdén y dolor. No soy la virgen que quizás esperarías para un matrimonio real. Además, mi padre fue un general, sí, pero luchó en el bando opuesto al de tu familia durante la guerra. Era el jefe de la armada de nuestro país, defendiendo ideales que hoy nos separan."

Adriano escuchaba en silencio, su expresión indeleble, procesando cada palabra que Aurelia decía.

"No soy simplemente una mujer que busca un título o posición. Llegué a este palacio buscando refugio y una nueva vida, lejos de las tragedias del pasado. Entiendo si esto cambia algo para ti o para el emperador," concluyó Aurelia, con un tono de resignación.

Adriano tomó su mano, su agarre era cálido y seguro. "Aurelia, tu pasado no es algo de lo que debes avergonzarte. Cada detalle de tu historia te ha convertido en la mujer que veo hoy, una mujer fuerte y digna de todo respeto y honor. No es tu linaje, sino tu carácter lo que admiro profundamente."

Ella lo miró, sorprendida por su comprensión y apoyo. "¿Y tu hermano? ¿El emperador aceptará a alguien como yo?"

"Mi hermano respeta mi juicio, y yo lucharé por nuestra unión," afirmó Adriano con determinación. "Quiero que seas mi esposa no por conveniencias políticas, sino por amor y respeto mutuo. Si estamos juntos en esto, nada más importa."

Las palabras de Adriano llenaron a Aurelia de un nuevo coraje, y una pequeña sonrisa apareció en sus labios. "Gracias, Adriano, por entender y por estar dispuesto a enfrentar los prejuicios y desafíos conmigo."

Caminaron de vuelta hacia el palacio, su conversación derivando hacia planes futuros y las maneras en que enfrentarían los desafíos juntos. En ese momento, Aurelia sintió que, quizás, después de todo, podría haber un lugar para ella en este nuevo mundo, uno donde el amor y la aceptación podrían superar las barreras del pasado.

Condiciones y Compromisos

En las profundidades del palacio, el emperador convocó nuevamente a Adriano a su estudio, una habitación iluminada por la tenue luz de las lámparas de aceite mientras la noche caía sobre la ciudad. Había pasado una semana desde su última conversación, y en ese tiempo, el emperador había contemplado las implicaciones del matrimonio de Adriano con Aurelia, considerando todos los aspectos necesarios para proteger la corona y su legado.

Adriano entró, notando inmediatamente la seriedad en el rostro de su hermano. El emperador estaba sentado detrás de su escritorio, con varios documentos esparcidos frente a él.

"Adriano, he reflexionado largamente sobre tu propuesta de matrimonio con Aurelia," comenzó el emperador, su voz firme pero justa. "Si bien apoyo tu decisión, hay ciertas condiciones que deben cumplirse para asegurar la estabilidad y la continuidad de nuestra casa."

Adriano asintió, preparado para discutir y aceptar los términos que su hermano considerara necesarios. "Entiendo, y estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario," respondió.

El emperador tomó un documento y lo extendió hacia Adriano. "Primero, es imperativo que Aurelia renuncie formalmente a su apellido y cualquier reclamación de herencia de su familia anterior. Al unirse a nuestra familia, debe estar totalmente comprometida con nuestra casa y nuestra causa."

Adriano tomó el documento, leyendo los términos. Era un contrato de matrimonio, detallando no solo la renuncia de Aurelia, sino también su aceptación de los deberes y responsabilidades como parte de la familia real.

"Además," continuó el emperador, "dado que aún está legalmente casada, será necesario que se resuelva su situación actual. La ley debe ser clara y ella debe estar libre para casarse."

"Sí, lo entiendo. ¿Y cómo sugieres que procedamos respecto a su actual esposo?" preguntó Adriano, consciente de que el divorcio podría complicarse.

"El divorcio debe ser absoluto y sin margen de error. Podemos asegurarnos de que su esposo acceda mediante un soborno... o mediante otras presiones si fuera necesario. Es crucial que todo se maneje discretamente para evitar escándalos que puedan manchar nuestra reputación o la suya," explicó el emperador con un tono que dejaba claro que no se aceptarían fallos.

Finalmente, el emperador se levantó y caminó hacia la ventana, mirando hacia los jardines oscuros del palacio. "Una vez que estas condiciones se cumplan, tienes mi bendición para llevar a cabo el matrimonio. Además, he decidido que, una vez casados, se mudarán a la Villa Solus, que será un regalo de bodas para ambos. Estará bajo nuestro nombre, pero será vuestro hogar."

Adriano sintió tanto la magnitud de la tarea que tenía por delante como la seriedad con la que su hermano trataba el asunto. "Gracias, hermano. Aprecio no solo tu apoyo sino también tu cuidado en asegurar que todo se maneje de la manera correcta. No te defraudaré."

El emperador asintió, una mezcla de preocupación y esperanza en sus ojos. "Sé que no lo harás, Adriano. Procede con sabiduría y discreción."

Con los documentos en mano y el peso de las responsabilidades llenando sus pensamientos, Adriano se retiró del estudio. Sabía que los días venideros estarían llenos de desafíos, pero estaba decidido a enfrentarlos por su amor a Aurelia y por el bien del reino que algún día heredaría.

Confrontación y Resolución

En el crepúsculo del día, un grupo de soldados discretos, liderados por Adriano, se dirigió hacia una casa de mala fama en las afueras de la ciudad. Habían recibido información confiable de que el esposo de Aurelia, Casio, frecuentaba el lugar, sumido en vicios y lujurias que deshonraban no solo su matrimonio sino también su posición social. Adriano, decidido a resolver la situación de Aurelia de una vez por todas, estaba dispuesto a utilizar cualquier medio necesario para asegurar su libertad y felicidad.

Al llegar, los soldados rodearon el establecimiento. Adriano, con una mezcla de repulsión y determinación, entró bruscamente. En una de las habitaciones, encontró a Casio en comprometedoras circunstancias con una mujer, claramente una trabajadora del lugar. El sorprendido Casio saltó, tratando de cubrirse, mientras que la mujer gritaba, aterrada por la irrupción.

"¡Casio!" exclamó Adriano con una voz que resonó con autoridad y desdén. "Parece que hemos llegado en un momento... interesante."

El rostro de Casio palideció al reconocer al príncipe Adriano. Sabía que estaba en una posición comprometedora y vulnerable. "¡Esto no es lo que parece, alteza!" balbuceó, intentando infructuosamente recomponerse.

Adriano frunció el ceño, desinteresado en excusas. "No estoy aquí para escuchar tus patéticas justificaciones. Estoy aquí por un asunto serio. Es hora de que termines tu matrimonio con Aurelia. Ella merece algo mucho mejor que un esposo que no puede mantener ni su dignidad ni sus pantalones en su lugar."

Casio, viendo la seriedad de la situación y los soldados armados, tragó saliva. Intentando recuperar algo de control, se lanzó a criticar a Aurelia. "¡Esa mujer nunca fue una buena esposa! Siempre más interesada en sus propios asuntos que en servir a su marido."

Adriano sonrió sarcásticamente, cruzándose de brazos. "Qué irónico que hables de servicio cuando el único servicio que pareces apreciar es el de las rameras. Pero vamos al grano. Puedes salir de esta con algo más que tu vida. Ofrecemos un acuerdo generoso: un divorcio rápido y silencioso, y a cambio recibirás un pedazo de tierra en el norte. Pero si decides hacer esto difícil, o si alguna palabra de esto llega a oídos que no deben, garantizo que no será simplemente tu reputación lo que perderás."

El miedo se apoderó de Casio mientras evaluaba sus opciones. Finalmente, asintió con resignación. "Está bien, acepto. Haré lo que pides. No quiero problemas con la corona."

Adriano asintió, satisfecho por haber manejado la situación sin recurrir a medidas más extremas. "Espero que cumplas tu palabra, Casio. Por tu bien."

Después de asegurar que los documentos necesarios fueran firmados esa misma noche, Adriano dejó el lugar, sintiendo un peso menos sobre sus hombros. Aurelia pronto sería libre, y juntos podrían empezar una nueva vida, lejos de las sombras del pasado de ambos.

Amenazas en la Sombra

Después de haber acordado los términos del divorcio, Casio, agitado por la humillación y el miedo, no pudo contener un último alarde de su amargura. Con una sonrisa maliciosa y una voz cargada de veneno, murmuró, “Puede que la corona la proteja ahora, pero no olvides, Alteza, que una vez fue solo una mujer ambiciosa más, jugando a los juegos de poder.”

El comentario despertó una furia contenida en Adriano. Rápidamente, se acercó a Casio, su mano agarrándolo por el cuello y su cuerpo empujándolo contra la pared con un golpe sordo. Los ojos de Adriano brillaban con una intensidad que no admitía réplica.

“Escucha bien, Casio,” siseó Adriano, su rostro a pocos centímetros del de su contrincante, “la mujer de la que hablas despectivamente será mi esposa, y por lo tanto, una futura emperatriz. No es solo una princesa, es la futura señora de este reino, y como tal, poseerá tanto poder como cualquier otro en esta corte. Si vuelvo a escucharte hablar así de ella, no habrá rincón en este imperio donde puedas esconderte. Y no te equivoques,” continuó, apretando su agarre, “mi amenaza no es simplemente un aviso. Es una promesa.”

El rostro de Casio se puso pálido bajo la presión del agarre de Adriano y el peso de sus palabras. La gravedad de la situación y la firmeza en la voz del príncipe lo dejaron sin aliento y sin respuestas. Finalmente, asintió con la cabeza, indicando su comprensión y sumisión.

Adriano soltó a Casio, quien se desplomó contra la pared, respirando con dificultad. “Espero que recuerdes esta conversación en tus noches más oscuras y solitarias, Casio. La corona tiene ojos y oídos en todas partes, y no toleraremos ninguna falta de respeto hacia la futura emperatriz.”

Con esa última advertencia, Adriano se giró y salió de la habitación, dejando a Casio solo con su miedo y sus pensamientos tormentosos. Mientras se alejaba, el príncipe sentía una mezcla de ira y satisfacción. Había protegido a Aurelia no solo legalmente, sino también asegurando que su reputación y dignidad fueran intocables de ahora en adelante. A medida que se dirigía de regreso al palacio, su mente ya estaba en Aurelia, planeando cómo le contarían las noticias y cómo juntos enfrentarían el nuevo capítulo de sus vidas.

Ecos de Guerra

A medida que la noticia del divorcio de Aurelia y su compromiso con el príncipe Adriano se asentaba en las mentes de la corte, otro asunto más urgente comenzaba a ocupar la atención del príncipe y del imperio: la inminente amenaza de guerra en Hispania. Con los preparativos para el matrimonio en marcha, Adriano se vio obligado a cambiar su enfoque hacia las preocupaciones de estado, dejando los asuntos del corazón en manos confiables.

En la mañana designada, Adriano se dirigió hacia la sede del Senado, un edificio majestuoso cuya historia se entrelazaba con la del propio imperio. Mientras caminaba por los pasillos resonantes, su mente repasaba los informes de sus consejeros y los movimientos recientes de las tribus rebeldes en Hispania. Sabía que lo que decidiera en las próximas horas podría determinar no solo el futuro de la provincia, sino también el de su reinado futuro.

El Senado estaba lleno cuando Adriano llegó. Los senadores, vestidos con las tradicionales togas, se levantaron en señal de respeto mientras él se dirigía hacia la tribuna. Con un gesto de su mano, les indicó que se sentaran y, con voz clara y firme, comenzó a delinear la situación.

“Honorables senadores, nos encontramos ante una encrucijada crítica para nuestro imperio. Las tribus en Hispania, que una vez juraron lealtad a Roma, ahora levantan armas contra nosotros. Debemos responder con fuerza y decisión para asegurar nuestra posición y proteger nuestras fronteras.”

Los murmullos de acuerdo resonaron en la cámara mientras Adriano continuaba, “Propongo que reforcemos nuestras legiones en la región, no solo para sofocar la rebelión, sino para mostrar a todas nuestras provincias que la justicia y el poder de Roma no pueden ser desafiados impunemente.”

Un senador de aspecto venerable, conocido por su sabiduría y experiencia en asuntos militares, se puso de pie. “Príncipe Adriano, nadie cuestiona la necesidad de acción, pero debemos considerar el costo. ¿Estamos preparados para sostener una campaña prolongada si la resistencia es mayor de lo esperado?”

Adriano asintió, reconociendo la preocupación. “Es una consideración válida. Por eso he ordenado que se realicen evaluaciones detalladas de nuestras reservas y capacidades logísticas. Estoy comprometido no solo a iniciar esta campaña, sino a llevarla a un cierre exitoso sin comprometer la estabilidad interna de nuestro imperio.”

Otro senador, más joven y con fama de estratega, interrumpió. “Y mientras nuestros ejércitos están en Hispania, ¿qué medidas tomaremos para asegurar que otras fronteras permanezcan seguras y protegidas?”

“Hemos dispuesto contingentes adicionales en puntos clave y aumentaremos nuestra vigilancia marítima. Además, estamos negociando alianzas con tribus vecinas para fortalecer nuestra posición estratégica,” respondió Adriano, mostrando un dominio completo del complejo tablero de ajedrez que era la política imperial.

Satisfechos con sus respuestas, los senadores procedieron a votar. La aprobación fue unánime: Roma enviaría sus legiones a Hispania, con Adriano al frente, asegurando no solo la autoridad imperial sino también la firmeza de su futuro gobierno.

Al salir del Senado, el aire fresco de la tarde pareció aliviar la intensidad del debate. Adriano sabía que los desafíos apenas comenzaban, pero se sentía preparado. Su compromiso con Aurelia no solo había fortalecido su resolución personal sino que también le había otorgado una perspectiva clara sobre lo que debía proteger: su futuro, su familia y su imperio. Con estos pensamientos, se dirigía de regreso al palacio, donde los informes de guerra lo esperaban, pero también lo hacía la promesa de una vida compartida con Aurelia, cada uno apoyando al otro en la tumultuosa danza del poder y la pasión.

1
Lisa Estigarribia
me encanta esta novela la verdad
Luisa Manotasflorez: Gracias por tu comentario 😊 me alegra mucho leer esto
total 1 replies
Lisa Estigarribia
queeeee? Adriano? noooo/Sob/
Lisa Estigarribia
una novela esplendida..y el heredero?
Luisa Manotasflorez: muy pronto esperen
total 1 replies
Lisa Estigarribia
una obra exquisita esta novela. tenes un gran talento, exitos
Lisa Estigarribia
ah y los bbs ya urge unos herederos.!!
Lisa Estigarribia
me encanta esta novela es romántica e historica entretejida en envidias traiciones e inteligencia...una trama atrapante e interesante. Gracias autora tu escritos son fluidos y muy bien elaborados....
Lisa Estigarribia
me gusts...es apasionante....esta historia me atrapa...
Lisa Estigarribia
es una historia apasionante!! Animo💐
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play