El matrimonio de Scarlet con Adolfo, hijo de un importante empresario que está en un hospital en estado vegetativo los salvaría de la ruina. Claro que ella no lo sabía, su madre estaba haciendo los arreglos para llevar a cabo dicha boda... Scarlet veía a su madre ir de aquí para allá, sin imaginar que era su propia boda lo que estaba planeando. Ella aún no cumplía la mayoría de edad, su más grande anhelo era llegar a ser una gran arquitecta y construir toda clase de edificios, ¿lo logrará algún día?
NovelToon tiene autorización de Maria Esther para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Todo lo entendía muy bien.
Tanto Scarlett como Joaquín quedaron asombrados, no esperaban encontrarse ahí y menos en esas circunstancias.
No me digas que tú eres la esposa de mi hermano, Joaquín aún no lo podía creer...
Sí, tengo tres semanas de que me casé con él... Scarlett le aclaró de una vez, para que no haya malos entendidos en un futuro...
Pero, ¿por qué te casaste con él?, es obvio que no lo amas, ni siquiera lo conoces, ¿cómo fue posible?
No me digas nada, me casé con él y punto, no tengo por qué darte ninguna explicación. Scarlett no quería decir que fue obligada a casarse, y además se sentía muy triste por eso...
Está bien Scarlett pero no te enojes yo solamente quiero tu bien, pero si ya has decidido casarte con mi hermano pues ni hablar, yo tenía la esperanza de que en un futuro tú y yo pudiéramos ser felices juntos...
Lo siento, yo tampoco esperaba este destino mío, pero ya no hay nada que hacer, estoy casada por las dos leyes.
Bueno, pero eso no quita que podamos ser amigos...
Yo creo que ni siquiera amigos podemos ser, yo tengo que permanecer aquí en el hospital con mi esposo, hasta que restablezca o...
Se muera, completó Joaquín...
No digas eso, ojalá y se restableciera del todo... La voz de Scarlett sonaba sincera...
Yo no entiendo por qué no lo han desconectado si ya no tiene vida propia...
Los padres de Adolfo no quieren ni yo tampoco, no se me hace justo que tenga que morir por una decisión de los médicos. Solo Dios es el único que puede quitarnos la vida...
Ay, pero que, ¿eres religiosa o qué?... Joaquín le decía muy divertido...
Tampoco es para que te burles de mí, será mejor que te vayas, largo de aquí...
Está bien, pero no te enojes, aunque sea dame un besito, no, como amigos, claro...
Ni como amigos ni como nada, simplemente no te daré nada así que ya lárgate de aquí...
Está bien, me voy, sé que con el tiempo me amarás a mí y dejarás a mi hermano...
Nunca lo haré, ¿oíste?, nunca...
Eso lo veremos, mi amor...
Joaquín no estaba acostumbrado a recibir un no por respuesta, las chicas lo perseguían por montones y esta no sería la excepción...
Scarlett solo lo observó que se fue no sabía de dónde había sacado lo aprovechado.
Ella no era chica fácil, ella era una estudiante, además, estaba casada, y le debía respeto a su esposo, aunque estuviera moribundo.
Scarlett por lo general, era muy seria, no se llevaba con los muchachos, se daba a respetar, y no le gustaba que los muchachos se tomaran atribuciones que no les correspondían...
Tenía amigos, por supuesto, pero todos eran chicos de su edad y la respetaban...
Ni siquiera había vivido mucho, la vida no le había dado la oportunidad, y quién sabe si en un futuro le sonreirá. Ella cuidaba todo el día a Adolfo y en la tarde se iba a la escuela, donde departía con sus amigas, ellas le hacían la vida más llevadera...
Cierto día, en que ella y sus amigas estaban por salir, vieron a Joaquín afuera de la escuela.
Scarlett pensó sacarle la vuelta, pero Joaquín le cerró el paso... ¿Por qué me evitas?
¿Por qué no me dejas en paz?, entiende que yo jamás te voy a hacer caso, no te he dado motivos para que actúes de esa forma...
Scarlett, no seas boba, Adolfo jamás se va a despertar, está moribundo, ¡¿qué esperas de él?!
Las amigas, que solo observaban la escena, decidieron opinar... Joaquín, ella es así, antes que nada respeta a su esposo, que dicho sea de paso, es tu hermano.
Graciela, con todo respeto, no te metas en nuestros asuntos... Joaquín le lanzó una mirada de pistola.
Ella no se quedó callada y le respondió: Pues sí me meto, Scarlett es mi amiga, y no te va a hacer caso, ya déjala en paz...
Josefina intervino, Joaquín, solo mantente alejado de nosotras y de Scarlett...
Las tres chicas se fueron, Josefina las invitó a comer, Scarlett aceptó, solo sería una hora...
Las tres chicas estaban comiendo, cuando de pronto Scarlett recibió una llamada...
Era Mario, ¿dónde te has metido?, ya es hora de que estés aquí...
Perdón, señor, estoy con mis amigas, en un rato voy.
Ok, no te tardes, ya debo irme...
Rato después, Scarlett se despidió de sus amigas... Mi suegro me espera, nos vemos mañana...
Hasta mañana amiga, Graciela y Josefina se despidieron de ella.
Dos días después Sandra llevó a Scarlett a su cita con el ginecólogo, para la inseminación, pero algo salió mal y no pudieron llevarla a cabo.
Lo siento señora, la niña no es apta para esta operación. El doctor la puso al tanto de todos los riesgos que correría si llevaban a cabo dicha
acción.
A su vez le dijo que era muy joven aún, y podía ser muy peligroso para su edad.
Entonces, ¿qué me sugiere, doctor?
Por lo pronto no es apropiado que la jovencita se someta a este tipo de acción.
Tal vez en unos años más...
Pero, doctor, ya teníamos todo listo, ud mismo nos lo dijo.
Lo sé, pero no sabía que la muchacha tenía 17 años, ud me dijo que tenía 20, por ese motivo no podemos practicarle la inseminación...
A Sandra le salió lo mal hablada y despotricó contra el doctor... Me vale madres que sea menor, ud practíquele eso y punto, para eso le estoy pagando.
No se trata de dinero, señora, es cuestión de ética, es una niña, nosotros no podemos hacer eso que ud quiere...
Es usted un inepto, ¿cree que no puedo ir con otro doctor?...
Vaya a donde quiera, cualquier doctor le dirá lo mismo.
Gracias, por nada... Sandra salió de ahí llevando a Scarlett casi a rastras... Todo esto es por tu culpa, ¿por qué dijiste que tenías 17 años?
Es la verdad, señora, no me gusta mentir sobre mi edad. Scarlett se defendió...
Eres una estúpida, ¿ahora qué vamos a hacer?
Mi esposo quiere un heredero...
En cuanto Adolfo despierte lo haremos...
Sabes que eso no va a ocurrir, él está muerto, solo esperan que lo desconectemos, él ya no tiene vida.
Scarlett ya no quiso decir nada, pero ella estaba segura que Adolfo estaba vivo, porque movía el dedo meñique, él entendía perfectamente todo lo que hablaban los demás. Solo que no podía moverse.