Cuando una mujer ama, ¿hasta dónde es capaz de llegar con sus acciones? ¿Puede ser capaz de abandonarse a sí misma para ser el arma de la persona amada y cumplir con todos sus caprichos y deseos? ¿Es esto amor? ¿Y qué pasa cuando esa ilusión se rompe en pedazos?
Elyana, ella tiene todas las respuestas, fue capaz de dar todo por un hombre que dijo amarla, mato y robó, usó todo lo que tenía para darle el trono al hombre que amaba, pero cuando obtuvo lo que quería, este hombre simplemente la desechó como si ella no valiera nada.
Al morir, su alma se transformó en una mariposa que voló libre, pero por el dolor y odio que cargaba su alma no pudo descansar, y siendo atraída por sentimientos similares a las de ella, tomo el cuerpo de una mujer llamada Elizabeth, que al igual que ella murió traicionada.
Ahora con esta nueva oportunidad, ella podrá conseguir lo que más anhela, venganza.
El camino de la venganza para Elizabeth y Elyana, se abre...
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Cap13
Cap 13
Al día siguiente de la fiesta de té de la emperatriz, Elizabeth estaba en su habitación acostada y con Lila parada al lado de la cama procurando no reír.
- un costal de papas tirado es lo que pareces - decía Lila mientras que Elizabeth no tenía ganas ni de levantar el brazo, menos para reprenderla porque era evidente que Lila se estaba divirtiendo con la situación.
Pero en realidad si es su culpa. Ella se lo había buscado. Buscó buscó buscó, y claramente lo encontró y probó de todas las formas posibles. Suspiró aceptando que ella se lo había buscado al dejar a Nicolás con el efecto del afrodisíaco.
- Lila, dame algo para reponer energía y para el dolor de cuerpo. Necesito ponerme de pie y no parecer tan lamentable- dijo Elizabeth tratando de levantarse.
- en realidad vine a eso. Te traje algo para que te pongas de pie. Tenemos cosas que hacer. Te tengo noticias-, respondió Lila pasándole unas píldoras y un té a Elizabeth. Ella al terminar el té vuelve a mirar a Lila con una mirada amenazadora.
-¿Estás experimentando en mi? Porque esto es nuevo y el efecto es casi inmediato. Lila, no soy tu conejo de laboratorio, ¿sabías?. Espero que lo tengas en cuenta la próxima vez.
- ya ya no te preocupes. No te enoje, jamás te daría algo que pueda dañarte y lo sabes. Y si, son nuevas, los estuve probando y no tienes nada de que preocuparte. Sabes que soy buena en ésto.
- bien-, dijo suspirando Elizabeth y se levantó. -ahora dime sobre esas noticias que mencionaste-, volvió preguntar mientras se quitaba lo que llevaba puesto.
- bueno, tu amado prometido está haciendo planes para atacar los lugares que le mencionaste. Esos campamentos desaparecerán pronto. Seguramente en estos momentos él está recibiendo la información detallada del campamento, ya que sus espías regresaron hoy. Por otro lado, tu prima será enviada a la casa del primer ministro para convivir con la futura princesa. Dicho ésto, Lila sonrió divertida.
- Muero de ganas de ver ese encuentro, la convivencia entre la señora de la casa y la concubina-. Elizabeth no pudo evitar largar una carcajada pensando en aquella situación.
-en cuanto a Nicolás, necesito hacerle una visita. Tengo una idea que puede llegar a funcionar. Por cierto, ¿sabes algo de mi querida tía?
- si, tu tío la encerró porque descubrió que era ella quién le daba ideas a su hija-, dijo Lila mientras ayudaba a Elizabeth con su ropa.
- eso no es suficiente Lila. Quiero que esa mujer sufra. Deberíamos hacer que esa mujer pruebe de su propia medicina. Ambas, tanto madre como hija disfrutan de hacer uso del afrodisíaco así que deberíamos ayudar un poco a que puedan ser felices, ¿no crees?
Lila con una sonrisa de oreja a oreja asintió, -comprendo, haré los arreglos..
- no hay apuros, además no hay mejor escenario que la boda del príncipe Sebastián, podríamos ofrecerle a los invitados un buen espectáculo, mi querida Lila-, dijo esto Elizabeth con una gran sonrisa de felicidad.
- eres mala Elizabeth- concluyó Lila sonriendo.
- se lo merecen. La boda es a fin de mes. Tenemos tiempo. Ese día quiero darle un regalo muy especial a ese escoria. Lila, necesito que mandes una carta a Nicolás. Que arregle un día para vernos y que sea lo antes posible.
- bien.. Pero ¿por qué no usas tus mariposas doradas? También pueden hacer el trabajo de mensajero, ¿no crees?
- si, pero no quiero espantarlo. Sabe de mi magia, pero no sabe sobre el alcance de la misma. Aún no sé mucho de él, así que no debería bajar la guardia. Sé que esconde su verdadera personalidad y en el fondo, no sé cuáles son sus verdaderos planes a futuro.
- deberías casarte pronto, así podrás conocerlo mejor. De cualquier manera, siempre puedes deshacerte de él si te traiciona más adelante-, dijo Lila de manera casual.
Elizabeth miró a Lila, -puede que tengas razón. Tendré que hablar de la boda con él. Bien, encárgate de lo que te pedí. Iré a hablar con mi padre.
Mientras tanto en la mansión del primer ministro en ese momento se encontraba una muy alterada Layla que arrojaba todo lo que encontraba a su paso mientras que una muy enojada Estefani estaba de rodillas en el piso con la cabeza baja y el rostro rojo por las bofetadas que le dio Layla..
-¡maldita zorra! Si piensas que vas a volver a meterte en la cama de Sebastián, ¡estás muy equivocada! Y está demás decirte que si quedas embarazada ese hijo no verá la luz. Ustedes-, dijo Layla señalando a las doncellas que se encontraban ahí con la cabeza agachada-, lleven a esta estúpida lejos de mi vista. Después me ocuparé de ella-.
Estaba molesta, enojada hasta el punto de querer llorar. Si fuera cualquier otra mujer ya habría acabado con ella, pero es la sobrina del gran general.
-Aunque no pueda matarla, puedo hacerla sufrir-, pensó Layla.
-¡Maldito Sebastián!- Murmuraba Layla sin darse cuenta de que el príncipe Sebastián se encontraba en el lugar, hasta que la agarra de los pelos y la jala para que lo mire.
-¿a quién crees que estás maldiciendo? El que seas mi prometida no te da ese derecho. Recuerda tu lugar, sólo eres mi prometida gracias a la posición de tu padre.- dicho ésto la suelta empujándola.
- claro, ahora que lograste lo que querías, el apoyo de mi padre, ¿ya no hace falta fingir amor verdad?
- te lo dejé en claro, y aceptaste a cambio de que me deshaga de tu hermanita. Así que no me vengas con estas rabietas de niña mimada y caprichosa ahora. Sabías cómo iban a ser las cosas cuando aceptaste todo esto.
-¡pero el trato nunca fue que te acuestes con cada zorra que te abra las piernas!. También te dejaré algo en claro, déjame decirte que voy a eliminar a cada perra que te cojas-, gritó muy enojada Layla.
- ¿ese es el problema? ¿te molesta que otras disfruten de lo que llevo entre las piernas? - Sebastián se acerca a Layla mientras la agarra del cuello y se acerca más para decirle;
- empieza a acostumbrarte, porque tú sola no eres suficiente para satisfacerme.. Siempre habrán otras, querida prometida.
Layla trata de zafarse y no puede - eres un maldito-, le dijo Layla.
- lo sé, y ya que tú también lo sabes, compórtate y deja de hacer berrinches por todo. Y si lo que quieres es ésto-, dice agarrando una mano de Layla para llevarlo a su entrepierna, -lo tendrás-.
Dicho aquello, Sebastián empuja a Layla para tirarla en la cama de una manera violenta, y antes de proceder a quitarse la ropa, asegura la puerta de la habitación de Layla. Una vez desnudo, se acerca a ella y le arranca la ropa rompiendo el vestido hasta dejarla totalmente desnuda -¿esto querías no? Dice Sebastián mientras le abre las piernas y sin compasión ni preparación entra en ella y se mueve de manera brusca.
- más despacio, me lastimas - suplicaba Layla con los ojos llorosos.
-¿de qué te quejas ahora? ¿No querías ésto? Pues te lo estoy dando-, Hablaba Sebastián mientras arremetía en ella más fuerte. Estuvo así un rato hasta que se vino en ella.
Layla tenía los ojos llenos de lágrimas por el dolor. Se levantó de la cama para ir al baño, pero Sebastián la detiene;
-¿a dónde crees que vas? aún no hemos terminado-, dijo esto acercándose a ella mientras la hace arrodillarse y hace que ella abra la boca mientras se lo pone en su boca, y agarrándola de los pelos la mueve para hacer que se ponga duro de nuevo. Cuando ya estuvo, la levanta y da la vuelta para acostarla boca abajo en un pequeño escritorio que tenía layla en su habitación y entro en ella de nuevo. Estuvo así haciendo con ella lo que él quería, hasta que terminó.
- ¿fue suficiente o quieres más?
- ya fue suficiente. Ya entendí. No era necesario que me trates así Sebastián.
- bien, ahora que nos entendemos, ¿a partir de ahora te vas a comportar, verdad? No olvides que vas a ser mi princesa, y en un futuro mi emperatriz. Y para eso tenemos que trabajar juntos.
- Lo entiendo. No te preocupes.
Sebastián ya vestido se levanta para irse, pero antes vuelve a decir, -ahora cambia esa cara y termina los preparativos de la boda que ya está cerca-.
Layla amaba a Sebastián desde que lo vio por primera vez, y había descubierto que su hermana estaba con él, por eso lo buscó y sedujo para luego comprometerse con él y como prueba de amor le pidió matar a Elyana. Ella lo hacía por celos, y él solo eliminaba un estorbo. Él quería el apoyo del primer ministro, y enamorar a la hija favorita para luego comprometerse era la mejor manera. Solo tenía que pretender estar enamorado. Y así lo hizo. Una vez que la tuvo, tanto su corazón como físicamente, empezó a cambiar con ella gradualmente pero en frente de los demás era amoroso con ella.
comencé a tener ataques de pánico, no podía respirar,no podía dormir, no dejaba de llorar, me costó 5 años de psicólogo para entender, que el es un narcisista, que mi matrimonio estaba condenado desde el principio....
yo no puedo pensar en tener otra pareja, me aterra que me pase lo mismo...
quizá algún día conozca a un hombre de verdad, que borre todo lo que pase....
miedo, miedo al futuro, miedo del presente, dolor inmenso por el pasado...
no poder respirar, no poder dormir, me enfermó de tal manera que estoy en tratamiento por fibromialgia...
pero después de 6 años, estoy bien, sola, conmigo misma en paz.....