La Villana Y El Príncipe

Dmitri había mandado llamar a Sasha, cuando el chico llego, Dmitri no dudo en darle un golpe en la cara, estaba más que furioso, pues en la mañana vio a Alya salir de su habitación, Sasha solo ríe por las palabras de Dmitri.

- tan seguro estabas de que era tuya ¿por qué ahora crees que me he metido con ella?

Aunque no esta alejado de verdad, tampoco lo va admitir, pues sabe que Alya tiene sus propios planes y no los arruinará.

- todos saben que te encanta meter mujeres a tu habitación.

- no niego eso, no eres diferente. Pero la princesa solo fue a tratar un asunto conmigo.

- cualquier asunto puede tratado en una sala no es tu alcoba.

- ella no fue sola, Patrick estaba ahí, pero seguramente ni te fijaste.

- ¿que? No, no puede ser. Yo mismo le preguntaré a ese tipo...

- hazlo, verás que hablo con la verdad.

Dmitri puede notar que Sasha estaba muy confiado, entonces significaba que hablaba con la verdad. Pero aunque sea así, no puede evitar sentir que Sasha tiene más la atención de Alya.

Más tarde se anuncia que el emperador había regresado, la emperatriz y Dmitri acuden a las puertas del palacio para recibirlo, ambos lo saludan y este corresponde el saludo, para después caminar hasta una sala donde Dmitri le hace saber que la princesa de Trois Blancs esta en el palacio para concretar el compromiso.

- padre, le pido que expulse a Sasha del palacio, desde que la princesa llegó no ha dejado de acercase a ella aún sabiendo que es mi futura esposa.

- concuerdo con mi hijo, ese chico no hace más que estorbar en el palacio.

- no importa como lo vean, es mi hijo, si lo expulso sin razón alguna, podrían haber disputas entre quienes lo apoyan.

- ay por favor padre, son solo unos nobles de clase baja quienes dan su apoyó al bastardo.

- podemos decir que acosa a la prometida de nuestro heredero.

Carola sabe que si es acusado de algo así, incluso esos pocos nobles que lo apoyan lo dejarán a un lado. El emperador pensó un momento y finalmente sonríe.

- bien, lo mandaré lejos, es todo lo que haré y no molestará más.

Carola y Dmitri aceptan, aunque no están del todo conformes pero pueden inventar un rumor cuando Sasha se vaya, así su reputación se destruirá.

- en cuanto a la princesa quiero conocerla. Aunque me parece absurdo que haya venido ella y no el emperador a pactar el compromiso.

- no se preocupe padre, mientras se haga el compromiso es lo que importa.

- por supuesto, que venga de inmediato.

La emperatriz salió de ese sitió para enviar a una doncella en busca de Alya y que esta sea llevada a la sala del trono, pues es ahí donde se dirige el emperador. Minutos después la chica camina hasta dicho lugar, al entrar saluda haciendo una reverencia.

- saludos majestad, soy la princesa heredera de Trois Blancs, Alya Chevalier.

-oh! Pero que niña más hermosa, mi hijo tiene suerte. Me han dicho que vino para pactar el compromiso.

- así es, espero este usted de acuerdo.

- nada me haría más feliz que una unión para estabilizar la paz entre nuestros países.

- perfecto, entonces agradezco que pueda concederme el compromiso con el segundo príncipe Sasha Morozov.

Dmitri se pone de pié que camina hacía Alya sosteniendo su brazo con fuerza.

- ¿que has dicho? Mi padre no esta para bromas, inclínate y pide perdón.

- ¿perdón porqué? Hablo con la razón, mi interés es el segundo príncipe.

- ¿por qué razón elige a Sasha? ¿Acaso él la manipuló?

- no majestad, mi elección es porque el primer príncipe no cumple con mis expectativas.

- ¿que quiere decir eso? No esta usted para elegir que hombre se casará con usted. Seguramente su padre estará decepcionado si la escuchase.

- no, estaría más decepcionado si me caso con el primer príncipe, cuyo poder es débil y su linaje de lobo celestial no es fuerte, puesto que no puede transformarse.

La emperatriz apretó los dientes al escuchar las palabras de Alya y Dmitri suelta el brazo de la albina ante el asombro, no era posible que ella supiera algo así.

- ¿que dices? Una mujer no va venir a calumniar a mi heredero?

El emperador golpea con la mano el posabrazos de su trono, escuchar que digan algo así de su hijo es ofensivo.

- no sabes nada, mi hijo es un lobo celestial poderoso, del mejor linaje.

- entonces, que lo pruebe. Mi padre jamás permitirá un matrimonio con un hombre débil.

- yo no tengo nada que probar, ni quien quiera casarse con una mujer que no sabe respetar a un hombre.

- bien, entonces tomaré al segundo príncipe como mi esposo y lo haré mi emperador de Trois Blancs.

- ¿que? De ninguna manera, el bastardo no se casará contigo.

- suficiente! Aquí quien tiene la última palabra soy yo. Usted jovencita se casará con mi heredero y si tiene alguna objeción lo tomaré como un insulto hacía mí y la mantendré en las masmorras.

- adelante encierreme, pero si dentro de unos días mis padres no tienen noticias de mi, me temo que será el fin de Nebel.

Alya coloco sus manos hacía adelante esperando que los soldados le pongan los grilletes.

- su padre sabrá la ofensa que me hizo, no creo que le importe si su hija esta encerrada por tonta.

- oh! No se equivoca, mi padre sabe a lo que vine, sabe que mi propuesta era hacía el segundo príncipe y espera verme volver con él.

- eso...

Las puertas del salón se abren y eran los caballeros de Alya junto con Patrick quienes habían entrado.

- le doy dos opciones majestad, que el príncipe heredero demuestre que se puede transformar o que entregue al segundo príncipe.

- padre...no puede permitir que esa mujer diga tales estupideces.

- ¿que pasa alteza? Solo debe mostrarme su forma de lobo. No es difícil.

El emperador estaba en silencio, si bien todo se había salido de control debido a la falta de educación de esa chica, no se podían permitir dejar que Sasha se case con ella o de lo contrario sus planes se arruinarían.