NUEVA LUNA

NINA

Después de terminar con todo este ajetreo de arreglarse para la Ceremonia, me dirigí al lugar en donde se iba a realizar el evento.

Ubique a los chicos y fui a sentarme con ellos.

— Vaya por un momento pensé que ibas a entrar juntos con Camila.— me dijo Clara juguetonamente a causa de mi tardanza.

 —Bueno... Hubo algunos problemas con el vestuario.—le contesté restando importancia.

Y con problemas me refiero a que no me querían dejar salir hasta que me probará cada una de las combinaciones creadas para que llevará en este evento.

Y lo hice... pero a pesar de las constantes súplicas y de las distintas y preciosas opciones que tenía por escoger...

A la final termine vestida con lo que ya había comprado antes de venir para acá.

Las chicas me miraron con curiosidad, pero no preguntaron nada más, debido a que faltaba poco para que todo empezará.

Una vez que todos los invitados estaban en sus asientos, a los minutos comenzó a sonar la delicada música que daba indicios de la entrada de la pareja.

Observé junto a todos los demás lo preciosa y divina que se veía mi mejor amiga mientras entraba junto a Liam de la mano, quién tampoco se quedaba atrás en apariencia.

Una vez llegaron al altar, se pusieron uno frente al otro, mientras el que dirigía la ceremonia empezaba a llevar a cabo el protocolo correspondiente.

A pesar de las hermosas decoraciones y de como las significativas palabras que se estaban diciendo tanto Camila con Liam de forma mutua mientras resaltaban su vínculo, me costaba concentrarme en lo que sucedía adelante de mí a diferencia de los demás que estaban a mi alrededor.

Me sentía incómoda.

Vigilada.

Lo percibí desde que puse un pie en este lugar.

Como mi espalda quemaba, por el simple hecho de ser observada por ese trío.

Antes de entrar acá, recitaba un mantra en mi cabeza con la finalidad de poder mantener mis emociones y pensamientos bajo control.

Pero era difícil.

Casi una misión imposible.

Sentía que, aunque no estaban precisamente a mi lado, como la intensidad de sus aromas combinados llenaban con fuerza a mis fosas nasales. Me estaban volviendo loca.

Traté en lo posible no buscarlos con la mirada, pero fallé.

En poco tiempo subí mi mirada, y ahí estaban.... en el segundo piso, observando todo desde el segundo piso especialmente creados para qué se ubicarán los jefes de esta manada.

Cualquier que no se detengan a observarlos, creerían que estaban atentos a lo que se estaba realizando en estos momentos.

Pero no... en realidad sus ojos estaban completamente fijos en mí.

Aparte rápidamente la vista, y me concentré en lo que era importante en estos momentos.

Una vez que todos, terminó nos dirigimos al área de recepción.

Ubicamos la mesa correspondiente y nos sentamos a charlar.

—Y bien, ¿Algo que necesites compartir con nosotros? — preguntó Susan con su bebida en la mano.

—Si, claro si es que quieres nos puedes contar. ¿Te sientes bien? — me dijo Ethan.— A pesar de que trates de disimular, se notaba que estabas tensa. —finalizó.

— Olvídate un poco de lo tensa, más bien parecía que querías huir del lugar. — Me habló esta vez Iván con cierta preocupación en su voz.

— ¿Encontraste a tu pareja destinada? — soltó de repente Sarah. Me quedé quieta.

Todos miraron entre las dos, y sin duda alguna, se dieron cuenta de que esa era la razón.

— Es esa la razón por la que has estado aturdida, ¿no? — me dijo Ethan.

Solo me limite a asentir.

— Lo que te preocupa es que te quiera convencer de quedarte en esta manada. Pero tranquila, si sientes que quiere presionarte con el tema, podrías ir a hablar con algunos de los Alfas. Seguramente si les planteas tu punto de vista y razones, lo entenderán.— me dijo Sarah en tono compresivo mientras apretaba ligeramente mi mano.

 Ethan asiente. — Sarah tiene razón en lo que dice deberías hablar con los tres, así tienes más probabilidades de éxito.

Clara, Susan e Iván intercambian miradas, pero no dicen nada.

Mientras que yo, casi suelto un bufido.

Precisamente ellos son el proble**ma.

— Bueno porque mejor no nos olvidamos del tema por lo menos por hoy, mejor concentrémonos en disfrutar de la comida y de la celebración. — digo con una pequeña sonrisa, en un humilde intento por calmar mis emociones.

Como si por fin la Diosa me estuviera escuchando, empezaron a repetir la comida.

Una vez que los distintos platos llenaron la mesa, nos dedicamos a disfrutarlos.

Después de un rato, llegó la hora del baile. Como siempre la pareja principal de la noche se encargó de abrir la pista, y una vez que terminan, les ceden su oportunidad a los demás.

Mis amigos se levantaron a disfrutar de la pista, mientras que yo me quedé sentada.

Después de un buen rato, Ethan se me acercó para sacarme a bailar. Acepté, porque no importa que tanto me vaya a negar va a seguir insistiendo, solo con la finalidad de no verme sentada.

Empezamos a bailar, mientras él en un intento por animarme, me decía un montón de tonterías, de las cuales me reí.

De un momento a otro la atmósfera del lugar cambió rápidamente. Se volvió pesada. Observé a mi alrededor y me di cuenta de que todos se veían alterados, especialmente aquellos que formaban parte de BLOOD MOON.

No entendía que estaba pasando hasta que mi mirada se encontró con la oscura mirada de los trillizos, quiénes me estaban observando bailar con Ethan.

Sus miradas reflejaban una profunda mezcla de oscuridad y peligro, las cuáles me dieron escalofríos.

— No sé si soy solo yo, pero siento como si estuviera firmando mi sentencia de muerte. — me soltó Ethan de repente.

— Seguro estás imaginando cosas. — le respondo.

— No Nina, el ambiente de un momento se puso pesado y por alguna razón siento que se relaciona conmigo.— me dice mientras empieza a observar a su alrededor, en busca de respuestas.

—Quédate tranquilo, lo más seguro es que no pase nada.— le digo para tranquilizarlo.

De un momento a otro siento que me agarran de la muñeca, y al observar me percato que Noah ya me empezó a arrastrar fuera del lugar, mientras Sam y Max nos siguen.

Después de salir del shock, Ethan y los demás se disponen a acercarse para ayudarme, pero les niego con la cabeza, se que no terminaría bien si sucediera.

A la vez que todo esto sucede, me doy cuenta de que todos nos miran con sorpresa y curiosidad mientras los dejamos atrás.