Un viejo enemigo altera la paz y tranquilidad que Bonnie construyó cuando se mudó, ella y su madre están más unidad luego de saber que su hija estuvo apunto de morir. Los amigos de Bonnie, están en constantes discusiones para saber si la buscan o no. Theo y Jia se encuentran con Bonnie e intentan sabotearla. Samantha (Samuel) esta decidida a buscar de nuevo a Bonnie y ganar de su confianza, no quiere volver a perderla.
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Ataque.
En mi oficina, espere a que la reunión terminara para poder hablar con Kuan-Yin.
La puerta se abre y Mei-Mei sale por la puerta mirándome, apurada se acerca entregándole una tarjeta.
—Bonnie, bombona necesito que vaya a comprar el almuerzo. — me levanto y agarro mi cartera.
—Si... ¿A dónde voy? — pregunte.
—Comida China. —
Mei-Mei se fue corriendo de nuevo a la reunión, en donde se escuchan las voces de las personas. Bajando por el ascensor, hasta el primer piso miro mi celular, esperando encontrar el mensaje de mi madre en donde me aplica que mi padre decidió perdonarme. Las puertas se abrieron y veo a Lan Fen mirándome sorprendido.
—Hola Bonnie. — levanta la mano.
—¿Vienés a hablar con Kuan-Yin? — pregunte, saliendo del ascensor.
—No, en realidad no. Vine a verte a ti. —lo miro sorprendida.
—Ah, está bien, pero tendrás que esperar tengo que ir a comprar. —
—Te acompaño. — se ofreció.
Saliendo de la empresa, una persona se acerca con el auto y nos subimos. Conduciendo hablando con Lan Fen pensé que podríamos conocernos un poco más.
Aun que en mi mente ahora sólo tengo el nombre de Samantha, revoloteando como una mariposa en busca de una flor.
En todo el camino Lan Fen, estuvo animándome pidiendo que no me rinda, con el problema de mi padre.
Me detengo para comprar la comida y volver al auto, no quiero perder el tiempo, hoy serie un día más como los que tuve anteriormente. Buscando la manera de como volver, me mantuve tranquila al momento de conducir rápido, a la reunión le faltaba casi 25 minutos para que terminara
En la empresa veo como Kuan-Yin y Mei-Mei despiden a los empresario, vuelven a entrar Lan Fen toma las bolsas con la comida y sale del auto, me voy al estacionamiento, y un sentimiento de tristeza invadió por completo.
Me bajo del auto y camino rápido para poder llegar lo antes posible al primer piso, y hablar con Kuan-Yin.
En un momento me quedo parada al sentir la mirada de alguien detrás de mí, volteo pero no veo a nadie, hasta que los pasos de alguien más se escuchan acercarse. Me quedo de frente mirando fijamente, hacia la entrada de los auto, pero por algún motivo me quedé mirando esperando a que fuera Samantha, pero al ver a la misma persona vestida de negro, con la cubierta. Siento desesperación y comienzo a correr, pero tropiezo por los zapatos, miro hacia atrás y me levanto rápidamente, entrando al ascensor.
Apretando los botones del ascensor, desesperada al ver que las puertas no cierran y ver cómo aquella persona se va acercando con rapidez, grite con miedo puro y las puertas se cierran haciendo que aquella persona corriera para poder alcanzarme.
El ascensor subiendo, a su velocidad y no recuerdo que botón apriete primero. Hasta ver que se detiene en el piso 4.
—Mierda. — chille. — ¡Mi celular! —
Tanteando mi ropa, recuerdo que tire mi bolso en donde estaba mi celular, el ascensor se abre y me aferró a las paredes para calmarme y no car al suelo. Esperando a que las puertas se abran miro la pequeña pantalla en donde marca el número del piso por el que pasa.
En el piso 4 las puertas se abren, y salgo sin importarme nada, corriendo buscando una oficina en la cual ocultarme, como la primera vez. Me lleva a estar más paranoica. Mirando hacia atrás, choco contra un persona pero caigo al suelo antes que pudiera ver de quien se trata. Me vuelvo a levantar mirando hacia tras y vuelvo con la persona, miro a un chico confundido, me ayuda a levantarme y pido disculpas y salgo de ahí, metiéndome a la escaleras de emergencias.
Esa maldita secuencia es la que me llevo, a quedarme paralizada contra la puerta, sin poder mover
Esa persona. Esa persona con un pasamontañas, vestido de negro con una mirada intimidante, sus manos tiene guantes, pero no hace contacto visual es como si quisiera que avanzara, como si quisiera que corriera para que sintiera miedo. Pero miedo ya tengo.
—¿Quién eres? — pregunte con voz temblorosa.
No hubo respuesta, agacho la cabeza sacando detrás de sí, una navaja retrocedo sintiendo la puerta detrás de mí. Bajo el último escalón, aun que tenga el pasamontañas puedo sentir como sonríe, haciéndome sentir pánico.
—Por favor, no lo hagas. — implore, mirándolo.
No había caso, no importaba cuantas veces le pidiera que no lo haga, sus paso están más que decidido en matarme.
Capas alguien lo mando, capas que solo está loco y mal de la cabeza, capas… solo capas, soy su objetivo, no lo sé.
—Oye, espera. Por favor… te lo pido. — Él comienza a reír. — Dime quien eres, y te dejare hacerme lo que quieras. —
Ladeo la cabeza, su mirada cambio a una posesiva como si estuviera una nueva misión, pero no me dejaría hacer nada, una vez que se paro enfrente de mí, respire profundo y corrí a él, tomando la fuerza suficiente para empujar y caer por las escaleras, cada dolor de mi cuerpo que golpea al caer por los escalones. Se siente cada vez más intenso.
Deje de sentir los golpes, abro los ojos mirando para todos, lados sacudiendo la cabeza intentando enfocar y ver en donde estoy. Me quiero levantar, pero los golpes en la cabeza llevaron a que todo de vueltas, con la poca fuerza me levanta chocando contra la pared, caigo muchas veces.
Hace quedar sentada en ensobre la pared y ver como esa persona, se levanta de igual manera que yo, pero se arrodilla y mira hacia su abdomen, en donde su navaja está enterrada en su abdomen bajo. La saca escuchando su jadeo, cuando salió por completo.
Se levanta para acercase a mí, dispuesto a matarme levanto un pie poniéndolo cerca de la herida y lo empujo, tirándolo a la continuación de las escaleras. Me pongo de pie, y camino a la puerta abriendo cayendo de nuevo al suelo.
—¿Bonnie? — una voz familiar, pronuncia mi nombre.
Esta persona se agacha y levanto la cabeza mirándolo. La mirada de Lan Fen, con la mía es más que suficiente para darle a entender que estoy siendo atacada. Detrás de él, Mei-Mei y Kuan-Yin, me observan y me ayudan a ponerme de pie.
No había notado que perdí un zapato, y mi ropa esta sucia, de las veces que caí al suelo. Mi frente con una cortada por el golpe que me di al caer por las escaleras. Lan Fen, entra a las escaleras de emergencias, con dos guardias para verificar que mi atacante estuviera ahí. Mei-Mei me ayuda a ir a la enfermería, y Kuan-Yin se queda esperando por el regreso de Lan Fen.
—Mei-Mei… — Un paramédico aparece, mirándome sorprendido.
