Lea es una universitaria que se suicida pero reencarna en Tanea, una joven aristocrática qué tiene que vengarse por su hermana, teniendo que confrontarse con personas importantes e incluso con su prometido. Muchos secretos, traiciones y mentiras ¿su venganza saldrá bien o su vida se verá destruida?
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12
Los murmullos que se escuchaban en el lugar cesaron cuando el sacerdote se hizo presente. Agradecí no escuchar más los "lo lamento tanto" y otras palabras sin sentido, ya que si no sabían la verdad esos lamentos no eran sinceros. Se difundió la información de que Mar murió a causa de una enfermedad poco conocida pero letal, una versión fácil de creer e impuesta por mis padres. Nadie tenía que saber la verdad si no todo sería un lío y nuestra familia no puede soportar más dolor.
Sé que en este mundo el suicidio es un pecado, algo horrendo y si lo haces serás juzgada siempre incluso también lo será la familia, será marginada, no tendrán respeto por el fallecido, ningún límite. Entonces por el bien del alma de Mar decidimos no contar la verdad, no tiene por qué seguir siendo castigada y nosotros tampoco.
Después de una hora todo terminó, las personas volvieron acercarse a nosotros, pero yo solo me alejé del centro. Una mano se posó en mi brazo, no sé cómo, pero reconocí ese toque.
Su rostro quería mostrar calma, pero sus ojos estaban llenos de lástima, su presencia me debilitó y unas ganas inmensas de llorar llegaron a mí.
No.
Saqué su mano de mi brazo con brusquedad y miré hacia adelante, esperando que las lágrimas no cayeran.
-Volveré al palacio ahora mismo- avisé
- Tanea, si no te sientes bien no es necesario. Puedes quedarte con tus padres unos días más...-
-Neyén, no saques conclusiones que no debes de una situación que no te concierne. Ya lo decidí y listo- contesté con firmeza
Tengo que volver de inmediato al palacio, no puedo esperar más.
Me despedí de mis padres y subí al carruaje junto a Neyén. Podía sentir su mirada sobre mi pero mi vista estaba en el paisaje, sé que siente mucha confusión por mi actitud y acciones, pero él no merece saber lo que me pasa.
-Tanea, sabes que puedes hablar conmigo si te sientes mal ¿No?- rompió el silencio
Lo miré y sentí un dolor en el pecho, eran emociones contrarias sobre él. No podía mirarlo a los ojos, ya no más.
Manejaré todo esto yo sola, mis emociones las controlo yo sola no necesito ayuda de nadie, quise decirle pero solo me limité a asentir y volver mi mirada al cielo.
Aceleré mis pasos una vez que llegamos al palacio, me dirigí a mi habitación sin darle tiempo a que Neyén me dijera algo. Tengo que concentrarme, pensar bien las cosas, la venganza tiene que salir excelente.
Te juro Mar que tu sufrimiento en este plano no será en vano, él que te hizo sufrir también sufrirá.
-Innia, ¿hoy en la cena estarán todos presentes?- pregunté
La pelinegra que estaba en mi habitación ordenando en silencio, evitando molestar por mí "situación" detuvo la actividad.
-Siempre cenan todos juntos a no ser que tengan algo urgente, pero hoy no hay novedad de algo así. Seguro todos estarán presentes, ¿puedo saber por qué pregunta? ¿Quiere que le traiga aquí la cena?- contestó
-No, yo también estaré presente-
No voy a perderme nada, voy a cenar con los enemigos.
