Perdí La Memoria

Al día siguiente Osmara se sentía emocionada por la invitación. Se acercó a Esteban, le platico sobre la invitación de Arick. Esteban mostraba una actitud tranquila, como si no le molestará que Osmara quisiera dejar el rancho para marcharse a la ciudad.

Le dijo que el la cubriría, que disfrutará de su viaje y que cuando ella regresará estaría esperando para trabajar juntos con los nuevos potros que habían llegado al rancho.

Osmara tomo su celular y le dejo un mensaje a Arick que le encantaría que mandara a su chófer el viernes por la mañana, para que llegara a tiempo a la fiesta.

Arick se encontraba hablando con su tía, ella estaba feliz de que Arick tuviera buen ánimo y que últimamente dejara de beber.

- Me da mucho gusto que tengas este cambio radical, volviste a ser el chico que eras cuando tus padres vivían, tus padres estarian orgullosos de ti, por tu cambio.

- Y todo gracias a esa mujer, Osmara en los pocos días que nos conocimos me enseñó tanto, estoy tan feliz de que me acompañe a la fiesta, quiero darle tantas cosas pero ella es diferente a las otras mujeres con las que he salido no le gustan los lujos, no se que darle para que se enamore perdidamente de mi.

- solo se tu mismo, cuando estabas con tus padres siempre le regalabas flores a tu mamá que cortabas de su jardín.

- Si es verdad, llegaba tarde de la fiesta, me bajaba del auto y su rosal rayaba mi auto, la primera vez arranque la flor por qué estaba molesto y mi mamá me sorprendió, para que no se molestará le dije que no había flor más hermosa que la de su jardín y que la había cortado por qué quería impresionarla con la flor más hermosa.

Ella no paraba de reírse, me dio una nalga y me dijo que me amaba.

Mi mamá era tan hermosa y buena.

- Mi hermana siempre fue muy dulce y te amaba mucho.

-¿Alguna vez te enamorste tía?

- si, me enamore, el solo me uso, trato de quitarme todo lo que había trabajado, íbamos a casarnos y el día de mi boda llegó su esposa con su hijo, me sentí tan humillada y cerré mi corazón. No pienso más en casarme de nuevo.

- Deberías de darle una oportunidad a Luca, creo que tú y el...

- Estás loco Arick le llevo casi quince años, además es un hombre demasiado mujeriego, pobre de la chica que se enamore de él.

- Eres una mujer mayor pero muchas chicas más jóvenes desearían tener tu físico.

- Ya basta de elogios querido sobrino y mejor dime qué es lo que deseas de mi.

- Puedes convencer a Osmara que vaya contigo de compras, quiero comprarle un vestido, quiero consentirla pero tal vez si tú vas con ella, no te diga que no. Puedes cargar todo a mi tarjeta incluso lo que tú quieras comprar para ti

- Estás seguro, soy una mujer con gustos caros.

- Si, puedes comprar lo que quieras.

- Pues acepto tu propuesta, cuando va llegar, para que haga espacio en mi agenda.

- El viernes en la tarde, la fiesta será el sábado por la noche, tienen todo el viernes para comprar y el sábado en la mañana. Yo voy a estar ocupado el viernes y el sábado en la mañana tengo que asistir a una junta pero puedes entretenerla, no quiero que se sienta sola.

- Te prometo que gastaré mucho, sonrió la tía de Arick.

Arick agradeció y se marchó a su oficina para continuar con su trabajo.

En el rancho Osmara se sentía emocionada por qué sus padres viajarían el jueves en la noche a puerto zafiro, ahí ellos tenían algunos negocios y su padre quería cerrar un trato personalmente con un cliente, Osmara no presto atención quién era el cliente o de que se trataba, estaba tan emocionada que sus padres no estuvieran, para que así ella pudiera ir a la fiesta de Arick, aunque ella sabía que no tenía por qué pedirle permiso a sus padres y darles una explicación pues era mayor de edad, aún así se sentía con el temor de que su padre hiciera algo para que ella no pudiera marcharse, ya que no le agradaba Arick.

Osmara y su hermana despedían a sus padres, cuando se marcharon Osmara entro a su habitación para hacer su maleta, miraba todos los vestidos que tenía en su armario pero ninguno le gustaba, tomó uno negro y le mando mensaje Arick.

- Hola, ya estoy lista para mañana, le puedes decir a tu chófer que me marque para que salga del rancho.

- Hola hermosa, claro ya le dije que te marque, no crees que es muy temprano Osmara, ¿no se enojaran tus padres que salgas de casa a las cuatro de la mañana?

- No están, no te había dicho por qué quería estar segura que ellos se fueran de viaje, por eso de última hora te dije que podían recogerme a esa hora.

- ¿No entiendo por qué no quieres que tus padres se enteren de que vendrás a la ciudad?, eres una mujer adulta Osmara.

- No lo entenderías Arick, ellos piensan que si yo me caso con alguien por contrato no pasará lo que me pasó con mi ex.

- Yo puedo firmar el contrato.

- El contrato solo es con los hijos de sus compadres, así no corren peligro de ser traicionados.

- Es una idiotez

- Lo es, mi hermana y yo no estamos de acuerdo, pero tengo esperanzas de que se den cuenta que lo más importante es lo que nosotras podamos sentir por la otra persona y nos haga feliz.

- ¿Yo te hago feliz?

- Aún no, contesto Osmara con una carita sonriendo.

- Tendré que esforzarme para que cambies de opinión.

Osmara suspiraba mientras leía los mensajes de Arick, ella moría por verlo de nuevo, extrañaba mirar su sonrisa y sentir sus brazos en su cintura cuando la abrazaba, también pensaba en sus besos.

- con un beso tal vez pueda decir que soy feliz, escribió y sus mejillas se sonrojaban.

Arick miró el mensaje y sonrió.

- Tendre que darte muchos para que no olvides que te hago feliz.

Osmara sonrío acostada en su cama.

- Tu me haces feliz, le contesto.

- Eso no va salvarte de que te dé muchos besos.

- jajajaja, te veo mañana Arick.

- Hasta mañana hermosa.

Osmara salió de su habitación y se le contó a su hermana que saldría a la ciudad para visitar a Arick.

Su hermana estaba emocionada, le decía que disfrutará y que se olvidará un rato del trabajo.