Amor Valiente.

CAPÍTULO 12.

( Liz )...

Nunca he asistido a una fiesta y pensé que jamás lo haría, así que a duras penas salgo de casa para ir a esa fiesta con Tyler fingiendo ser lo que no soy.

Hice mi mayor esfuerzo colocándome lo más horrible que tengo en mi guardarropa, mis ánimos no son de impresionar a nadie, pero si ese chico quiere que lo acompañe a la fiesta, tendrá que ir con la chica más mal parecida y desalineada de la escuela.

Sus sarcasmos se hicieron notar ante su comentario apenas me vio, pero mi ironía pesa mucho cuando intentan molestarme.

Al llegar a la fiesta veo que viene llegando mucha gente. No me levanto del carro cuando Tyler estaciona el carro al costado de sus amigos, me siento nerviosa y me cuestiono si huyo o me quedo fingiendo ser la novia del chico más guapo y popular de la escuela.

Al momento de salir y saludar a sus amigos, mis manos sudaban y mi estómago se retuerce, pero creo que pude disimular muy bien mi nerviosismo. Cuando me presentó uno por uno a sus amigos, excepto al mastodonte desequilibrado de Bruno, porque apenas me vio, puso mala cara y se fue de inmediato del lugar.

Me sentí aliviada al no tener que hablar con ese troglodita que casi me asesina días atrás, hasta que todas las miradas se enfocan sobre mí, cuando sentí como todos los ojos de los chicos y chicas de esa fiesta me recorrían de pies a cabeza al verme entrar de la mano de Tyler.

Pero... En ese mismo instante Tyler me mira y me besa en los labios, frente de todos para confirmar que somos novios y así no dejar dudas de ello.

Al principio, no respondí ese beso, pero el suave movimiento de sus labios y su lengua rozando con la mía. Me hizo perder el sentido y comencé a mover mi boca, tratando de seguir sus suaves y dulces movimientos.

Me auto despierto como una tonta de mi trance hipnótico cuando terminamos de besarnos, sus ojos solamente se enfocaron en mí y los míos en los suyos, mientras me pide ir a la cocina a beber algo.

Intento reaccionar y me obligó a darme una bofetada mental, cuando le digo que iré al baño.

Entro al baño mientras que mi cuerpo suda por todos lados, me lavo las manos y luego la cara. Me miro al espejo y veo que mis mejillas están que prenden fuego de lo coloradas.

¿Por qué me besó así? Me pregunto... Mientras recuerdo ese beso como si lo estuviera viviendo nuevamente.

A los minutos logro por fin, dejar mis mejillas un poco más pálidas después de haber mojado mi cara con más de mil litros de agua.

Respiro profundo y salgo a buscar a Tyler . Pero mi panorama empeora cuando veo que viene hacia mí el mastodonte desequilibrado de Bruno.

_ ¡A ti te quería ver! _ me grita.

Trae una botella de whisky en las manos y me atrevería a decir que se encuentra en estado de ebriedad.

_ Aparte de fea, eres sorda _ me dice cuando lo ignoro y camino haciendo cuenta de que no existe.

Me jala fuertemente de mi brazo derecho y me tira contra su pecho.

_ ¡Qué hice ahora! _ le digo, sin ánimos de pelear.

_ No me creas idiota, ese jueguito que traes tú con Tyler no se los cree ni el papa.

Trato de contener la compostura, está ebrio y un poco fuera de control (me digo).

_ No sé cuál es tu problema conmigo... Si soy o no la novia de tu amigo, ve y dile a él que no le crees nada y a mí déjame en paz de una vez por todas _ le respondo sobrepasando mis límites de tolerancia al sentir que me duele el brazo con su fuerte agarre.

_ Quiero que te alejes de Tyler o rogaras no haber nacido, maldita e insignificante mosca muerta, porque no tengo ningún problema con hacer de tu vida una mierda _ me grita muy cerca.

_ ¡No tienes derecho en hablarme así! _ le grito _ ¡Suéltame!

_ Te voy a enseñar a las malas, que mis amenazas las cumplo a cabalidad _ me dice pegándome bruscamente contra la pared, esta vez viniéndose encima de mi cuerpo acortando cualquier espacio.

Siento miedo, cierro los ojos y escucho la voz de Tyler, cuando logro abrirlos, ya tenía al sicópata a varios centímetros alejado de mi.

La cara asesina de hiena queriendo comerse a su presa desapareció al instante y se convirtió en la de un tierno cachorro, cuando vio a su amigo molesto.

Esta vez, agradecí a Dios que Tyler apareciera, si no hubiese sido por él, no sé que mi hubiese hecho ese desequilibrado de Bruno.

Hoy, ante lo sucedido me doy cuenta, que aceptar la propuesta de Tyler es lo mejor que puedo hacer por el momento y que mientras esté junto a él, estaré a salvo de ese troglodita abusador de su amigo.

Pero... Las mentiras tienen patas cortas y más temprano que tarde todos sabrán que nuestro noviazgo es una farsa. Así que por lo mismo, debo idear un plan, para poder irme de este lugar lo más pronto posible.