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De Sirvienta A Reina

De Sirvienta A Reina

Status: Terminada
Genre:Venganza de la protagonista / El Ascenso de la Reina / Brujas / Reencarnación / Mujer poderosa / Harén Inverso / Completas
Popularitas:92.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Libi 2

Lissa Rosette una joven doctora del siglo XXI cae en coma después de salvar a una niña de ser atropella por un camión. Sin saberlo queda atrapa en una de las mejores novelas de harén inverso y erotismo escrita por su autora favorita. Ahora Lissa es Eyra una extra que muere cuando el príncipe heredero del reino de Eldoria se aburre de ella, al fijar sus ojos en la dulce protagonista. Pero ahora Lissa siendo Eyra cambiará su destino, se vengara del príncipe que jugo con ella como si fuera un objeto y de la protagonista que no le importo arruinar las vidas de las demás para su lograr sus objetivos. Todo esto antes de que la maldición que posee el cuerpo de Eyra la mate. ¿Lograra Lissa cumplir sus objetivos?

NovelToon tiene autorización de Libi 2 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 11

La nieve caía con delicadeza, cubriendo el mundo en un manto blanco que parecía eterno. Cryovent, el reino del hielo, se extendía entre montañas nevadas y bosques congelados. A las afueras de su capital, rodeada por vastos campos y colinas blancas, se alzaba la Academia Real de Cryovent: una institución prestigiosa, donde solo los más brillantes lograban entrar.

No importaba si eras noble o plebeyo. Lo único que importaba eran tus resultados. Cada año, miles se presentaban a las pruebas de admisión, pero solo unos pocos eran aceptados. Y entre ellos, cinco becas eran otorgadas a quienes demostraban un talento excepcional.

La academia era inmensa. No solo por su arquitectura de piedra blanca y cristal helado, sino por la extensión de sus terrenos. Allí se enseñaba desde combate cuerpo a cuerpo hasta alquimia avanzada, botánica, ética, historia, equitación, y magia elemental. Los campos de entrenamiento se extendían como llanuras nevadas, y los invernaderos de botánica brillaban como cúpulas de hielo bajo el sol pálido.

Eyra descendió del carruaje, envuelta en una capa de lana gris que contrastaba con su cabello naranja fuego. Sus ojos violáceos recorrieron el paisaje: torres altas, caminos de piedra, y estudiantes que comenzaban a llegar desde distintos puntos del reino.

A su alrededor, otros jóvenes bajaban de sus carruajes. Algunos eran hijos de nobles, con ropas finas y escoltas discretos. Otros eran hijos de médicos, alquimistas, comerciantes, todos con rostros decididos. Y luego estaban los cinco becados, entre ellos Eyra, que caminaban con la cabeza en alto, sabiendo que habían ganado su lugar con esfuerzo.

Pero entre todos, hubo uno que capturó su atención.

Un joven de complexión delgada, piel bronceada que contrastaba con la nieve, cabellos largos de un cobrizo oscuro que caían con elegancia sobre sus hombros, y unos ojos ambarinos que parecían oro líquido. Oliver Greenwood. El segundo protagonista de El Corazón de la Reina. El heredero del marquesado Greenwood.

Eyra lo observó con calma, sin mostrar emoción alguna. Pero en su mente, cada pieza comenzaba a moverse.

Eyra fue instalada en una de las habitaciones del ala este, reservada para los becados. Su cuarto era sencillo pero cálido, con una ventana que daba al jardín de invierno y una estantería donde ya había comenzado a colocar sus libros de alquimia avanzada y botánica aplicada.

Las clases eran exigentes. Profesores de renombre impartían teoría y práctica con una precisión casi militar. Eyra no solo destacaba por sus conocimientos, sino por su capacidad de análisis. En alquimia, sus fórmulas eran impecables. En botánica, identificaba especies raras con una rapidez que dejaba a sus compañeros en silencio.

Pero lo que más ocupaba su atención… era Oliver.

Compartían clases de botánica y alquimia. El pelirrojo se sentaba siempre en la tercera fila, cerca de la ventana. Tomaba notas con una caligrafía elegante, y respondía con seguridad cuando los profesores lo interrogaban. Era inteligente, sí. Pero también encantador. Los estudiantes lo admiraban, y algunos lo seguían como si fuera un líder natural.

Eyra lo observaba sin que él lo notara. Cada gesto, cada palabra, cada mirada. No por admiración… sino por estrategia.

Ella sabía quién era. Sabía lo que había hecho, lo que había permitido, y lo que había ignorado. Y aunque aún no era el momento de actuar, cada día que pasaba en esa academia era un paso más cerca de su venganza.

Los días seguían pasando en la academia, y Eyra no tardó en hacerse notar. No solo destacaba por su inteligencia en alquimia y botánica, sino también por su destreza con la espada y su dominio de la magia elemental. En apenas una semana, ya se había ganado un nombre entre los estudiantes. Su belleza peculiar, con ese cabello naranja fuego y ojos violáceos, hacía que muchos pensaran que pertenecía a una familia noble, aunque nadie lograba confirmar su origen.

Eyra despertó el interés y la curiosidad de muchos. Entre ellos, cierto pelirrojo que, al igual que ella, parecía seguir cada uno de sus movimientos con atención. Fue durante una clase de botánica en el invernadero que ambos fueron asignados como compañeros para un proyecto práctico. Para sorpresa de Eyra, Oliver Greenwood demostró ser un excelente botánico, incluso más versado que ella en ciertas especies raras. Su precisión, su memoria y su forma de hablar sobre las plantas la dejaron momentáneamente sin palabras.

Y fue entonces que una idea se encendió en su mente.

Más allá de su venganza, uno de los motivos por los que Eyra había ingresado a la academia era para encontrar el antídoto para la enfermedad que padecía Thyra. Durante años, solo había podido tratar los síntomas, retrasar el avance, pero nunca curarla. La enfermedad era una plaga antigua, la misma que había matado al padre de Thyra. Aunque ahora estaba controlada en gran parte del continente, seguía sin cura. Ni siquiera la magia divina podía erradicarla, pues afectaba también la mente, y la magia tenía sus límites.

Eyra se quedó sumida en sus pensamientos. Había olvidado ese detalle crucial. En la novela, fue Oliver junto con Sunna quienes encontraron una planta rara que podría ser clave para desarrollar una cura. Pero el libro nunca reveló si lo lograron. El final fue ambiguo. Y ahora, Oliver estaba frente a ella, con ese conocimiento botánico que podría ser la clave.

—Señorita Rosenberg —dijo Oliver, tocándole suavemente el brazo.

Eyra se sobresaltó, saliendo abruptamente de sus pensamientos. El gesto la hizo soltar uno de los frascos con muestras de plantas, que se estrelló contra el suelo.

—Lo siento mucho, no quería asustarla —se disculpó con una sonrisa, agachándose para recoger los restos.

Eyra lo observó con expresión seria. El ruido había captado la atención de todos, incluido el profesor. La pelinaranja soltó un suspiro y se disculpó por lo ocurrido. El resto de la clase transcurrió con normalidad, aunque Oliver seguía insistiendo en querer hablar con ella. Eyra, ya molesta por el regaño del profesor, evitaba cualquier conversación.

Al finalizar la clase, el profesor los llamó a ambos en privado. Les informó que tendrían que reponer la muestra estropeada. Eyra asintió con frialdad y salió del invernadero furiosa. Oliver la siguió, llamándola con insistencia.

—Eyra, espera, solo quería—

Pero antes de que pudiera terminar la frase, la pelinaranja se giró con rapidez, lo tomó por el brazo y lo derribó al suelo con un movimiento limpio. Oliver se quejó del dolor, sorprendido por la reacción.

Eyra lo miró con molestia, sin decir una palabra, y siguió su camino. Ahora tendría que buscar la muestra en los bosques helados. Su tarde libre de mañana había sido arruinada, y para colmo tenía que ir a buscar las muestras en compañía del pelirrojo.

– Ese chico es un verdadero fastidio

Susurró para ella misma mientras camina por los pasillos rumbo a su habitación ignornado las miradas que estaba recibiendo debido a que arrojó al pelirrojo al suelo. Sin duda ese chico le traería muchos problemas.

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nelida ballesteros
hermosa 😘😍
Libi: Muchas gracias 😘 🥰
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Vero Ramírez
q buen trabajo
Libi: Gracias 🥰
total 1 replies
Josefa Villalta
Excelente
Angel Fonseca
Muy buena
Sabri Nahir Zapata Zini
Hermosa historia
Magdalena Escobar Aranda
maravilloso trabajo felicidades autora y espero poder seguir disfrutando de tus novelas
Libi: Gracias por tus palabras. Espero ver tus comentarios en la nueva novela El Renacer de la Extra Exiliada
total 1 replies
Magdalena Escobar Aranda
muy buena 👍
Magdalena Escobar Aranda
hasta que por fin se decidieron 😍
Magdalena Escobar Aranda
cuando llega el agua al cuello cuidado
Magdalena Escobar Aranda
si que hará Eyra😬
Magdalena Escobar Aranda
hay caray caray 😬
Magdalena Escobar Aranda
hay y ahora que pasará
Magdalena Escobar Aranda
ya es hora que los pongan en su lugar
Magdalena Escobar Aranda
le dieron probada de su propio chocolate
Stella
gracias
Magdalena Escobar Aranda
pues al ataque 😉
Cruz Mejia
La relación del ex emperador con Miranda la vi venir, esa lealtad qué ella daba debía tener una recompensa y que mejor que con un hombre al que ella reparo con dedicación y paciencia y que la ama.
Eyra tuvo su final feliz e hizo a dos hombres felices /Shy//Awkward//Awkward//Facepalm//Facepalm/
Me encanto de principio a fin.
Cruz Mejia
Buena jugada le hizo Silas a Rosalind 🤭 solo así se le quito lo tonta indecisa /Shy//Facepalm//Facepalm/
Una noche de pasión y lujuria desenfrenada para la parejita y el trío /Awkward//Awkward//Awkward//Awkward//Awkward/ años de abstinencia desbordada 🥵🥵🥵🥵🥵
Magdalena Escobar Aranda
así que regreso a su vida real Lisa
Magdalena Escobar Aranda
que pasará
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